Narrador omniscienteLa chica de ojos ____ se encontraba dormida,asta que escucho unos pasos rondar por los pasillos de su hogar.
Con todo el sueño del mundo se dispuso a prender una vela y salir a descubrir quién era el dueño de esos pasos.
Cuando se acercó a la oficina de su esposo logro visualizar la figura de este mismo.
— Albert,vuelve a dormir — reprochó mientras lo observaba ordenar unos papeles
— Tengo una reunión mañana por la mañana — respondió con algo de seriedad.
La chica se acercó hacia el dejando el porta velas en el escritorio. Aún te sorprendía que el pudiera pasar noches y días sin sentir cansancio o ambre.
— Afuera aún está oscuro — la chica miro hacia el gran ventanal el cual revelaba el gran cielo oscuro.
— Lo se...solo necesito escribir algo más — el rubio simplemente siguió en lo suyo.
— Escribes como si fueras a morir... —
Ella enrollo sus brazos al rededor del cuello del su amado — vuelve a dormir...eso será suficiente.— Volveré más tarde — dijo en seco mientras se sacaba los lentes.
— Bien... — ella sacó sus brazos del cuello del rubio y volvió a tomar el porta velas — pues yo volveré a dormir.
La mujer se dirigió hacia la salida mientras acomodaba si abrigo.
— Hey — antes de que ella abriera se escuchó la voz de su marido.
Ella se volteo y quedó cara a cara con con el rubio. Sus ojos rojos siempre la habían parecido tan hermosos,aunque le solían agradar más cuando podía visualizar sus hermosos ojos azules.
El rubio volvió a tomar sus lentes para ponerselos y desviar su mirada.
— Eres la mejor de las mujeres y la mejor de las esposas — con eso siguió con lo suyo.
Ella sonrió y abrió la puerta para volver a descansar.