Abigail sabía que las cosas iban a cambiar totalmente cuando llegó a ese mundo, pensó que podía cambiar todo de cualquier manera, pero... ¿Ahora está tomando el lugar de todas las demás Hesook?. Eso si que no, era alguien fuerte, no iba a dejar que...
Espero que hayan soportado tanto tiempo sin esta pequeña serie de libros sobre Emperor, les traigo la última parte para que disfruten. Comenten y voten
¿Listas para el primer capítulo?
✿Escritura subida de tono, puede que encuentres algo que no te guste, abstente de comentar o reportar por que me cuesta trabajo escribir, así que chuchuchucontigo si no te gusta.
✿Smut del bueno y ligeras menciones de rape.
✿Si vez alguna falta de ortografía háganlo saber por privado.
✿Besos en la cola✿
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𝑃𝐿𝐴𝑌𝐿𝐼𝑆𝑇 𝐷𝐸𝐿 𝐶𝐴𝑃𝐼́𝑇𝑈𝐿𝑂.
Ninguna
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El momento de despertar de Abigail, siempre fue tranquilo, a veces Jungkook estaba metido en su cama o a veces se enrollaba en un costado para que el frío de la casa no entrara por los agujeros de la ventana, ya estaba acostumbrada a todo eso, pero lo que sentía en ese momento era distinto. Abigail se removió incómoda, sintiendo escasa tela en su cuerpo y extremidades, estaba más que segura que solo usaba camisones largos o los pantalones de pijama que Jungkook iba a heredar de los sirvientes cuando creciera.
- ugh - se removió en la cama, molesta por lo pesada que sentía sus extremidades, jamás se había sentido de esa manera, completamente incómoda.
Algo pesado se aferraba a su tobillo, estaba frío contra su piel, ¿Una tobillera?, no, no podía ser, en ese mundo no existía tal cosa como tobilleras.
Aferrándose a la conciencia de nuevo, comenzó a removerse en donde estaba. Frotó sus muslos lentamente y se sentó, su cabeza palpitó por unos segundos hasta que su vista se acostumbró a la ligera oscuridad a su alrededor.
- ¡Estás despierta! - exclamaron.
La voz animada de Dongyeon la hizo exaltar, encogiéndose en su lugar. Abigail vio justo sentado a un lado de la cama al perfecto príncipe mirándote con una sonrisa emocionada en sus labios, lucía como si nada lo hubiera molestado en mucho tiempo, o como si no hubiera herido de gravedad a Leejae hace... ¿Cuánto tiempo ha pasado?
- ¿Qué has hecho? - preguntó ella apretando las sábanas bajo sus manos, el miedo era irrefutable, lo sentía por todas partes, como una llama voraz que prometía invadir cada una de sus células.
La persona que estaba dentro del cuerpo de Dongyeon era un enemigo, no cabía duda. No recordaba el hecho de que el libro tuviera un villano que poseyera cuerpos, intentaba recordar o leer ambos libros en su cabeza, pero hubo muy pocos en el primero, y el segundo era más obscenidad que villanos.
- ¿Te gusta el traje que mande a hacerte? - sonrió viendo como sus muslos quedaban a su vista.
Abigail miró la ropa que traía puesta, no recordaba en que momento le habían cambiado de ropa, pero lo que llevaba no era nada de esa época. Recordaba ver en su vida pasada baby dolls en venta, siempre queriendo comprar uno antes de que las inseguridades nacieran en ella. Tenía un vestido demasiado corto, solo con un enterizo de bragas que apretaba su piel y terminaba en un corpiño completo apretando sus pechos hacia arriba. Encima del vestido llevaba una tela casi trasparente que mostraba su piel, ligeras tachas cubrían los tirantes del vestido y se deslizaban por detrás de su espalda.
