Única Parte

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El suave aroma a esencia de coco llenaba el cuarto de baño. Taehyung salió de la tina, tomó una de las toallas que estaban en el estante y envolvió su cuerpo con esta para después tomar otra más pequeña y secar su cabello. Cuando vio su reflejo en el espejo una amplia sonrisa apareció en su rostro; estaba feliz, más feliz que nunca. Acababan de presentar su último concierto en Los Angeles y a pesar de la tristeza que sintió minutos después del concierto, el agradecimiento y la emoción de ver a ARMY lo hizo sentir afortunado y aquella tristeza inicial se transformó en alegría. Esos dos años sin tener ni un solo contacto físico con sus fans lo había deprimido a niveles impresionantes, quizás estaba demasiado acostumbrado a su agenda apretada como miembro de la banda más exitosa de la década.

Una vez que terminó de secar su cabello salió del cuarto de baño tarareando Free Love mientras se movía suavemente; no obstante, apenas sus ojos se enfocaron en la amplia cama, pegó un gritito, increíblemente agudo en comparación a su timbre de voz, al ver a Hoseok acostado mientras buscaba algo que ver en su laptop. Cuando sus ojos se encontraron, el vocalista se sonrojó. El cabello de Hoseok también estaba mojado y su piel, bajo la suave luz de la lámpara, lucía muy suave y apetecible. Taehyung juraba que su mayor brillaba, nunca podía apartar sus ojos de él.

—Pensé que no saldrías hasta mañana —bromeó el mayor—. ¿Cómo te sientes?

Taehyung sabía muy bien el porqué de aquella pregunta, pues había llorado a mares una vez que el concierto finalizó.

Caminó despreocupado hacia el clóset de la habitación de hotel y sacó su pijama de ositos—. Feliz, supongo... —murmuró mientras dejaba caer la toalla que cubría su desnudez y comenzaba a vestirse bajo la atenta mirada de Jung.

—Eso no fue lo que vi. —Hoseok se levantó de la cama y tomó la toalla para secar la espalda de Taehyung antes de que este se pusiera su camisa—. Nunca secas tu espalda, te puedes enfermar.

—¿Me estás regañando? —comentó divertido.

—Te estoy advirtiendo.

Hoseok volteó a Taehyung, haciendo que quedaran de frente para ayudarlo a ponerse su camisa. El menor rodó los ojos, divertido.

—Me tratas como si fuera un bebé —dijo mientras hacía un puchero y cruzaba sus brazos, en una clara rabieta.

—Eso es porque eres mi bebé.

Hoseok llevó su mano al rostro del menor, sujetó su mentón y plantó un suave beso en aquellos labios que se moría por probar desde la mañana. Taehyung no perdió la oportunidad de profundizar aquel leve besito, sus manos acariciaron los cabellos de Hoseok, tanto como le gustaba. Se besaron por varios minutos hasta que el aire no fue suficiente y tuvieron que separarse. Taehyung escondió su rostro en el cuello del rapero y depositó un beso sobre la lisa piel, aprovechando para aspirar aquel característico aroma a vainilla que desprendía.

—Extrañé tanto tu aroma —susurró sobre su piel, estremeciendo al mayor.

—Hablas como si no me hubieras visto en un buen tiempo. —Rió—. ¿Tanto me extrañas en un par de horas?

—No has dormido conmigo desde que estamos aquí, Hobi. Por eso extraño tanto tu aroma, me calma cuando duermo. —Sus ojos brillaron con anhelo.

—¿Y para qué crees que estoy aquí? —Sonrió, besando su cabellera—. Hoy tendremos un maratón de películas y después dormiremos abrazados, como tanto te gusta, ¿sí? —Taehyung asintió, locamente enamorado—, además, te traje esas galletas que tanto amas.

Hoseok señaló la mesita de noche, Taehyung ni siquiera se había percatado de los paquetes de galletas Famous Amos. Ambos sonrieron y se acostaron en la cama, muy arropados por el frío peculiar de aquella noche. Jung volvió a tomar su laptop, puesto que no confiaba en abrir su cuenta de Netflix en la televisión de un hotel y después de una exhaustiva búsqueda de algo interesante para ver, optó por Shrek por millón vez. Taehyung se rió de inmediato.

Hawaii ;; HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora