El sonido del violín genera el aura perfecta que contrasta con la oscuridad de la noche y también con todo el magnetismo oscuro que desprenden las manos que producen tan tétrica melodía. Si el silencio fuera un delito, el alrededor sería inocente, porque la penumbra dista de si quiera hacer que se muevan las ramas y hojas de los árboles, mientras que desde un punto de la oscuridad, unos ojos azules miran con curiosidad la chica de cabellos negros que con desinterés observa un punto fijo sin dejar de causar magia con el violín.¿Quién dice que el misterio ahuyenta? ¿Quién dice que no saber algo de alguien te hace creer lo que dicen los otros? Él solo quiere saber por si mismo, quiere averiguar por sí solo y comprobar con sus ojos y manos lo que es cierto y lo que no lo es.
¿Quiere entrar en el juego de ese par de ojos negros? Definitivamente. Porque no siente repulsión hacia el magnetismo que ella desprende, todo lo contrario, quiere acercarse, a ver hasta que punto se puede resistir a lo que ambos saben que está destinado.
"Se dice que, antiguamente, cuando dos almas opuestas estaban totalmente destinadas, el ébano y el marfil, eran los completos culpables de que se llevara a cabo el delito, que suponía que estuvieran juntos"
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Ébano y Marfil ©
RomanceY si a ella le llaman negro, y a él le llaman blanco, su amor vendría siendo: monocromático. Enamórate de sus defectos, porque ella, ella no tiene color. Enamórate de su seriedad, y de la oscuridad en sus ojos, porque cuando brillen, será por ti. "E...