LVDMA y LLDMO

Capítulo 40

La ropa estaba tirada por todo el piso y cuando llegaron al cuarto de baño, los dos eran completamente honestos.

Thomas le soltó los labios, pero sus manos acariciaron con hambre la delicada piel de An Ning: "Es hora del baño".

An Ning lo miró y sus ojos se posaron en los labios ligeramente hinchados, que habían sido mordidos por él: "Lavarse al mismo tiempo que lo hacemos".

"... ..."

"¿No quieres?"

"¡Quiero volverme loco!"

An Ning accionó el interruptor, el agua tibia brotó del cabezal de la ducha y los salpicó a los dos, acercándose y apresando de nuevo los labios de Thomas.

Las manos de Thomas se movieron sobre su cuerpo, dondequiera que tocaban hacía un calor abrasador, la temperatura era anormalmente alta, lo que hacía que uno se preguntara si An Ning estaba en celo.

Thomas movió la nariz, el único olor que había en el modesto cuarto de baño era el del agua nebulizada. Enterró la cabeza en el cuello de An Ning e inhaló con fuerza, aún sin sentir la familiar fragancia de rosas.

"Utilicé un supresor de olores".

Thomas supuso que también era por esa razón; la cara de An Nin estaba aún más roja de lo que había estado un momento antes, incluso sus ojos no eran una excepción, como un conejito.

Separó los carnosos y elásticos pétalos (nalgas) de la rosa de An Ning y las amasó con cariño dos veces. Sus dedos se movieron entre las dos estructuras llenas de carne, el líquido del cuerpo pegajoso y resbaladizo era diferente del agua, y en cuanto Thomas lo tocó, inmediatamente supo lo que era.

El fluido corporal hizo que la entrada de los dedos fuera extraordinariamente suave y el cuerpo en sus brazos temblaba levemente.

Un gemido suave extremadamente débil escapó de la cavidad nasal de An Ning.

Thomas le lamió el pabellón auricular y preguntó: "¿En celo?"

An Ning no le respondió directamente, su mano normalmente fría estaba muy caliente en este momento, su mano se deslizó por el abdomen de Thomas y se abrió camino hasta agarrar la cosa dura.

Thomas se estremeció al instante.

Sintiendo otro engrosamiento de la cosa en su mano, An Ning levantó las comisuras de los ojos en señal de acusación y se quejó: "Desde la cancha de baloncesto hasta el baño, qué pesada es tu feromona, ¿no lo sabes?".

Thomas realmente no lo sabía, no podía olerla e incluso cuando la dejo salir, ni siquiera siente cuánto, ni cuando, es casi imperceptible.

La temporada de las fresas había pasado, Thomas lleva más de un mes en el campamento del ejército, no está en casa y An Ning no quería volver al apartamento. Todos los días vivía en el dormitorio del departamento de asuntos militares, nadie le preparaba diferentes manjares con sabor a fresa de distintas maneras, aunque sabía que en el apartamento había mermelada de fresa que Thomas había hecho especialmente para él, pero simplemente no tenía ganas de volver, ¿Dónde se quedaría solo, sin esperar a nadie?

Donde no hay Thomas, incluso las fresas son menos atractivas.

El estómago insatisfecho se puede tolerar, pero la parte más difícil es el período de celo.

No hace mucho, An Ning pasó por un período de celo. Thomas estaba delante de sus narices y como general, no le pudo resultar más fácil llamar al hombre. Pero no quería que fuera difícil para Thomas, con una frecuencia y un consumo de energía física tan altos, incluso poder dormir era un lujo, An Ning no podía permitirse el lujo de llamarle.