ᴡɪꜱʜ ≋ ʰᵉᵉˢᵘⁿ

𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐮𝐧𝐨

Heeseung no quería volver a ver a Sunoo, pero aparentemente el destino disfrutaba viéndolo sufrir al reunirlos en el mismo lugar.

Era un día lluvioso de otoño, el clima frío y la lluvia eran una mala combinación, incluso así Heeseung logró mantener su camisa seca con éxito, aunque no podía decir lo mismo de sus pantalones y sus zapatos.

Entró en la casa de su hermano y logró visualizar al chico que estaba evitando. No es como si a Sunoo le gustara en absoluto su presencia, al igual que él, siempre lo trataba con bastante desagrado, y en sus ojos podía sentir la incomodidad cuando se dirigía hacia él.

Heeseung sacudió su cabello mojado por la lluvia y fue recibido por nada menos que Sunoo, quien le mostró una sonrisa forzada: "Estás empapado, deberías ir a los servicios y tratar de secarte"

Era notable que Sunoo estaba siendo amable solo para disimular frente a su familia, Heeseung se acercó a su oído y susurró: "Oh, vamos, ¿por qué tan amable? ¿Estás tratando de corregir los errores del pasado? Sungyoon ya no está con nosotros, no necesitas actuar conmigo cuando sabes muy bien que te encantaría que desapareciera de tu vida para siempre"

"Aceptar que tienes razón es alimentar a tu ego, pero negarlo sería engañarme cuando creo que eres molesto"

Heeseung sonrió y apretó su mejilla, Sunoo retiró su mano con el ceño fruncido "¿quién te dio permiso para tocarme?"

"Vas a envejecer si sigues enojándote con cualquier estupidez"

Sunoo le dio un puñetazo en el brazo, lo que le causó un poco de dolor en el área afectada.

"¿Por qué no fuiste tú? ¿Por qué fue mi Sungyoon?"

"Oh, qué humor tienes hoy-"

"Ahí estás, Lee Heeseung", apareció el abogado de su hermano por una puerta, invitándolo a él y a Sunoo a entrar en la habitación donde estaba el resto de su familia.

Heeseung esperó a que Sunoo entrara primero, cuando lo hizo se dio cuenta de que parecía un poco más pálido de lo habitual. Hoy se veía tan pálido como la nieve. Llevaba un traje negro, después de todo había sido el marido de su hermano y, sin embargo, Heeseung no pudo evitar pensar en lo hermoso que se veía con esos labios rojizos del frío, sus largas pestañas y esos brillantes ojos de color avellana que siempre le habían gustado.

Su visión se desvió a la gente dentro de la habitación, donde pudo ver a su padre junto con su malhumorada madrastra y su insoportable hermanastro menor.

Sus cabezas se volvieron hacia él con disgusto, su madrastra habló cuando lo vio "¿por qué estás aquí?"

Heeseung suspiró fastidiado, tratando de no perder la paciencia con la mujer de su padre "estoy aquí porque soy el albacea"

"Tsk, solo vienes a tomar el dinero de Sungyoon" comentó su hermanastro.

"En caso de que no lo sepas, Youngmin, la carga de un albacea es distribuir los bienes entre los familiares y yo no elegí serlo, fue Sungyoon"

En ese mismo momento, el abogado del hermano mayor de Heeseung decidió interferir para comenzar con el testamento. Les dijo que Sungyoon había decidido pagar todas sus deudas y que el resto de dinero se distribuirá entre Heeseung y Sunoo.

"¿Es eso todo? ¿Solo nos vas a pagar las deudas? ¡Todo esto es culpa de ese interesado!" Youngmin se acercó a Sunoo, levantó el puño listo para golpearlo, dejándose llevar por la furia, pero Heeseung lo detuvo antes de cometer una estupidez.

"Déjalo en paz, Sunoo no tiene la culpa de nada, si Sungyoon no te dejó nada más, será porque eres un irresponsable"

Youngmin refunfuñó por sus palabras pero luego mostró una sonrisa cínica "por supuesto, ¿qué más podría esperar de ti, querido Heeseung hyung? Si siempre te ha atraído la puta de Sungyoon"

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