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Muchos días, semanas y meses han pasado desde aquel momento que fue muy importante para la pareja, que ya tenía a su hijo en brazos, que aquel pequeñin solo tenía alrededor de 5 meses de nacido, era el encanto de la familia Griberryal como del Reino, Asta y Yuno se sentían los padres más afortunados del mundo por tener aquel príncipe de cabellos azabaches con ojos color ámbar, los genes de Yuno le ganaron a los de Asta esta vez, lo que hacía que Asta no se arrepiente de la decisión que tomo hace unos meses atrás.

Eso hacía que el pequeño fuera un pequeño retracto igual de su padre, era una adoración para los dos padres como para el Reino, eso hizo que su nacimiento fuera colocado como un día de suerte, el 26 de diciembre.

Su nombre era Lord Griberryal, que este fue sorprendente ya que la sugerencia la dio Asta, sabia la historia de los padres de Yuno, y sabía que a pesar que este no pudo convivir sus años de vida con sus padres, los apreciaba con todo su ser, así que le pareció buena idea colocar el nombre de su primer hijo a honor del padre de su Esposo.

Yuno solo quedo sorprendido, pero aceptó sin renegar, le parecía bonito más cuando había una historia atrás de ese nombre.

¿Como describir el momento de su nacimiento con una sola palabra? Fue maravilloso y la misma palabra se quedaba corta para describir ese momento.

Agradecía que su hermoso esposo estuviera hospitalizado un día antes del día propuesto de parto, ya que decidieron que era mejor prevenir antes que pasara una tragedia, Yuno en ningún momento los dejo solos, sus nervios eran a flor de piel, en unas horas tendría a su pequeño en sus brazos y ahora sería la familia que siempre quisieron formar.

El día 26 de diciembre nació el pequeño lord, alrededor de la tarde, justamente en esa habitación donde Asta estaba en labor de parto, cuando el sol se estaba escondiendo, haciendo señas de un hermoso atardecer con los destellos anaranjados y amarillos característicos de un bello atardecer, nació el pequeño Lord.

Yuno estaba sin palabras al ver a ese pequeñín con pelitos azabaches, que lloraba, acaba de salir del vientre de su padre y daba un saludo a un lugar que se hacía llamar mundo, fue el primero en cargarlo, quedo sin alientos cuando el pequeño se aferró a él, pareciendo que le tranquilizaba su presencia, Yuno ese día lloro como nunca.

Asta tenía una sonrisa cansada, su parto duro alrededor de unas 5 horas, para tener mejor prevención, pero esas horas habían valido la pena para ver la escena donde su amado esposo le daba suaves caricias en la espalda a su hermoso príncipe, que cuando después de unos minutos, abrió los ojos, se hizo notar ese bello color que tanto amaba y ahora se convertiría en su color favorito sin duda, sus ojos eran ámbar, era igualito a Yuno.

El 26 de diciembre lo catalogaban como el mejor día de sus vidas

Pero volviendo al presente, donde teníamos a un Lord de ya 5 meses con sus padres todo el tiempo, Yuno ya no es que estuviera un 24/7 en su oficina haciendo papeleo del reino, las cosas iban perfectas, quería estar todo el tiempo con sus dos amores de su vida, y eso no lo podía negar, ya que le encantaba entrar a su habitación y ver la escena de Asta jugando con su hijo que este soltaba risas sutiles y Asta tenía una sonrisa hermosa, para después besar aquellos cachetitos de su bebé que eran hermosos y regordetes, era un príncipe sin duda.

Yuno amaba despertar con su hijo en el medio con un dedo en su boquita chupandolo, lo más probable es que estuviera soñando y estaba en los brazos de morfeo a más no poder, y al otro lado ver su hermoso esposo, que este siempre tenía una mirada relajada a la hora de dormir y eso le trasmitía una tranquilidad inmensa, podía ver que el pequeño hacia señas de querer levantarse, poco a poco fue abriendo sus ojitos para encontrarse con la mirada dulce que le daba su padre que ahora que lo pensaba, era igual no?

!!Todo este tiempo tuve la razón!!!!!\ YunoxAsta/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora