𝟹. 𝙽𝚘 𝚝𝚎 𝚜𝚘𝚙𝚘𝚛𝚝𝚘

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Ya llevaba unos cuantos minutos despierta cuando llamaron a la puerta y no tuve más remedio que levantarme de la cama e ir a abrir la puerta. Abrí la puerta y me sorprendió ver a Aymeric Laporte, un compañero de mi hermano en el City y jugador de la selección española.

- Hola, ¿qué haces aquí? - le pregunté -

- Bueno, tu hermano me contó que vendrías y quería verte.

- Aaah. No te quedes fuera, pasa.

- Valee. ¿Vamos a la piscina de mi hotel y te presento a los chicos?

- Voy al baño a ponerme el bikini, espérate aquí.

Me puse un bikini negro y por encima me puse un vestido negro ajustado a mi cuerpo. Salí del baño y puse en una bolsa de tela la ropa de recambio y avisé a Aymeric, que estaba con el móvil de que ya podíamos irnos. Salimos del hotel y nos dirigimos a su coche y una vez dentro del coche avisé por el grupo de familia de que me iba unas horas al hotel de la selección española con Aymeric. Llegamos al hotel y fuimos directos a la piscina, ya que Aymeric ya llevaba puesto su bañador y allí nos encontramos a la mayoría de los jugadores de la roja. Una vez ya nos habíamos presentado todos, los chicos se metieron a la piscina, mientras que Sira, la novia de Ferran y yo nos tumbamos en las tumbonas, a tomar el sol.

Pocos minutos después, Sira rompió el silencio

- ¿Eres la novia de Laporte?

- Noooo. Solo somos amigos. Él juega con mi hermano en el Manchester City.

- Espera... no me digas que eres la hermana de Phil Foden, la que ayer estuvo en el campo celebrando con los jugadores ingleses.

- La misma. ¿Sucede algo?

- Deberías ver el TikTok, hay muchos edits tuyos con Jude Bellingham. - me dijo guiñándome el ojo -

- No me jodas. Qué pesadilla.

- ¿Pesadilla por qué? ¿No sois amigos?

- ¿Amiga de ese? Ni de coña, es un imbécil. Me cae como el culo.

- Pues como le mirabas ayer no lo parecía...

- Olvídate de eso. Háblame de lo tuyo con Ferran. ¿Cómo empezó todo?

Estuvimos una hora contándonos la vida mutuamente hasta que Ferran tiró a Sira a la piscina, y a Laporte le gustó la idea y me cogió en brazos y me tiró al agua.

- Aymeric Jean Louis Gerard Alphonse Laporte, ¡te voy a matar! - le grité -

- Mejor me voy. - dijo Aymeric riendo -

- Quieto aquí. - le advertí -

Me subí a su espalda y le empecé a pegar ostiones en la cabeza mientras los demás se reían de la situación. Laporte se cansó de que le golpease y me cogió de tal manera que mis piernas estaban alrededor de su cadera y perecíamos una auténtica pareja. Los otros bromeaban con eso y yo no podía parar de reírme. Una hora después decidimos ir a almorzar, ya que de tanto jugar en el agua todos estábamos hambrientos. Me senté con Aymeric, Sira, Ferran, Ansu, Pedri y Gavi. Entre los últimos tres nombrados con el que me llevo mejor es Gavi, porque tenemos la misma edad y tenemos muchos gustos en común. Le acabo de conocer, pero a mi me parece que le conozco de toda la vida y eso es porque ya nos hemos cogido la confianza para ponernos motes; yo le llamo pablito o gaviota y él me llama lulu o lunita. Dejando mis pensamientos volví a prestar atención a la conversación que tenían

- Bua, mañana jugamos el primer partido. - dijo Pedri -

- Ni me lo recuerdes, estoy supernervioso - dijo Pablito -

- Corrección: estamos supernerviosos - le corrigió Ferran -

- ¿Queréis calmaros? Vamos a ganar. Confiad en nosotros. - les dijo Ansu -

Sira y yo nos mirábamos en plan: ¿les decimos algo?, pero al final no hizo falta

- Sira, amor mio, ¿vendrás mañana al partido? - le preguntó Ferran a Sira -

- Claro que sí mi vida, no me perdería tu primer debut en el mundial - le contestó ella -

- ¿Entonces tú también vienes Luna? - me preguntó Aymeric -

- No creo, si lo hubiese sabido antes me hubiese comprado la entrada, ahora ya es demasiado tarde para eso. - le contesté -

- Por eso no te preocupes, tienes asiento en el palco junto a Sira. - me dijo despreocupado Aymeric -

- Bueno, entonces sí que vengo. - dije contenta -

- Problema resuelto. Ahora es el momento de ir al jardín del hotel a sacarnos fotos. - dijo Sira -

- Por mi bien - dije -

A los demás también les pareció buena idea y nos tiramos como dos horas haciéndonos fotos aprovechando la luz del sol. Luego le dedicamos un tiempo a elegir que fotos eran las mejores y publicarlas al insta. La que más me gustó fue una que salíamos Pablo y yo abrazados con el atardecer de fondo.

@lunafoden

@lunafoden

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Charlamos unos minutos mientras veíamos el atardecer y cuando oscureció me despedí de los chicos y de Sira con un abrazo. Pablo se ofreció a llevarme al hotel y hasta me acompañó hasta mi habitación para asegurarse de que no me pasase nada. No puedo negar que es muy mono y muy, pero que muy guapo. Abrí la puerta de la habitación y le di un abrazo a Pablito como despedida. No tenía hambre después del festín del mediodía, así que me salté la cena e intenté dormirme temprano por un día. Pero mis intentos fracasaron, ya que a la media hora de que cerré los ojos intentando dormirme llegaron unas notificaciones de insta de que @ansufati, @ferrantorres, @siramartinezc, @pablogavi y @pedri habían comenzado a seguirme y sin pensármelo mucho les di follow back. Pensé que ya podría descansar en paz cuando otra notificación de instagram sonó y no tuve más remedio que ver que era la notificación esta vez; @judebellingham ha comenzado a seguirte y le di al follow back. Las horas habían pasado y ya eran las doce y yo no podía dormirme, así que me puse el bikini y fui a darme un baño a la piscina. Nadé por unos minutos hasta que me sentí observada y vi a Jude sentado en el borde de la piscina alejado de mí con su bañador puesto y una camiseta cualquiera en la parte superior del cuerpo. Se dio cuenta de que le había pillado observándome y se quitó la camiseta y se metió al agua

- Te vi salir de tu habitación con el bikini puesto y te seguí. ¿Algún problema con eso enana de mierda? - me dijo -

- Para de decirme enana de mierda. - le dije enfadada -

- ¿Y si no quiero parar de decirte enana de mierda?

- ¡Aghh! ¡No te soporto! ¡Cállate ya! - le grité -

- Cállame - me respondió -

Decidí jugar con él y me acerqué a él y me puse a escasos centímetros de su cara como si fuese a besarle y cuando nuestros labios estaban a punto de tocarse me aparté y salí del agua. Cogí su camiseta, me la puse y me fui mientras él terminaba de procesar lo que acababa de suceder.

Recuerdos - Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora