No regreses |Ghost , Soap x tú | +18

Parte 1

¿Cómo podrías explicarle la situación? Lo habías intentado varías veces, pero las palabras se quedaban en tu garganta, como si tu arma se encasquillara en medio de fuego cruzado.

Te prepararon para muchas cosas, pero no para algo como eso.

No encontrabas momento, lugar u oportunidad, solo sentías pánico lo cual te molestaba pues ¿cómo va a ser posible que una militar de fuerzas especiales se quede congelada de miedo? imposible.

Habías resuelto situaciones de vida o muerte más peligrosas, esto debía ser un jodido problema menor sin embargo no era así y parecía que ese sufrimiento mental no iba a cesar hasta que encontrarás pronto una solución o al menos, hablaras, más encerrabas todo ello muy en el fondo de ti.

Pateaste la puerta para entrar a la habitación con tu visión cubierta por esas cajas de papeles para guardar en los archivos, en eso chocaste contra algo, ladeaste la cabeza para ver qué era lo que estorbaba encontrándote con Ghost.

Quedaste helada al notarlo, dejaste las cajas en el suelo diciendo te lo encargo para huir de ahí, pero Ghost te tomó del brazo llevándote contra el estante.

—Hey, hey, hey ¿A dónde tan rápido?

No podías verlo, no querías, sentías el pánico y los nervios desde la punta de los pies hasta cada fibra de cabello en tu cabeza.

— ¡___! ¡Hay más cajas por aquí! —Gaz te llamaba.

Apenas Ghost acercaba su mano para tocar tu entrepierna cuando la voz de su compañero le detuvo haciéndole gruñir de molestia.

— ¡Ya voy! —saliste corriendo agradeciendo a internamente por haber sido salvada.

Habías estado evitándolo con éxito, pero sabías que no podría ser para siempre, ibas a tener que enfrentarlo en algún momento.

Seguiste trabajando de aquí a allá, buscando en qué ocupar tu mente para dejar de pensar en aquello mientras mantenías distancia total del teniente Ghost. Ibas caminando por el pasillo te tomaron de la mano adentrándote a aquel cuarto de servicio, era él.

—Tengo muchas ganas y que me evites solo me provoca más—beso tu cuello.

Las oraciones y palabras de nuevo se te atoraban en la garganta sintiendo ardor cada que respirabas. Empezaba a invadir tus pechos bajo tu camisa sin detener sus besos en tu cuello.

—Espera—exigiste en una suave voz—detente.

Jalabas su camisa con una leve fuerza, su mano empezó a bajar por tu abdomen y al sentirlo por tu estómago fue el momento donde soltaste las palabras.

—Estoy embarazada.

Se detuvo abruptamente alejándose de ti, la excitación y lujuria se le bajó en un instante como si le hubieran dado un buen golpe o echado un balde de agua fría. Tu mirada al punto del llanto y llena de nervios le daba a entender que no era una broma o juego.

Habían tenido esa clase de relación secreta desde un tiempo, no recordabas con exactitud cómo inició, pero solo que ahora tenías el resultado dentro de ti.

— ¿Cuánto tiempo?

—Es el primer trimestre.

— ¿En serio? —guardó silencio un momento—Puta madre.

— ¿Por qué actúas sorprendido? Esto podía suceder ¿Lo sabes, no?

— ¿Comó? ...

— ¿Comó que "comó" ? Tu muy bien sabes cómo.

—Creí que te estabas cuidando para que esto no pasara.

—No es solo mi trabajo, tú también eres responsable, no me embarace sola; que termines dentro de mí era algo muy innecesario ¿Qué creíste que sucedería?