𝑫𝒂𝒚𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕 ♡

I was nose-bleeding

-NO, NO, NO! ¡AGH!, Argentina, ¿que parte de "baila bien" no comprendes eh?- la tensión en el ambiente era enorme, todo estaba en silencio y nadie se atrevía a romperlo, Corea Norte era bastante duro en cuanto a críticas, jamás trataba de darles "consejos" de manera delicada, siempre era directo, en algo querían a Sur todos los integrantes, él realmente les ayudaba a mejorar en su baile y movimientos, cuando se equivocaban solo suspiraba y decía que faltaba pulir, claro, todo por no levantar sospechas a su novio.

-Lo siento Corea, lo haré bien- estaba fastidiado pues el tener que responder así de sumiso le golpeaba y calaba su orgullo.

-Eso espero, ¡desde arriba!- volvían a ponerse en sus posiciones, la música empezaba nuevamente y la coreografía daba inicio, empezando el coro llegaron al estudio el surcoreano junto al americano, este mismo dejó de lado su mochila y rápidamente se incorporó a la coreografía, ahora era Sur quién revisaba los pasos de estos con sumo detalle, una vez terminó el  baile habló.

-¡Perfecto! quedó bastante bien, un poco por pulir pero nada que los ensayos no arreglen- abrazo por los hombros a su novio quién respiraba un tanto agitado por bailar, pronto abrió los ojos llamando la atención de todos pero más que nada del asiático.

-Eh, amor, ¿no se te olvida decirles algo?- volteó hacia arriba para poder observar al coreano por la diferencia de alturas, el de bandera blanca lo miró confundido unos segundos hasta reaccionar y mostrarse igual de alegre que el más bajito al cuál abrazaba.

-Lo olvidé por completo, gracias por recordármelo estrellita- le dió un beso en la mejilla a este mientras Argentina solo rodó los ojos ante este acto de "cariño". -Bien, escuchen todos, creó que la mayoría conoce a México o ah escuchado de su gran talento como manager ¿no?- eso rápidamente llamó la atención de los ahí presentes, más de los latinos que se encontraban ahí, claro que lo conocían, mucho antes de entrar al mundo de la fama, los latinos se conocen entre sí gracias a la escuela, claro que siguen en contacto pero no tanto por obvias razones.

-Bueno, en la mañana nos contacto para pedir hacer una colaboración así que...adivinen que grupo tendrá su primera colaboración- habló Corea dejando que la emoción entrará a los demás, uno de los mejores managers con la estrella más grande de 5 años consecutivos quería una colaboración entre su artista y ellos, la emoción se hizo ver en todos lo que estaban ahí, mientras Corea y USA miraban con alegría las reacciones.

-Me parece que esto amerita una celebración- dijo en tono un poco bromista y dulce el estadounidense quién aún era rodeado por los brazos del coreano.

-Lo celebraremos en casa, ahora hay que ensayar más que nunca chicos- todos asintieron con alegría y volvieron a posicionarse en sus lugares para empezar una vez más con la coreografía.

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-¿Crees que es buena idea llegar hoy cuando tú les dijiste que llegaríamos en unos días?- Preguntó no muy convencido, él no tenía problema con tomar otro vuelo para ir denuevo a su hogar.

-Tú confía en mi, créeme, a Corea le va a gustar mucho más si llegamos antes que después, no ande chillando- Dijo complétamente convencido, mexicano y ruso se encontraban abordando el avión el cuál los llevaría hasta el continente asiático, una vez ya en este avión el mexicano se dispusó a mandarle un mensaje a su querido novio y finalmente terminar por dormirse, mientras tanto el ruso se distrajo un rato viendo la ventana, no estaba nada contento con esta idea, pero no tenía de otra más que aceptar, igualmente pasado el rato se dispuso a dormir antes de que su tranquilidad se vea interrumpida por ese, a su vista, presumido estadounidense.

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-¿¡¿¡QUÉ ACASO NO PUEDES DAR UN SIMPLE PASO BIEN!?!?- los gritos de aquel asiático bandera blanca resonaban en el estudio, mientras que el de bandera estrellada lloraba por la manera en la que le hablaba, sabía que cuando era algo importante Corea Sur se ponía estricto y mucho más de lo que podía ser Norte, debido a el dolor en su espalda aun presente se le dificultaba el poder dar la vuelta que su querido novio, manager y coreógrafo le pedía, no hablaba, sus labios temblaban ligeramente mientras se abrazaba a si mismo, lo único que salía de su boca eran hipidos, gimoteos y sollozos, silenciosos pero dolorosos, agachó su cabeza tratando de limpiar todas las lágrimas que resbalaban por sus mejillas sin embargo el surcoreano tomo fuertemente de las muñecas al americano haciéndo que este alzara su vista al de escudo rojo y azul.