En la mañana desperté un poco inquieta por un sueño que había tenido recién, era una especie de pesadilla, aunque no quería recordar de qué trataba en sí, mi madre me llamaba desde muy temprano para ir a la escuela y me aseguré muchas veces en ver la hora; era un nuevo día así que quería aprovecharlo al completo. Tenía que entregar unos trabajos y varias exposiciones, lo bueno es que tenía a mis mejores amigas junto a mi para hacerlo. Así es mucho más fácil
—no puede ser me quedé dormida!, ya debería estar lista para ir a la escuela—
Me apresuré a cambiarme e ir a comer para llegar a tiempo, baje mientras mi mamá hablaba de la importancia de llegar a tiempo a cualquier parte; no importaba que fuera, ya sean clases o hasta una cita
Me sentía regañada con unas cuantas palabras que salían de su boca, sin dudas eran para mí ya que siempre me levanto tarde y eso la desespera. Creo que lo hago con esa intención ... a veces, no soy una mala hija
Termine de alistarme y fui directo a la escuela, luego de ver el reloj me di cuenta que ya era muy tarde y era seguro que tendría un gran regaño por parte de mi profesora, la cual me amaba tanto
—no! ¿Voy demasiado tarde a quien se le ocurre dormir tan tarde? eso te pasa por no querer levantarte!
—cuando voy caminando peleando conmigo misma veo a un chico muy lindo que al darse cuenta de que lo estaba observando se sonroja y huye
—pero ¿qué le pasará a ese? no te voy a morder—grité
que chico tan raro —pensé
Nunca me imaginé lo que el destino pondría en mi camino después de ese pequeño instante, todo seria confuso y nuevo para mi
—hola Camila casi que no llego- me dirijo a mi amiga en tono de burla
—eh, pero miren quien ha llegado, la princesita durmiente — ella y mis amigas se ríen por un tiempo, en realidad nunca entendí el humor de mis supuestas amigas ¿yo era diferente?
¿porque has llegado tarde hoy?
—Me quedé dormida y no escuché la alarma, pero ya estoy aquí qué es lo importante —dije un poco dudosa
—claro eso no lo dudes. Sus reacciones no fueron las que esperaba, no sabia si de verdad les agradaba que estuviera ahí o era totalmente lo contario.
me lo habré imaginado o ella tenía una mala cara? —pensé. Si debe ser eso solo mi imaginación.
Al finalizar las clases y luego de despedirme de mis compañeros fui al baño y nada en la vida me había preparado para lo que estaba a punto de escuchar.
Mis amigas, si así se les puede llamar; entraron al baño riéndose a carcajadas que se podían escuchar a una larga distancia
—¿chicas porque seguimos siendo amigas de ella? la verdad me tiene cansada, no se viste bien, su forma de hablar ya me aburre y todo sobre ella me da lástima ya no quiero hablarle más.
—pero solo seremos sus supuestas amigas este año y justo está por acabar, no te presiones
Eso dicen mientras ríen y salen del lugar, yo que estaba escuchando todo lo que decían sólo comencé a llorar pensando por qué las personas que consideraba mis amigas hablaban así de mí a mis espaldas. Pero como dice siempre mi madre "Nunca terminamos de conocer a las personas". Salí corriendo del lugar, no quería volver a ver sus caras jamás ya que me sentía traicionada y miserable
Al llegar a casa, luego de quedarme en un parque tratando de no pensar en lo que había escuchado y calmando mis ganas de llorar, aunque sabía que tenía muchas lágrimas en los ojos. Note a mis padres muy sospechosos mientras hacían maletas, forraban todos los muebles y guardaban toda la comida que encontraran.
—que está pasando! —pregunté muy exaltada, realmente me asuste ¿Qué podría estar pasando para que mis padres los reyes de estar en casa, maravillosamente hicieran maletas y se fueran de casa? ¿los busca la mafia? ¿se ganaron la lotería? Quien sabe.
—tu papá recibió una oferta de trabajo increíble y nos tenemos que ir ya del país - dice muy emocionada
¡Pero mamá qué haré con la escuela!? ¿Cómo que del País? Realmente esto me aterra ¿Que haré con mis amigas? o ¿con mi vida acá en Colombia? ¿A dónde iremos? —pregunté con lágrimas en los ojos
No llores, no hay por qué hacerlo, iremos a un lugar que te va a gustar mucho, solo ve a cambiarte que pronto nos iremos. Si —asentí
