Libro de un homosexual

106. Hablar con una caja vacía

Lucc

26 de Julio, 9:12 AM

-No tienes porque quedarte amor- Comento yo bajando del auto

-Tranquilo, me quedaré aquí en el auto, ni loco entro ahí- Responde el con una sonrisa avergonzada, yo me río un rato antes de ver la entrada de un lugar lugubre y mortífero cómo lo es el cementerio

Se supone que en este lugar es donde deberían descansar los muertos, pero más bien parece que debes estar alerta hasta en el otro mundo porque te pueden robar la cartera en cualquier momento que te descuides. Al entrar creí ver el Jeep de Francesca estacionado afuera, pero no creo que sea ella, o más bien espero que no sea ella

Entro en el cementerio y las hileras de  tumbas y criptas me asustan, no es que no haya entrado en un cementerio antes, pero no saben cuánto los odio, soy infeliz cuando tengo que entrar en uno, pero supongo que en algún momento tendría que venir

Busco en mi teléfono la dirección que anoté, cuento las hileras hasta llegar al número que anoté, empiezo a contar las tumbas una tras otra, pero me detengo en seco al ver la silueta de la persona con quién corte mi amistad hace varios días...

No esperaba verla aquí, sinceramente, ella si había dicho que quería visitar la tumba, pero no pensé que sería verdad. Veo que se levanta del suelo con lentitud y empieza a caminar hacia el otro lado del cementerio, imagino que tiene que visitar la tumba de su abuela estando de paso, al ver que está a una distancia prudente, yo me empiezo a acercar, divisando esa pequeña lápida con las inscripciones de Reyder

Reyder Spikes Vila

2003-2021

18 putos años, no es justo que alguien viva tan poco, y no me importa si Reyder vivió mucho en ese tiempo, el merecía tener más vida, y más tiempo junto a Fran...

-Hola imbécil...- Hablo yo, antes de sentarme frente a la lápida y dejarle la rosa blanca junto a una gris que está en el mini cesto de flores, es nueva, supongo que se la dejo Fran

Me quedo en silencio, esperando que las palabras salgan de mi boca por si mismas, sin saber por dónde empezar

-No sabes lo mucho que me has hecho falta. Los días desde que te fuiste han pasado y yo sigo pensando en que hubiera pasado si yo te hubiera acompañado a ayudar a Fran, quizás estaríamos juntos los dos en el otro lado. Supongo que allá se está más tranquilo que en otros lugares, pero no sabes cuánto necesito uno de tus consejos ahora. Cada vez me alejo más de las personas que en algún momento pensé que eran para siempre, resultando en lo que tú mismo me decías, nadie es para siempre. Por otro lado, creo que encontré con quién de verdad quiero estar toda mi vida, espero que recuerdes a Samuel, pues el mismo es. No pensé que llegaría a estar con el como estoy ahora, no somos una relación formal, aún, pero creo que pronto lo seremos, ya que tengo la idea de pedírselo yo mismo. Nunca he hecho esto antes, siempre terminan dando el paso ellos, no yo, y si, suena un poco creído, ¿Pero es que quién no me quiere para el solo?. Se siente raro, esto de hablar con una caja vacía no es lo mío, pero supongo que era algo necesario...-

Escucho un ruido que me hace detenerme, estos lugares me hacen estar con los nervios de punta, pero es solo Samuel que está caminando hacia mi, sonríe avergonzado y yo lo miro con gracia

-He conocido personas nuevas también, Xavi, Aleck, Jesús, Jeff, Corina, Valentina... - Comento yo -Yrmarys se fue de viaje por todo el país, lo último que supe es que estaba subiendo una montaña en Mérida. No he sabido nada de Javier y Daniel desde que terminamos la amistad, y no se cómo sentirme al respecto, se que algún día tendré que verles la cara y hablar con ellos, pero si te soy sincero Reyd, mientras más pueda retrasar esas conversaciones mejor. A lo mejor ya sabes que me aleje de Fran, pero prometí regresar cuando pudiera sentirme mejor, luego de lo que le pasó, ella y yo dejamos de ser tan cercanos. Eso me recuerda, si están contigo, diles que su tío Lucc los ama mucho, y que su tío Samuel también. En fin, se que no te gusta que estén pegados a ti mucho tiempo, así que te dejare descansar. Te amo mucho Reyd, por favor cuídate, y espérame del otro lado porque algún día estaré buscándote...- Termino yo, tocando la lápida presentando mis respetos