CAPITULO 3

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Desperté algunas horas después, mis ojos se encontraban hinchados de tanto llorar, me levante directo a la ducha, me vestí y prepare rápido para ir el hospital, aplique maquillaje de más intentando ocultar mis ojeras, pero sin duda mis ojos rojos delatarían mi sufrimiento.

Llegué al hospital y vi que Martha estaba sentada en la sala de espera, ella también había estado llorando.

Hola – hable con tono suave evitando asustarla

-Hola, cariño, veo que no lograste descansar – me dijo la morena, al parecer mi maquillaje no ocultaba para nada mi cansancio

Sólo un poco – dije tratando de sonar convincente - ¿Cómo sigue Poché?

Igual, no, no hay mejoría – me dijo con claro dolor en sus palabras, a pesar de no ser su madre biológica amaba a Poché tanto como a Vale

- Es fuerte, ella estará bien – tiene que estarlo, debe estarlo - ¿Y Vale? - pregunté al notar la ausencia de la morena

- Fue a iniciar los tramites para que nos entreguen el cuerpo de Mario, John no pudo hacerlo solo - sus lágrimas brotaron de sus ojos, Mike era como el hijo que nunca tuvo- Me imagino cómo estará – John Ruiz era el padre adoptivo de Mario, él y Poché habían sido adoptados de niños y esa fue una de las razones que los unió

- Está destrozado, Meggan aún no lo sabe

- ¿Qué? ¿Cómo no le han dicho que su hijo murió? – me molesté, conocía a los Ruiz y les tenía un gran aprecio

- John no ha tenido el valor de decirle, como sabes está delicada de salud y no quiere que enferme - Meggan había enfermado hace tiempo, su diabetes había empeorado al grado de amputarle un pierna hace tres meses y hoy había perdido a su único hijo

- Entiendo, pero deben pensar en la forma de decirle, sé que será un golpe duro, para todos lo es, pero tiene derecho a despedirse de su hijo - dije más calmada

- Tienes razón hija – me dijo haciéndome una seña para sentarme a su lado

- Quisiera verla ¿puedo? - pregunté temerosa a que me dijera que no aunque sé que jamás se negaría

- Claro, sólo espera a que salga Johan, entro hace unos minutos a verla - por supuesto, Johan debe estar tan destrozado como todos, me senté a lado de Matha y nos quedamos en silencio, la mujer se recostó sobre mi hombro y yo la deje mientras esperábamos a mi amigo

- Calle - llamo mi atención mi amigo, Johan y yo habíamos hecho una hermosa amistad, teníamos mucho en común, nos gustaba la ciencia y la tecnología y él era un impresionante ingeniero así que lo invite a ser parte de mi equipo y ha trabajado conmigo desde hace dos años.

-Se quedó dormida - le dije al notar que Martha no despertaba

- Solo meditaba - nos dijo con una media sonrisa, sin duda Poché le había aprendido el sonreír aun en los peores momentos, es lo que más amaba de mi hermosa morena.

- Pasa a verla Calle, tu visita le hará bien - me dijo mi amigo, me levante de mi asiento y me acerque para darle un fuerte abrazo que sin duda ambos necesitamos y derramamos unas cuantas lagrimas – más vale que te limpies esas lágrimas o Poché se enojara si entras llorando – dijo tratando de sonreír

- Tienes razón, Poché odia vernos tristes - sí, esa hermosa mujer te iluminaba con su maravillosa sonrisa aún y en los días más grises.

Poché tenía un perro hermoso llamado Ramón, era lo último que le habían reglado sus padres biológicos antes de morir, el animal ya era muy anciano y cuando llego su hora todos sabíamos que Poché sufriría por su perdida, todos estuvimos para ella ese día, el momento en que Ramón tuvo que dormir para siempre. 

ENAMORADA DE TI (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora