Toni Gambino y Gustabo García mantenían una relación a escondidas, todo iba bien hasta que el comportamiento de uno comenzó a cambiar.
(El ship principal de esta historia será el gustoni, si no lo apoyas agradecería que no hicieras comentarios despe...
Toni y Gustabo iniciaron su relación hace 1 año, no era público ya que Toni era el capo de una mafia muy importante y Gustabo era miembro del FBI.
Todo iba muy bien, se entendían tan bien que a veces daba miedo, pero ellos pensaban que eso era algo bueno, no había nada malo en eso.
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Habían quedado por la tarde, justo después de que el italiano se reuniera con los miembros de su mafia para hablar sobre un tema que tenían pendiente, aunque él no estuvo muy pendiente de lo que decían, solo pensaba en que despues podria ver a esa persona que tan importante se había vuelto para él.
Cuando llegó al lugar donde habían quedado vio que su pareja ya estaba ahí y le esperaba apoyado en el capó de su coche mientras fumaba un cigarrillo.
Salió del coche y se acercó al chico, que le recibió con un abrazo que él aceptó gustosamente aprovechando para disfrutar de el perfume que usaba.
-¿Llevas mucho tiempo aquí?- cuestionó separándose del abrazo.
-No, he llegado hace 5 minutos- respondió el español observandolo de arriba a abajo.
-Siento haberte hecho esperar, Carlo me ha entretenido un poco y me sabía mal no dejarle acabar de hablar- miró al suelo avergonzado, no le gustaba llegar tarde, aunque solo fueran unos minutos.
-No te preocupes enserio, no tienes que darme explicaciones- a Gustabo le enterneció la acción del italiano pero no le gustaba verle así.
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Estuvieron un rato más hablando y comentando lo que habían hecho los últimos días. Habían creado un ambiente agradable hasta que surgió un tema que dejó pensando al Gambino.
-Oye, ¿nunca has pensado en probar otro peinado? Parece que no te peinas tío- dijo Gustabo mientras reía, sabía que bromeaba pero igualmente le afectó.
-Sí... Tal vez debería hacerlo- fingió una risa y cambió de tema, no quería seguir hablando de eso.
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Continuaron hablando hasta que comenzó a anochecer y creyeron que ya deberían volver a casa, se despidieron dándose un abrazo y un casto beso como de costumbre y volvieron cada uno a su hogar para poder descansar.
Peró Toni aun pensando en el comentario de su pareja, cambió un poco su ruta para poder pasar por una peluquería y cambiar su corte de pelo.
