Creo que necesito solo esperar la hora del receso, esto es realmente incómodo. Me encuentro en mi primer día de clases en secundaria, la supuestamente mejor etapa de vida de toda persona, primer día y la verdad no me siento bien.
Escuché a alguien, un chico, más pequeño de altura que yo, susurrarle al de a lado suyo, al que aparecer se conocen desde antes, que gustaba de mí, debo de sentirme cómoda? querida? linda? ... la verdad, todo lo contrario, y todo lo empeoró su amigo, al empezar a decirle a todos que él gustaba de mí, hasta a mi me lo dijo, y yo sin saber que hacer solo me hago la tonta en mi cuaderno, haciendo unos garabatos, aparentando dibujar. Solo quiero salir, no pensé que así sería este día.
Comienza la clase y una de las peores materias que se me daban, historia... solo ponía atención, mientras bajaba la mirada y la centraba en mi cuaderno, pues hacían preguntas y yo no sabía ni una sola respuesta, me sentía tonta. Al llegar la hora del receso, entre en un poco de paz pero no tanta, casi nada, no conocía a nadie, solo me dí unas cuantas vueltas por la escuela sola, pero el receso no acababa, al final opté por ver a unas compañeras que ví en mi clase y pensé en hablarles. Ellas estaban en el baño, no sé, viéndose en el espejo? ni me importó si fueran presumidas o no, no quería estar sola, dudé mucho en poderles hablar, no sabía que decirles, y si me miraban raro?
- Basta - me dije a mi misma, para hacerme convercer de hablarles, cuando lo hice, me salió una voz muy aguda, pero una de ellas muy amable me dice que me puedo juntar con ellas, me dió mucha paz escuchar eso, simplemente pude sonreir y decir gracias.
Termina el receso, las conocí poco, pero fueron muy agradables, al sentarme en mi asiento me sentí un poco más cómoda, el mismo niño el cuál según gustaba de mí, me miro toda la clase, haciendo que me vuelva a sentir muy incómoda, pero intente hacer que sea lo menos incómodo posible, la verdad me funcionó mucho, por bastantes ratos olvidaba que me estaba viendo y pude seguir con mis clases más cómoda, estabamos sentados ambos hasta al frente así que no es como que todo el tiempo se me quedaba viendo, sería muy notorio y creo que le daba un poco de pena.
Al terminar el día, iba a la parada del camión junto a mi hermana mayor, yo le conté de todo, pero ese día ella no me mostró mucho interés, así que mejor me callé y seguimos el camino en silencio.
Al llegar a casa, solo me dirigí a dormir, ni supe de la cena o otra cosa, solo quería ir y acostarme.
Al despertar al día siguiente, se vuelve a repetir la rutina, ir a la escuela, al llegar a mi aula, veo el asiento en el cuál me senté el día anterior, había una mochila ya ahí, el lugar estaba ocupado, por quién? mi mente no proceso nada más que insultos para la persona que se había sentado ahí, tomé un lugar un poco lejos del anterior, la verdad, bastante lejos. Iniciaron las clases, llegaron todos mis compañeros y pude notar que en mi aula habían dos conocidos, no eran taaan conocidos, más bien reconocidos, los reconocía de mis clases de natación, ellos practicaron un tiempo conmigo, me alegre un poco, casi no les hablaba, el más chico me caía para nada bien, siempre criticaba a otros cuando él tampoco hacía bien las prácticas, pero el más alto era más tímido y amable.
A la hora del receso intente acercarme a ellos, pero sentí q se alejaron de mí, entendí el mensaje así que mejor me alejé y me dirigí a las chicas con las que me junté ayer, eran muy extrovertidas, ya habían hecho amistad con casi todas del grupo, me añadieron bien, hablamos sobre nosotras y de momentos curiosos.
Cuando tocan el timbre, todos entramos al aula, llegando inicia la clase y yo me centró en mi cuaderno, aún hacían preguntas las cuáles no entendía mucho, odio los primeros días, solo hacen preguntas de años anteriores pero casi no usan el pizarrón, se me dan más las matemáticas por lo mismo, casi todo lo necesitan plasmar en un cuaderno y así pensar mejor. Veo ligeramente, sin enfocar, al asiento el cual me senté ayer, veo al niño chico que gustaba de mí, me estaba viendo... sentí que él estómago se revolvía, no me gusto la sensación, me sentía más que incómoda, no piensa apartar nunca la mirada? basta, esto no es lindo, es horrible. Dejo de darle importancia, pues el niño que estaba sentado frente a mí me empezó hablar.
- Oye, te gusta dibujar? - dice mientras mira mi cuaderno, - Se ve como un dibujo? Solo hice garabatos - digo, respondiendo su pregunta, veo que se ríe ante mi comentario y se voltea ya que empieza a hablar nuestro profesor.
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¿Te incómodo? Te necesito
Teen Fiction¿De verdad quiero ser querida? ¿Por qué siempre huyó? Dame confianza por favor. Nahomi nos narra sobre su etapa de secundaria, donde los jóvenes en su mayoría buscan un acompañante y florecen sus conflictos entre amistades. - No prometo subir a diar...