El placer del silencio

Prólogo

¿A ustedes les pasa?

No les pasa que cada vez, que estan en el "acto", "intimidad", "coito", "sacudon", "chaka-chaka", con el sabe quién o que de ustedes ¿Les da pereza seguir? Onda, no, no es exagerando pero ¿No les pasó que bien la mete, en ya saben donde, no quieren saber nada y solo aguantan con esperanza de que salga rápido de ustedes? Eso me pasó a mi, si, estube extendiendo mi culo unos quince minutos fugaces mientras pensaba en que cenaría llegando a casa ¿Puedo decir que es triste? Nah, onda si, pero no tanto... ¿Entienden a lo que voy? ¿No? Me explico bien.

Conocí a un vago, un hombre, un changuito, un pibe, un muchacho, o un simple chico del campo. Yo, dueña de mi vida y soñadora prepotente que vive en una nube de pedo y a cuatro cuadras del pleno centro de la cuidad, pensé extrictamente en darle una oportunidad, si, una que luego se transformo en otra, y otra, y otra hasta que llegó el día de admitir que sentía algo más que una simple amistad.
Yo creo que desde la primera vez que nos vimos ya habíamos decidido que saldríamos juntos, capaz que intervino más el echo de que esa noche, una apuesta de borracha que hice con mi amiga, con una simple y espontánea risa que me sale después de tomar más de un vaso llegué a decir, "a ese pibe me lo re hago loca" termino siendo, la típico historia cliché con el cual los yankees, dueños de su propia nube de pedo, describen el cuento del popular y la nerd.
¿Cuestión? No la hay, no me gusta sexualmente el vago y ya.

Intente pensar de todo, posta, abrir mis piernas lentamente, imaginarme que era el tipo sexy ese de Marvel (Ironman, Dios que hombre), imagínarme otros escenarios, tocarme, alzar el culo alto, bajo, no alzarlo, golpes, palabrotas, disfraces y nada, decidí por última opción rendirme y seguirle la corriente pensando, de que en algún momento llegue a despertar algo en mí, al menos de forma sexual, cosa que nunca pudo llegarse a profundizarse bien. Pero cabe destacar, que la parte romántica lo viene haciendo desde que le dije mi nombre. Ustedes podrán estar diciendo ¿Por qué no solo le explicas la situación y dejan en lado sus diferencias? Por qué no. No hay más palabras que puedan salir de mi boca para quitarle a lo que yo llamo hombría, o mejor dicho lo que en nuestro pequeño mundo machista los mismo hombres le causan risas y burlas a los trabajos mal echos de su mismo sexo, en relación conmigo solo hay más miedo que el cuento ese de la humillación, por la causa que llegase él a pensar en dejarme, onda, el echo de que es un chico perfecto (menos en lo que respecta la relación física) buen novio, detallista, amable, sincero, solo faltando que sea adinerado para ser el combo. Y yo, mina de casi dieciocho años que nunca en su vida laburo para ganarse el pan de cada día, la mina que siempre estudia un día antes para cada examen, con notas bajas, gorda y de pelo corto, siempre e creído en ¿Habrá algo mejor para mí?

Llegó al punto de poder decir con franqueza que no me molesta, o al menos no me jode tanto la parte sexual (aunque a veces si extraño gemir de verdad) y me gusta cumplir con las órdenes que el dicta, total solo dura un par de horas el acto y listo.
Hombre de casa, laburador, responsable afectivamente, cariñoso, educado, estudioso y encima bien vestido, ¿Que más puedo pedir? Si la mayoría de mi barrio solo saben lo que es el paco, y no hablo del perfume infantil.

23/12/22