_Un leve acercamiento a la nuca de su amigo hizo que pueda sentir su encantador aroma, el cual hizo que su corazón se detenga por unos segundos... ¿Qué había pasado dentro de Ni-ki? ¿Por qué su amigo olía tan bien ese día?
-Primera historia.
-Intent...
Estaban en horario de clases, Ni-ki estaba frustrado al no entender un tema de matemáticas. La realidad es que siempre se le hacía difícil pero este en especial superaba a todos los demás. Se estaba poniendo nervioso por el estrés y su mejor solución fue apoyarse sobre su banco para así acercarse a la nuca de Sunoo.
-¡¿Ni-ki?!- Sunoo se exaltó y habia elevado un poco la voz pero lo suficiente para llamar la atención de los demás del salón y así hacer que toda la atención vaya a él.
-Kim, no es necesario gritar. Estamos en horario de clase.- Dijo el profesor enojado.
-Lo lamento.- Dijo para luego de unos segundos que todos ya habían vuelto a sus cosas darse la vuelta y mirar con enojo a Ni-ki.
-¿Por qué hiciste eso? No lo hagas más, no me gusta.- Mintió, no le desagradaba pero lo ponía nervioso.
-Solo fue un accidente, discúlpa.- lo miró con una sonrisa penosa. -Hueles bien por cierto.
Sunoo solo se dio vuelta al escuchar aquel comentario y se quedó mirando con una sonrisa torpe su banco.
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Ya tenían que salir de la escuela, cuando estaban caminando a la salida los otros dos vieron que Jungwon era jalado hacia atrás. Era Jay, su novio, que ahora tomaba a Jungwon por la cintura para darle un beso. Sunoo y Ni-ki se vieron a los ojos, habían comprendido que esta vez serían sólo ellos dos y debían seguir su camino sin Jungwon.
-¿Iremos a tu casa igualmente?- Dijo Ni-ki algo tímido y con un tono de voz casi que susurrando pero lo suficientemente alto para que el contrario le pueda escuchar.
-Oh, sí. ¿Por qué?- dijo Sunoo confundió.
Habian planeado ir juntos a la casa de Sunoo y estudiar para el examen de matemáticas. Pero ya no serían tres, solo quedaría aquel dúo que tenían algo de tensión e inquietud al estar juntos y más si se trataba de estar solo ellos dos en una habitación.
Ni-ki creía que Sunoo no se sentiría cómodo por las pequeñas situaciones que habían pasado en ese poco tiempo. Pero era solo su cabeza llenándose sola de pensamientos negativos.
-No solo preguntaba por si tenias algo mejor para hacer- Mintió Ni-ki. -Además no creo que Jungwon aparezca más tarde.
-Oh, no está bien. Podemos ser nosotros dos, ya lo hemos hecho antes.-
"Está bien, aprovecharé este momento..." Pensó Ni-ki. Él quería comenzar a conquistar a Sunoo, su plan era ser más atento con el contrario y seguir el consejo de su otro amigo, Jungwon, comenzar a coquetear o al menos de una manera indirecta. No estaba listo para ser tan directo, en el fondo seguía con miedos e inseguridades.
-Hay que estudiar todo lo posible hoy, mañana es la fiesta y no quiero pensar en que ello.- Sunoo dijo mientras caminaba junto a su amigo.
-Casi olvidó que teníamos que ir. De hecho, aún pienso si ir, no tengo nada que ponerme-
-¡¡No, Ni-ki!! me dijiste que irías, debes ir. Ya tenía pensado que irías, además de seguro Jungwon estará a los besos con Jay y yo quedaré solo-
-Dije que aún no sabía si iba a ir. Además puedes estar con Sunghoon...-
-Yo quiero pasar la noche solo contigo- Sunoo había dicho eso sin pensar, quería enterrarse vivo.
Ni-ki tardo en procesar lo que había dicho el contrario y se habían quedado caminando en silencio por un corto tiempo. Pero ahí estaba Sunoo para intentar arreglar lo que ya había dicho.
-Es decir, hace rato no salimos y sería más divertido si estás. Además lo más probable es que Sunghoon este con otros amigos. Pero está bien, luego me dices.-
-De acuerdo, iré- eso tomo por sorpresa a Sunoo, había decidido más rápido de lo que pensaba. -Pero deberás estar conmigo, soy capaz de dejarte ahi solito-
-Que raro te pones, eh. Pero está bien, acepto-
Finalmente llegaron a la casa de Sunoo y lo primero que hicieron fue recalentar la comida que había. Al terminar de comer decidieron que antes de comenzar a estudiar para su próximo examen irían a acostarse un rato.
El cuarto de Sunoo no era tan grande, contaba con una cama de plaza y media, su escritorio con pequeñas decoraciónes formando un leve desorden, frente se encontraba un espejo grande y su armario blanco a un costado donde estaba la ventana.
-Sunoo, pon las cosas en su lugar- Ni-ki dijo, ahora estaba tomando la ropa apilada en el escritorio y colocándola en su respectivo lugar del armario.
-Mira quien habla. Tu habitación es un desorden, no puedes decir nada por una simple ropa- Sunoo dejo caer todo su cuerpo en la cama, para que luego sus ojos se dirigieran a Ni-ki.
-Es que lo dejo haci un tiempo hasta que tengo una crisis existencial y debo acomodar todo de nuevo- Ni-ki respondió.
Una vez que terminó de colocar la ropa en su lugar, se dirigió a la cama con Sunoo. Se quedaron allí mirando al techo un par de minutos hasta que Ni-ki de manera inconsciente movió su rostro a donde estaba Sunoo, quedando así más cerca del contrario.
-Sunoo, tienes unos labios muy bonitos-. Sunoo estaba con los ojos cerrados, pero al escuchar tal comentario sus ojos se abrieron por completo en un instante.
