1 . arabia saudita y la que te...

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Mel revisaba los comentarios de su última foto mientras esperaba que la presentación iniciará

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Mel revisaba los comentarios de su última foto mientras esperaba que la presentación iniciará.

Más de una persona a su alrededor se quedaban viéndola al ver sus expresiones tan transparentes ante lo mostrado por la pantalla.

Desde que había informado en twitter que estaba en camino a Catar no había momento en el que un equis (o también una) le enviará un testamento donde se repetía constantemente la indignación que sentían al saber que iría a ver el mundial. Pero sinceramente no podía chuparle más un huevo los comentarios llamándola mimada, mantenida o hasta milipili de mierda. Pero claro que si se sobrepasaban con las cosas que le decían ya al volver a Argentina se encargaría de todos ellos.

—Es ella boludo, estoy seguro —decían a unas butacas de distancia.

—No hermano, la estás re flasheando.

—Te juro que es la brujita de tik tok.

—¿De quién hablan? —se sumó un pibe sentado atrás de los otros dos al que la curiosidad lo estaba matando.

Hubo un silencio en el que Melanie supuso que probablemente se comunicaron por señas mientras ella aún mantenía sus ojos en la pantalla de su celular.

—Ah… ¿Y quién decis qué es?

—¿Pero que carajo te importa metido? —pensó la fémina.

—La pibita esa que se hizo viral por limpiarle el mal de ojo al cordobés que jugaba en River.

Melanie no pudo seguir chusmeando lo que hablaban los desconocidos, el ruido a su alrededor se volvió apenas audible y comenzó a sentir un ácido sabor en su boca.

Era ya la tercera vez que le pasaba desde que había ingresado al estadio, ya comenzaba a preocuparle lo que le estaba sucediendo.

El bullicio comenzó demostrándole que todo estaba por comenzar. Bloqueó su celular y, por precaución, lo dejó entre su abdomen y la cintura de su pantalón de jean.

Intentó ignorar lo más posible su reciente malestar y la vivió con el resto de los hinchas cuando el himno argentino comenzó a sonar.

Su pequeño mal humor había desaparecido y pronto se encontraba cantando, saltando y gritando junto con el resto de su gente y hasta hablando pelotudeces con el pibe que la había reconocido antes de que el partido iniciará.

En el entre tiempo hasta se pusieron a sacarse fotos con los filtros que encontraban.

El segundo tiempo empezó y las náuseas junto al dolor de cabeza volvieron a golpearla, esta vez con más fuerza.

Poco le importó cuando el papu fue reemplazado por nadie menos que el portador de la camiseta con el 9 de la selección, el mismísimo Julian Alvarez.

—¡Te amo Julian!, ¡Hacelos mierda! —gritó sacando todo el aire de sus pulmones generando que algunas personas a su alrededor la miraban sorprendidas, otras se rieron por su emoción y su seguidor la grabó.

—Después lo subo, va ¿Puedo?

—Si boludo, no me molesta —respondió, encogiéndose de hombros—. Etiquetame así lo resumo nomas.

Los minutos pasaron y ella siguió ignorando las advertencias que le daba su cuerpo por querer seguir viviendola con la gente que la rodeaba ese día.

—¿Estás bien brujita? —preguntó Matias asustado cuando la vio dejarse caer sobre su butaca, ya totalmente pálida.

Melanie negó con la cabeza y antes de que el chico siguiera preguntando ella se paró de un salto, tambaleante, y se alejó a paso rápido en camino al baño del estadio.

Apenas llegó a entrar a uno de los cubículos cuando sintió como un líquido agrio volvía a subir por su garganta, esta vez se veía incapaz de contenerse y se vio vaciando todo su estómago en el inodoro.

No fue capaz de salir de allí por todo lo que quedó del juego.

Todo el cuerpo le dolía. Estar en ese lugar la estaba enfermando.

Comenzó a revisar su celular más específicamente twitter mientras su instagram explotaba de tantos mensajes que estaba recibiendo, pronto se encontró con que más de una de sus hermanas sentían lo mismo que ella.

Ese partido estaba influenciado por algo más.



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⏰ Última actualización: Dec 28, 2022 ⏰

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