One shots gtaRp

Mi estrella ✨

— Lo hice porque extrañaba mucho a Gustabo y Horacio y me hubiese gustado que tuviesen una despedida más bonita:(✨

Horacio no podía conciliar el sueño, el ruido de los grillos lo ponian nervioso y se removía cada vez más. Soltó un suspiro agotador, generalmente cuando no podía dormir era porque había algo que le sucedía, pero esta vez no podía localizar donde dolía. Y eso le molestaba.

Observó el pacífico rostro de su compañero de vida, como roncaba levemente, como su pecho se inchaba al inhalar oxígeno, podría pasarse horas simplemente viéndolo. Pero esa sensación volvia a invadirle haciéndole soltar un suspiro, no quería despertar a volkov ya que este había llegado hace un par de horas después de un largo turno de trabajo.

Se levantó de la cómoda cama resignado a no poder dormir. Tal vez dar una vuelta podría ayudarle a despejar la mente, se cambió con lo primero que había en su armario y se dispuso a salir de casa.

Miró su móvil, sus ojos ardieron levemente por el brillo de la pantalla "3:40 a.m" —Sólo será un momento—murmuró para sí mismo.

Apenas salió la luz de la luna penetró su mente, se quedó admirándola un buen rato, le preguntó a la luna en silencio ¿Qué estaba pasando? No estaba triste, no tenía miedo. ¿Entonces? Hizo una mueca. Tal vez tendría que aullar como un lobo para recibir una respuesta.

Se sentía ansioso, sin una pizca de sueño, siguió mirando esta vez al cielo, mirando cada una de las estrellas que lo adornaban, hasta que su vista se posó en una, una que era más grande que todas y brillaba, su vista quedó embelesada y rápidamente comenzó a caminar, a seguir la estrella que parecía guiarla, no podía perderla de vista, la brisa fría chocaba con sus pómulos, y ruidos por el profundo de las calles hacían sonar, pero no le importaba, su atención estaba en esa estrella.

Caminaba y caminaba sin saber donde se estaba dirigiendo, y después de tal vez media hora sus pies chocaron con una entrada de cemento que casi lo hizo tropezar.

—¿Qué cojones? —Dijo cuando levantó su vista para encontrar con un cartel que decía "cementerio" ¿Por qué estaba en un cementerio?

Volvió a posar su mirada en la estrella, para buscar una respuesta, pero, la estrella no se encontraba ahí, se dió media vuelta intentando localizarla. Estaba enfadado con la estrella (si eso era posible) ¿Por qué lo había hecho ir al cementerio y después desaparecer?

Con el ceño fruncido dio un paso hacia al cementerio,sintiendo nuevamente una brisa fuerte chocar contra él. Y comenzó a caminar, sus pies se movían como si supiese a donde ir, y sus ojos miraban como si supiese a quien buscar, su corazón latía como si supiese de que se trataba. Pero su mente no sabía que cojones estaban haciendo.
Pero, a fin de cuentas ¿Quién le hace caso a la mente?

Pero sus pasos se detuvieron, justo en frente de una tumba. Horacio miró con dificultad, ajustando su vista a la oscuridad. Intentando comprender.

Y ahí, justo ahí, lo entendió. Cuando sintió su alma conectada a otra. Ahí estaba él. Su otra mitad, el pedazo de alma que le habían arrebatado. Ahí estaba gustabo.

Sonrió levemente, no una sonrisa de felicidad pero tampoco de tristeza, tal vez era nostalgia o paz. No lo sabía con certeza.

Se acercó a la tumba lentamente, se agachó y llevó sus manos hasta la lápida, cerrando los ojos re marcando las letras que ponían su nombre. Soltó una pequeña risa.

—No sé cómo no me di cuenta que eras tú, eres el único que puede levantarme de la cama a las 3 de la mañana perro. — Dijo en forma de susurro  a pesar de que no hubiese nadie alrededor, era un mensaje sólo para gustabo.

Otra brisa fuerte rozó contra su rostro. Abrió los ojos lentamente.
—Te extraño mucho gus, todo ha sido tan difícil desde que no estás. — Volvió a susurrar, sus ojos se cristalizaron y finas lágrimas eran derramadas sobre su rostro.

Sintió esta vez un peso encima suya abrió sus ojos escandalízalo, pero no había nada al rededor suyo, o sí, sólo que no lo podía ver. Más lágrimas escaparon de su rostro.

— Estás aquí— Susurró entre lágrimas y una brisa le respondió.

—Estás conmigo. — Sonrió al sentir la presencia que lo rodeaba.
"Siempre lo estoy"

—Gracias por esto. Gracias por todo. —Dijo secando sus últimas lágrimas.
Ya no sentía ese peso abrazando su cuerpo. Pero la sentía abrazando su alma, sentía como la herida de su corazón poco a poco cuando iba curándose.

Se levantó del suelo volviendo a mirar al cielo, ya no estaba tan oscuro como en un principio, de hecho veía como el sol comenzaba a salir pero seguía encontrandolo a él, a esa estrella, que brillaba con fuerzas.

— Siempre juntos. —Sentenció. Mirando directamente a esa estrella.

Porque ni la muerte podía con gustabo y Horacio. Porque en esta y en mil vidas siempre iban a estar juntos.

Y regresó a casa, con la persona que ahora es su hogar pero había regresado con algo que le faltaba, con la respuesta que necesitaba. Siempre se preguntó porque gustabo lo había abandonado, ¿Por qué lo había hecho? Había gritado una y mil veces en busca de una respuesta. Pero estaba tan cegado por la tristeza y la ira que nunca se había permitido sentirlo, había estado escuchando a su mente traicionera, que le decía todo lo mal que había hecho, también había escuchado a su corazón roto, que sólo buscaba una venda.

Había sido tan ciego que había ignorado al cielo. " Hasta que el sol deje de brillar " se habían prometido un día, pero el sol seguía brillando y sólo Horacio lo estaba viendo. Y eso, lo enojó por mucho tiempo. No había cumplido su promesa. Pero ahora, entendía que sí, lo había hecho. Porque siempre estuvo ahí con él. Ayudándole a coser sus alas rotas.

Por fin había encontrado el diagnóstico de su problema. Y ahora podría mirar a su estrella cada vez que no encontrase solución.

—Fin.

— No sé escribir, es la primera vez que lo hago, así que lo estoy intentando 🥺