"CAPÍTULO 12"

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Tres meses después…

Con Zyo habíamos convencido al señor Juno de mantener el restaurante bajo su nombre, las ganancias estaban siendo repartidas entre él y su esposa, Zyo y yo, ya que estábamos en semanas de alta demanda por el concierto de Bangtan en una semana, el trabajo estaba siendo más que las semanas anteriores, habíamos comenzado a realizar muchas reservas y las mesas se mantenían ocupadas desde la apertura hasta el cierre.

Muchas armys venían a comer y podía notarlas por sus accesorios, armys de todo el mundo y de diferentes culturas, al restaurante le estaba yendo genial. Algunas veces me reconocían cuando salía del lugar, pero nada que fuera realmente incómodo, desde que la empresa dio el primer comunicado la prensa sólo nos fotografía en eventos públicos o en el aeropuerto y aunque me habían fotografiado en otros lugares, con Jeon o con Zyo nada había sido grave, supongo que la relación de Jungkook con “la chica del restaurante” ya era algo normal y yo agradecía eso ya que todos eran realmente educados, en especial army.

Jeon pasó unas semanas conmigo antes de irse por la gira a EEUU y nos habíamos estado mensajeando y haciendo video llamada los últimos días, solo quedaba una semana para volver a verlo luego de meses.
Era primera vez que me separaba de Jeon por un periodo largo de tiempo, la última vez que se había ido de gira aun no éramos novios, así que lo estaba extrañando mucho. Me pasaba las mañanas trabajando desde el departamento, en donde ya me había mudado y durante la tarde iba al restaurante a organizar las reservas, Kang se había convertido en mi chofer privado en la ausencia de Jeon, Kang aceptó quedarse, no quería ir a EEUU y dejar a Siu justo en época de vacaciones.

Por otra parte el señor Juno y su esposa estaban disfrutando de sus días de descanso y estaban viajando por la isla Jeju, todo un paraíso, Zyo estaba viviendo con su novio en nuestra antigua casa y parecía que ambos querían llevar las cosas un paso más adelante.

-Debe firmar aquí señorita- dijo el repartidor.

“Solo una semana queda para volver a verte, te extraño, te amo, Jeon” decía la pequeña nota junto que venían en las rosas. Olían muy bien, olían al perfume de Jeon.

“Debes leer todo, rosa por rosa en orden numérico” decía otra nota. Comencé a leerlas una por una como decía.

“Rosa n°1: Por el primer día en que te vi, por haberme comportado como un estúpido sin saber que terminaría completamente enamorado de ti”

“Rosa n°2: Mesa para dos, te dije y no te miré, me arrepiento de eso”

“Rosa n°3: Tres horas estuvimos en nuestra cita antes de recostarnos en el césped a ver las estrellas, yo lo recuerdo como si fuera ayer”

“Rosa n°4: El número exacto de horas en que hablamos en el avión camino a conocer a mis padres”

“Rosa n°5: Súmale veinte más y son veinticinco años esperando a alguien como tú”

“Rosa n°6: Hora exacta en que Kang pasó por ti la noche en que fuimos a comer sopaipillas”

“Rosa n°7: La cantidad de días que quedan para volver a besarte”

Puse las rosas en agua y me estiré en la cama, me quedé ahí pegada mirando el techo completamente ida en mis pensamientos hacia Jeon, me estaba riendo sola, estaba enamorada, completamente enamorada, le envié un mensaje y me dormí.

Los días pasaron rápido y ya solo quedaban unas horas para que Jeon llegara a casa, sus padres estaban aquí conmigo para verlo en el último concierto, habíamos preparado una cena deliciosa de sushi para darle la bienvenida.

-Oye hija, con este viejo saldremos en la noche para que puedan estar juntos con Jeon, se que ya se quieren ver- La madre de Jeon sabía lo que decía y claramente sabía que yo la entendía, sus gestos y expresiones eran insinuadoras.

-Ay no es necesario, nosotros no, no creo que…-

-¡Ash! Que no te dé vergüenza, recuerda que yo también tuve tu edad- reí ante su comentario y aunque tenía razón no le quitaba el hecho de que fuera extraño y gracioso que tu suegra te incite a pasar la noche con su hijo, ya me estaba acostumbrando.

Bajé al subterráneo para esperarlo, me había avisado que llegaría en unos minutos y quise ir a buscarlo, se bajó de la camioneta y me lancé fuertemente hacia el para abrazarlo, hundió su cara en mi cuello y lo besó.

-Te extrañé demasiado- dijo.

-Y yo, que bueno que ya estés en casa-

-¡Nosotros también te extrañamos!- gritó Jimin desde dentro de la camioneta, todos los chicos estaban dentro a excepción de Nam y Jin, se bajaron a saludar.

-Deberías estar orgullosa de tu chico, dio increíbles presentaciones- dijo Hobi dándole palmadas al hombro de Jeon.

-TN hueles a sushi ¿nos invitarás o qué?- Tae ya estaba dentro del ascensor para subir y no quedó de otra que hacerlos pasar, sé que Jeon estaba feliz por eso y la verdad es que yo también.

-¡Genial! Mientras más mejor, pero, todos deben irse temprano e ir a dormir- dijo la madre de Jeon cuando nos vio a los siete entrar por la puerta, instante en que Jeon me tomó de la mano y me llevó hacia el dormitorio.

Al llegar cerró la puerta, me tomó de la cintura y comenzó a besarme como si su vida dependiera de eso.

-Te extrañé demasiado- dijo tomando aire y volviendo a besarme.

-Jeon, no podemos, no ahora- dije. Se demoró unos minutos en soltarme, yo tampoco quería dejar de besarlo pero en ese momento si que no podíamos.

-Esta bien, cierra los ojos- dijo repentinamente.

-Jeon, no hagas algo tonto-

-Shh, solo ciérralos y extiende tu mano- le hice caso bajo la incertidumbre. Pude sentir como sus manos frías intentaban abrochar algo, abrí los ojos.

-¿Te gusta?- Era algo hermoso, una pulsera delgada con dijes de pequeñas mariposas colgando, era algo único y delicado.

-Es hermosa Jeon, gracias-

-La diseñe para ti, nadie tendrá una igual- Este hombre me sorprendía cada vez más, todo lo que hacia era perfecto y único, algo que sólo él podía hacer.
Salí de la habitación mientras Jeon se metía a darse una ducha, comimos sushi hasta no poder más, los chicos recordaban la primera ves que el padre de Jeon los llevó a pescar a todos juntos, también el primer cumpleaños que celebraron en casa de Jeon, estuvimos hasta casi media noche escuchando esas hermosas historias y riendo de los chistes negros que Suga decía aveces hasta que todos se fueron, los padres de Jeon irían a una de las fiestas ochenteras que se hacían en los locales nocturnos y los chicos los llevarían en la camioneta que pasaría por ellos.
Todos se despidieron y nos dejaron, Jeon cerró la puerta y giró a mirarme.

-Deberíamos…- dijo acercándose a mí. Se veía jodidamente sexy, no le dije nada y simplemente tome su mano y caminamos hacia la habitación. Cerré la puerta y comencé a quitarle la ropa mientras lo besaba, él me quitaba la mía, sus manos tocaban mis caderas y mis glúteos, lo senté en la cama y subí sobre el rápidamente, metía mis dedos en su cabello y el se movía cada vez más rápido, me deseaba y yo a él, lo empuje hacia atrás y puso sus manos detrás de su cabeza, lo miraba atentamente y disfrutaba de sus expresiones mientras lo hacíamos, al rato me giró quedando sobre mí, algunos de sus cabellos largos tocaban mi cara cuando se acercaba a besarme, se apoyaba de una mano y con la otra me tocaba todo el cuerpo, cada vez más excitados comenzamos a movernos más rápido al punto de terminar juntos. Se recostó apoyando su cabeza en mi pecho, sentía su cuerpo completo en sudor sobre mí, su corazón latir fuerte en mi vientre, sus manos acariciar mis piernas y su respiración agitada. Levanto su cabeza y me miró por u  momento.

-¿Qué piensas?- le pregunté.

-Te quiero para siempre- dijo.

-Te quiero para siempre- repetí.

Nos tapamos con las sábanas y nos dormimos.


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SEMPITERNO "que habiendo tenido principio, no tendrá fin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora