Ataques Cardíacos
— Te voy a matar, ¿lo sabes, verdad? — Le miro de muerte desde donde estoy sentada en el mueble. Mi bebé se agita en mis entrañas asustado por mi repentina tensión y hago todo lo que se me ocurre para calmarlo.
Cristal me mira con ojos culpables tratar en vano de calmar a su sobrino no nato.
Pensando en la Reina.
— Lo siento, amor. No pensé que te asustaras. No te sueles asustar — Se defiende y no tengo más que aceptar esa respuesta.
¿Cuándo fue la última vez que me asustaron?
Sin contar a Daymon creo que eso no ha pasado en un largo tiempo. Sorprendido, sí; pánico por las agujas, también. ¿Pero un bajón de tensión y una subida de adrenalina? No desde Úrsula.— Yo puedo aceptar eso, pero el bebé no creo que tenga la misma opinión — Murmuro buscando una posición cómoda.
— Mi bebé tendrá que disculpar a su tía — Se sienta a mi lado y con cuidado me soba la barriga —. ¿Quién lo hubiera pensado, Dali? Esperábamos que Scay fuera la de las bendiciones.
— Creo que incluso ella pensaba ser la primera — Me burlo suavemente. Para ninguna es un secreto que Scaylar y Jayson cogen como conejos. Es más, esperábamos un embarazo desde hace dos años. Y no es por mal, pero ella nos hizo pasar unos buenos sustos de muerte con falsas noticias por su regla retrasada.
— ¿Estás feliz, Dali? — Me pregunta ajustando su postura en asiento y dejando de lado las caricias a mi estómago.
La miro a los ojos, los de ella se les inyectan en sangre en un esfuerzo por contener lágrimas y eso activa las mías. Pero respiro y lo retengo.
— No estoy bien, Cris. No te voy a mentir. Pero te aseguro que podría estar peor. ¿Como sucedieron las cosas? Claro que preferiría cambiar muchas de ella. Pero no me arrepiento de seguir con el embarazo si eso es lo que te molesta — Le digo con suavidad.
— ¿Y tú relación con Daymon? Jacob no me dice mucho de él. No eran cercanos. Dice que era reservado con respecto a quien es. Y que cambió mucho a lo largo de los años. Es su hermano, pero lo siente como un desconocido — Me cuenta. Suspiro aflojando la presión en mí.
— Nena, no creo que ninguna de las dos esté preparada para escuchar la verdad. ¿Entiendes? Sé que quieren saber, Scaylar y Summer se sienten mal de ser tan ausentes que no se dieron cuenta de lo mal de mi situación. Pero yo fui quien no dijo nada. No tuve una relación con Daymon, y no sé si este bebé fue un plan o un accidente. Pero eso no importa. Mi ausencia no es algo que quiera contar y no creo que tú lo quieras escuchar.
— Así de mal sería, amor. Quiero escuchar, pero no te apuraré.— No fue tan malo. Tampoco digo que fue lo mejor. No es como si me estuvieran pegando, drogando o cosas de esa índole.
— Y sin embargo fue lo suficientemente malo como para que no quieras contarme — Asiento aceptando eso. Exhala rendida —. Tengo algo que comentarte, no se cómo te sientas después de ello. Pero antes, ¿me dices si es niña o niño? — Sonríe suavemente.
— No lo sé, ¿tu qué crees?
No se toma ni un instante para decir: — Niña.
Le sonrío encogiéndome de hombros. Que sea lo que la Diosa quiera.— Ahora bien, esto es sobre Daymon. No sé cómo te vas a tomar la noticia — Inmediatamente mi humor se ensombrece. Si regresó las cosas no van a estar para nada bien —. Alguien se lo llevó. Secuestraron su cuerpo del hospital…
Esperaba cualquier noticia menos esa.
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