Introducción

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"Mil maneras de amar, mil maneras de apreciar, mil maneras de permanecer juntos. Estoy tan jodido por enamorarme de tu manera de amarme ¿es correcto? ¿amarle así? No me importa, me permites estar a tu lado y es suficiente para mi, no importa más nada ¿verdad?"


- Lo jodido que debo estar para quedarme contigo aquí y dejar mi culo a la merced de quien sabe quien...-sutilmente me queje con mi padre, mientras estoy a la espera del nuevo empleado.

Tengo entendido que mi progenitor encontró a un chico rondando por las calles. Por sus propios labios me comentó que es el típico rebelde dispuesto a ganar lo que quiera. Yo le llame vagabundo pero mi padre me regaño para luego pedirme recibirlo con todos los honores ya que es joven al igual que yo. Supongo que cree que todos los de mi edad pensamos igual, claro que no. Aún así me encuentro aquí esperando y esperando.

- Ten más paciencia -escuche la voz de mi padre detrás de mi.

Sentado sobre su escritorio al igual que yo esperando, seguramente escucho mis murmullos.

- ¿Es común en tu chico que llegue tarde?

- Ya te lo dije -revisó su reloj-. Que aceptará no fue fácil, es rebelde pero tiene potencial. Lo encontré golpeando a otro chico en un callejón.

- Vagabundo...-susurré pero mi suerte es tan mala que lo escucho.

- ¿Puedes dejar de llamarlo así? Solo lo encontré en esa situación, normalmente anda practicando boxeo, esa es su pasatiempo...-me miró con reproche para que guarde mis comentarios.

- ¿Por qué debe cuidarme? Con mis veinte años puedo hacerlo solo -volví a quejarme sobre mi exceso de protección pero como siempre recibí un suspiró de su parte.

- ¿Tengo que repetirte lo que pasó con tu madre? -mi piel se erizo, frunci el ceño y en silencio nege con la cabeza. Claramente no quería volver a escuchar lo que pasó con ella, fue hace poco y todavía no me acostumbro a su ausencia-. Perfecto. Así que pórtate bien, se educado y no olvides que tus comentarios harán que ganes un puñetazo, Jungkook.

- No le tengo miedo, se pelear, pase toda mi infancia y adolescencia entrenando. Tu mismo me enseñaste...

- Lo se pero este chico...-lo vi sonreír y eso me confundió-. No es cualquier chico normal, esta loco...

Estuve por decir que el medicamento le afecta el cerebro pero la puerta fue golpeada bruscamente. Dio un respingo del asombro y volví a mirar al frente, me pare derecho para luego sentir la mano de mi padre sobre el hombro.

- Sonríe, hijo.

- Joder...-sonreí levemente cuando la puerta fue abierta por los demás guardias de papá pero mis comisuras cayeron al sentir la presencia intimidante sobre mi.

Sus ojos oscuros y gatunos cayeron sobre mi, me observó de arriba a abajo con una sonrisa divertida. Mi cerebro grito que esa expresión burlona me iba a volver loco, como lo dijo mi padre. Podía verlo, sentir que su presencia marca un antes y después, puedo entender ahora porque papá habló muy bien de él.

- Bienvenido ¿te agrada el lugar? -la mirada de él fue directo a mi padre y está vez su expresión se suavizo más.

Me siento una presa...

- Estuvo bien, supongo.

Su voz...

¿Quién en su desgraciada vida tiene una voz tan suave y gruesa con esa presencia intimidante? Puede que con este chico me divierta más de lo que creí. Fije mi mirada en su persona mientras hablaba con papá. Aparte de tener buen cuerpo; es hermoso, su piel pálida hace contraste con su vestimenta oscura. La camisa se ajustaba perfecto a sus brazos, espalda y pectorales. Mientras que esos pantalones lo hacían lucir tan elegante, mira todo eso.

- ¡Jungkook!

- ¡Ah! ¿Si? Lo siento, estaba distraído -mi padre viró los ojos, me conoce perfectamente como para deducir que analizaba al otro.

- Preséntate.

- Uhm~ -asentí y volví mi mirada al otro hombre en la habitación, otra vez esa expresión de burla-. Jeon Jungkook, un placer

- Min Yoongi, el placer es todo mío -correspondió la reverencia pero jamás deje de verlo a los ojos y viceversa.

Un placer mi linda presa...

- ¿Se llevarán bien? Jungkook no es un chico que haga mucho caso.

Vire los ojos ante ese comentario pero no pase por alto la sonrisa de satisfacción de Min.

- Claro que si, todos en algún momento caemos rendidos ¿no cree? -mi padre soltó una risa por el chiste pero para mi fue una respuesta clara.

Me subestima y eso es lo peor que alguien puede hacer si va a convivir conmigo veinticuatro horas. Veremos que tan bien se porta este chico guapo.

- ¿Puedo irme? Ya lo conocí y le hablé...-iba a seguir pero mi padre volvió a verme con el entrecejo fruncido.

- "Hyung" es mayor, hijo.

- Ah~ ¿Puedo o no? -dije sin interés.

- Puedes irte, Yoongi estará del lado de afuera en la puerta cuidándote.

- Si, lo se -una última mirada a mi nuevo perro guardian y me fui directo a mi cuarto para poder pensar bien.

Tremendo hombre acaba de caer en esta casa del infierno, ningún guardia se quedó tanto tiempo cuidándome. Así que veremos que tan bien nos llevamos nosotros dos, me agrada, me gusta.

- El chico guapo sabe que se va a divertir y yo igual...-sonreí, mientras quitaba el horroroso traje que me hacia vestir mi padre para la ocasión-. Vamos a divertirnos juntos, Yoongi. Min Yoongi...

¡Bienvenid@s otra vez!A una nueva historia, nos encontramos nuevamente para recibir nuevas emociones

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¡Bienvenid@s otra vez!
A una nueva historia, nos encontramos nuevamente para recibir nuevas emociones.

Les presentó mi nueva creación ~Resilencia~. Voy a remarcar que esto es ficción para que no haya malos entendidos o piensen mal de mi.

Ahora si les gusto recuerden dejar su ☆ y compartir para que sigamos creciendo juntos. Disfruten esta historia y gracias por estar♡♡♡

Resilencia // YoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora