Capítulo 3

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Viernes por la tarde.

Anne había despedido al chófer de Harry debido que fue su culpa el hecho del auto dañado, pues se gastaba el dinero que se le daba para que lo llevara a hacerle mantenimiento.

Por lo que, Harry ya tenía que acostumbrarse a volver caminando del colegio, pero había sido fácil.

En ese momento, aquel rizado ya estaba en su casa, justo en su habitación, sentado en una silla frente a su escritorio donde estaba empezando a acomodar sus apuntes para el nuevo comienzo a sus horarios normales luego de las evaluaciones parciales.

Harry siempre era el chico que hacía toda la tarea los viernes para tener el fin de semana libre y solo para descansar. Así que le había dicho a Louis que se verían al día siguiente, a las siete.

Durante la semana que el ojiazul había estado en su casa junto a su hermana, todo había sido un poco incómodo, pero a la vez fácil.

La hermana de Louis entendía muy bien las cosas una vez le eran explicadas, y a Harry simplemente le hacía un poco de gracia notar como el castaño intentaba entender los mismos ejercicios para ayudarle a aquella niña.

Pero todo había sido mucho más incómodo desde el miércoles.

Harry había soñado que mientras hacían la tarea de Lottie, Louis le hablaba para decirle que quería hablar con él en privado, y una vez estuvieron sin aquella niña, este chico ojiazul lo besaba.

Eso era demasiado incómodo por el hecho de que le había gustado eso, y mucho más, porque una parte de su cerebro esperaba que eso realmente pasara. No podía evitarlo.

La puerta de su habitación se abrió sin previo aviso y se asustó un poco. Miró a aquella dirección y pudo notar a su madre con una sonrisa.

—Aquí estás. ¿Qué pasa? —preguntó entrando en la habitación.

—Hola mamá. —saludó poniéndose de pie y abrazando a aquella mujer.

Anne se separó del abrazo luego de unos segundos. —¿Estás bien? —Harry asintió. —¿Seguro?

—Sí, ¿por qué?

—No estabas en la sala. Siempre que llego estás ahí esperándome para cenar.

El rizado suspiró dudando un poco. —¿Mañana saldrás temprano de tu trabajo?

—¿De la joyería? Uhm, espero que sí. A las seis estaré en casa y probablemente pase al mercado para comprar unas verduras que me hicieron falta, entonces estaré llegando un poco tarde. ¿Por qué?

—¿Puede venir mañana alguien a la casa? Vendrá como a las siete.

—¿Liam y Niall? ¿No te toca mañana ir a casa de Liam? Siempre se turnan para juntarse en una casa diferente.

—Todavía no les aviso que mañana no iré. En realidad... ¿vas a castigarme si te digo la verdad? —preguntó sintiendo el regaño de su madre.

Anne tomó a Harry de los hombros y lo guió a su cama para que ambos tomaran asiento ahí. —¿Pasa algo por lo que no quieres ir con tus amigos?

Harry negó. —Louis, el chico que te atiende en el mercado, ha estado viniendo aquí después de las clases en el colegio.

—Lo sé, se ha ofrecido a acompañarte para que no te quedes solo en el colegio. ¿Qué tiene de malo?

—Es que él ha entrado a la casa.

Anne respiró hondo tomando una mano de su hijo. —¿Te hizo algo?

—¿Qué? —preguntó negando y poniéndose de pie. —No, claro que no. Solo que... pensé que te enojarias si te dijera que alguien desconocido entra aquí.

Robo de Amor || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora