DOS CAMINOS Y UN DESTINO

Prólogo

El verano estaba siendo justo como lo había imaginado, en primer lugar había ido a Granada junto a mis amigos después de la orla, un viaje increíble. Lo que más me gustó fueron los monumentos como la Alhambra de Granada, fue algo asombroso sobre todo para mí que soy una friki de la historia y me encanta saber acerca de lo sucedido en nuestro mundo hasta llegar a día de hoy. Luego, la semana pasada vi a mi banda favorita en directo, sus canciones son para sentirlas y gritarlas. La que más me hizo ilusión cantar fue "Segundos Platos" que por alguna razón que desconozco vivo esa canción como si estuviera viviendo esa historia. Además lo mejor es que lo disfruté junto a mis amigos, Carlos y Eliza. Me sorprendió que fuera el primero porque no es muy fan de su música pero al final se animó.

Ese concierto terminó cerca de las 11 de la noche aproximadamente y a esa hora los tres teníamos algo de hambre por lo que decidimos ir a cenar pizza a la pizzería de nuestro barrio. Pero había un problema, cerraba las doce en punto y nosotros estábamos a unos 20 minutos de distancia, podrás pensar que teníamos el tiempo justo para llegar con calma, pero si sales conmigo sabrás que necesito llegar rápido a todo los lado. Por lo tanto, echamos a correr los dos kilómetros que nos separaban. Cualquiera podría haber dicho que nos perseguían debido a los gritos de desesperación que soltábamos. Pero sin duda lo mejor fue llegar al lugar y darnos cuenta de que Eliza había grabado todo el recorrido, nos sorprendió debido a que no solía sacar muchas fotos o videos pero de igual manera lo agradecimos, pudimos reírnos varios minutos de nosotros mismos.

Mientras comíamos las pizzas nos pusimos a hablar de nuestras vidas, como nos habíamos conocido, los momentos vividos en los últimos años, en nuestros recorrido y en lo que vendría. Eliza, Carlos y yo acabamos de terminar 2º de bachillerato, el último curso del instituto antes de comenzar la universidad. Durante esa etapa vivimos momentos inolvidables y conocimos a gente que nos acompañaría por siempre, de hecho ahí fue en donde conocí a Eliza. Es decir, nos conocíamos de vista por varios amigos en común, pero cuando nos tocó juntas en primero de bachiller nos conocimos más al punto de vernos casi todos los día. Pero todo lo bueno acaba y lamentablemente esa podría ser nuestra última noche juntos sin tener que mirar los horarios de vuelo, esperar a volver al barrio o posiblemente esperar a tener vacaciones en algún trabajo. Sea cual sea la razón que nos impediría reunirnos, aprovechamos con ganas esa noche.

Pensar en el día siguiente daba miedo, Carlos se montaría en un avión para ir a Galicia. Iba a estudiar administración y dirección de empresa en esa comunidad, asimismo la noticia nos sorprendió a todos pues nadie sabía de sus intenciones a estudiar esa carrera o vivir en el norte de la península. Él nos comentó hacía dos semanas que realmente era algo muy deseado por su corazón, pero prefirió guardarlo hasta estar seguro de su decisión. Aunque la universidad no comenzaba hasta septiembre quería visitar primero su nuevo hogar para tener mejor adaptación e ir conociendo a nuevas personas algo que ama y aun más salir de fiesta, acto que hizo desde el minuto uno en su llegada.

¿Conocéis esa sensación de vacío luego de una charla profunda? Yo la sentía en ese momento, desde mañana todo cambiaría para siempre y aunque estaba lista para afrontar los cambios tenía miedo, no sabría cuándo lo volvería a ver. No recuerdo exactamente cómo comenzó nuestra amistad, pero se dio a partir de septiembre del 2008 al empezar infantil. Con el paso del tiempo nuestra amistad fue creciendo al llegar el punto de que los profesores nos preguntaran por el otro si no estábamos juntos. Al comenzar el instituto seguíamos siendo amigos, pero hubo un año en el que nos peleamos y dejamos de hablar, siendo sincera le eché mucho de menos. Pero la discusión no duró mucho, en 4º E.S.O coincidimos en una optativa y lentamente la amistad volvió a lo que fue tiempo atrás, e incluso comenzó a salir con mi grupo de amigos de por aquel entonces. Al llegar al bachillerato conoció a muchas más personas y comenzó a salir mucho más y yo por el contrario comencé a quedarme en casa estudiando. A Lo Mejor pensáis que eso nos perjudicó pero realmente ahí nos dimos cuenta de la razón de nuestra amistad, mientras yo soy de estar en situaciones más tranquilas el por el contrario es más de sentir la adrenalina. Somos por así un dúo que se complementa a la perfección. Posiblemente de todas las amistades que he tenido es quien va a tener mi lealtad y amistad pase lo que pase, porque si algo he aprendido es que no hay que salir mucho para ser una verdadera amistad tan solo hay que sentirlo.

Por otro lado Eliza se va dentro de dos días a Holanda a pasar el verano, ella al igual que Carlos sola, pero en su lugar viaja por vacaciones, pero después del verano va a la universidad en Salamanca .Ella a sido un verdadero descubrimiento, la admiro muchísimos y puedo decir con seguridad que dentro de unos años habrá terminado de recorrer el planeta, es una de las mejores amistades que he tenido. Junto a ella viví momentos inolvidables que jamás voy a olvidar.

De nuestro trío yo era la única que se quedaba en Gran Canaria para estudiar. Al igual que ellos quiero viajar y conocer nuevos países y culturas pero el sentimiento no es lo suficientemente fuerte como para estudiar en otro lado. Otra razón es debido al precio de las universidades, me salía más económico vivir a 25 minutos de mi facultad en lugar de pagar residencia en otro lugar. Aparte estoy enamorada del archipiélago. Dudo ser capaz de estar tanto tiempo alejada de mi hogar, de la isla que me vio nacer, para mi saber el origen volcánico me hace sentir muy especial y afortunada. De hecho en mi erasmus a Rumanía, fuimos al norte del país en donde no hay acceso al mar cosa que me perjudicó. Muchos dicen que para un isleño no ver el mar produce estrés o desorientación, eso me pasó a mi. Al regresar y ver la costa Atlántica sentí una inmensa paz, es algo complejo de explicar.

-¿Recuerdan el bote con cartas al futuro? - pregunté de la nada.

-¡Es verdad! ¿Noa , lo tienes tú?- preguntó Eliza.

-Si, de hecho lo tengo desde ayer en mi bolso - Dije sacando el bote de colacao en el que en verano habíamos escrito una serie de predicciones.

- ¡Madre mía! A saber que hay escrito - Dijo Carlos con una sonrisa.

Recuerdo perfectamente que aquel día, nos parecía tan lejano el momento de leerlas aun cuando sabíamos que el tiempo era como un pestañeo, dura un segundo y no te das cuenta que sucedió. Estuvimos cerca de 30 minutos riendo y hablando de lo que habíamos escrito hasta que Eliza anunció que se tenía que ir, lo cual era normal teniendo en cuenta la hora.

-¡Les voy a echar tanto de menos! Se me va a hacer raro no salir de fiesta contigo - dijo dirigiéndose a Carlos . - Y también nuestras caminatas en las que hablábamos de la vida mientras tú hablabas justo de este preciso momento. - Dijo ahora hacia mi. - No lo digo mucho pero les quiero - A continuación nos dio un fuerte abrazo y se fue caminando a su casa (sí a ella siempre le ha gustado caminar sola de noche, esto es algo que le proporciona paz y seguridad).

Posteriormente, Carlos llamó a su padre para que lo recogiera, fue en esos instantes en los que miramos hacia atrás y en todo lo que estaría por venir. Quien sabe quizás la siguiente vez que nos viéramos tendríamos pareja o quizás estábamos pensando en tatuarnos. Quien sabe que pasará...

- Voy a echar de menos a la persona más fiestera del mundo - Le dije mirándole.

- Realmente si. Noa , posiblemente sea la última vez que nos veamos hasta dentro de mucho tiempo y por ello quiero que sepas lo gran amiga que has sido. Hemos pasado todo tipo de vivencias juntos que se me va a hacer raro no salir contigo a menudo. También somos la amistad más opuesta de la historia, mientras yo soy demasiado sociable, extrovertido y fiestero, tú por el contrario eres muy tímida, cerrada y creo que de las pocas que decide leer en su casa a salir a una fiesta. Somos un dúo dinámico y aunque no lo demuestre te quiero mucho. Gracias por estar ahí. - Dijo esto y me dio un fuerte abrazo.

Voy a anunciar un pequeño adelanto que es necesario saber; esa fue la última vez que lo vi hasta el día de mi boda.