Capítulo I

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-Las campanas sonaban. Lo único que tenía en mi mente en ese momento, era mi felicidad que me casaría con Severus. Rodolphus había muerto un año antes, y Severus, al entrar de una forma diferente a la que siempre lo veía, me cambió la vida por completo.

Mi madre me estaba contando de cómo se casaron papá y ella. Es muy extraña, la verdad. No sabía yo que mi madre había tenido un esposo antes de papá, así que me sorprendí cuando nos lo contó a Marius, mi hermanito de siete años, y a mí. Era una tarde fría de agosto; unos cuantos días antes de que yo volviera a clases en Hogwarts. Estábamos sentados mi madre, Marius y yo en la mesa del comedor, mientras mamá nos contaba la historia. Mi padre supuestamente se había ido a Hogwarts, pero en realidad se fue al cuartel de la Orden del Fénix.
-¿Entonces te enamoraste de papá hasta que estuvieron solos ese día?- pregunté.
Mamá asintió.
-Todo pasa por alguna razón, ¿no creen?- dijo, sonriendo.
Se levantó de la silla y llevó los platos del desayuno al lavaplatos.
-Su tía Cissy nos invitó a cenar hoy- nos dijo, sentándose de nuevo-. ¿Quieren ir?
-Claro- contesté.
Tenía que hablar con mi primo, Draco, así que acepté.
-Entonces alístense- nos dijo.
Marius salió corriendo a su habitación, seguido de mí.

Nos aparecimos en la mansión Malfoy. Vaya; siempre me pregunto por qué mis tíos viven en una mansión y nosotros en una casa en la Calle de la Hilandera, si papá gana más que mi tío Lucius.
Apenas entré, saludé a mis tíos y me dirigí al cuarto de Draco. Me sorprendí al entrar y ver a Theodore Nott junto a él. Él siempre ha sido de los chicos que más guapos he visto, y verlo ahí me hizo sonrojarme.
-Hola Draco, hola Theo- dije.
-Hola- me dijeron, al unísono.
Me senté en la cama de Draco.
-Espero que este año pongan a papá como profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras- dije.
-No lo harán- me dijo mi primo-. Van a poner a una mujer del ministerio, Dolores Umbridge.
Fruncí el entrecejo.
-¿Qué le cuesta a Dumbledore poner a papá?- dije, molesta-. Lleva cuatro años esperando.
-Fue Fudge el que la puso- dijo Theo.
-Argh.
Marius entró a la habitación.
-Dice tía Cissy que vayan abajo- nos dijo.
-Gracias, ya vamos- le dije.
Mi hermano salió de la habitación. Draco salió primero, luego Theo y luego yo. En el camino, Theo puso su brazo alrededor de mis hombros, y dijo que me había extrañado.
-¿Por qué no me enviaste al menos una carta en todas las vacaciones?- me preguntó.
-No se me ocurrió, perdón- le dije, mirándolo.
-Deberíamos pasar más tiempo juntos este año- me dijo.
Sonreí y miré al suelo. Creo que me sonrojé, porque sentí mi cara caliente.
Cuando llegamos a la sala de estar, mi tía y mi madre nos esperaban sentadas en un sofá, con Marius en otro.
Los tres nos sentamos.
-Bien- dijo mi tía, cuando nos hubimos sentado-. Les quiero decir algo. El ministerio de magia se introdujo en Hogwarts, Dolores Umbridge será la profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras. Supongo que ya Draco te lo contó- Tía Cissy volvió a verme-. No quiero que ustedes se opongan a la opinión de ella, sólo Hermione, quien, se supone, está en el otro bando. No los quiero ver en detención por haberle faltado el respeto a Umbridge. ¿Está claro?
Asentimos.
-Esa mujer le quitó el puesto a papá, ¿cómo no estaría en lo contrario a ella?- dije.
Mamá sonrió.
-Puedes hacer lo que quieras en su contra.
-¿Lo que sea?- pregunté.
-Que no rebase los debidos límites- me advirtió mamá.
-Está bien.
-Bueno, vamos a comer- dijo tía Cissy.
Todos nos levantamos y fuimos a la cocina. Cuando miré la hora en el reloj del comedor, recordé que Ron me estaba esperando en Grimmauld Place, donde quedaba el cuartel de la Orden.
-Mamá- llamé-. Ron me está esperando en.... Su casa- quería evitar el nombre de la Orden-. Recibiremos a Harry por lo que pasó con los Dementores.
Mamá suspiró. Todavía no me creía cuando le conté que a Harry y a su primo lo habían atacado los Dementores en Little Whinging; Ron me envió una carta diciéndomelo.
-Está bien- dijo-. Ve. ¿Te quedarás ahí hasta finalizar las vacaciones?
-Sí, pero el último día volveré a casa a recoger mi baúl y a Crookshanks. Me iré a King's Cross con los Weasley.
-¿Cómo volverás a casa y te devolverás donde los Weasley?- preguntó, cruzándose de brazos.
-¿Red Flu?- pregunté.
Mamá volvió a suspirar.
-De acuerdo.
Le di un beso.
-Gracias, mamá- le dije-. ¡Tía Cissy! ¿Puedo usar la chimenea?
-Claro, cariño- me dijo.
Me dirigí a la chimenea de la casa.
Habían polvos Flu en un caldero pequeño en un estante.
-¿A dónde vas?- me preguntó Draco.
-Ron me está esperando- contesté.
Theo bufó cuando escuchó el nombre.
-Descuiden, estaré bien- le di un beso a cada uno.
Ambos se fueron, no muy felices.
Agarré un puño de polvos Flu y entré a la chimenea.
-Número 12 de Grimmauld Place- lo dije suficientemente fuerte para que la chimenea me llevara, pero también lo suficientemente bajo para que mi familia no escuchara.
Me mareé un poco en el transcurso del recorrido, pero por fin pude llegar.
Ron iba pasando por el pasillo de la chimenea cuando llegué.
-¡Hermione!- exclamó.
-Hola, Ron- le dije, abrazándolo.
-Quítate rápido las cenizas. Recuerda que todos aquí, excepto Sirius y Ginny, piensan que eres hija de muggles.
Ron me ayudó a sacudirme y a plantear una historia de cómo llegué allí. Sólo Harry, Ginny, Sirius y él sabían que yo era hija de Severus y Bellatrix Snape. Los demás me conocían como Hermione Granger, hija de muggles.
Subimos las escaleras, en silencio, en la pared había, colgada, una hilera de cabezas de elfos domésticos, montadas en placas.
Ron me llevó a una de las habitaciones.
-Aquí dormirás con Ginny- me dijo. Al verme sin baúl, añadió:- ¿Y tus cosas?
-Estaba en la casa de Draco cuando recordé que debía venir aquí, así que le dije a mamá que volvería a casa por mi equipaje.
-¿Le dijiste a tu mamá que estarías aquí?- me preguntó, abriendo los ojos como platos.
-No- contesté-. Ella cree que estoy en tu casa.
-Más te vale no haber dicho nada- me dijo.
-No dije nada, tranquilo. ¿Ya mi padre está aquí?
-Sí, pero están en reunión. No tenemos permiso de entrar todavía. Harry llegará en unos minutos.
Ron salió de la habitación y yo lo seguí. Entró a otra habitación, supongo que era la de Harry y él.
Cerré la puerta después de mí.
-Mamá no me creyó cuando le dije lo de Harry y los Dementores. Dice que "Es puro cuento de Potter para llamar la atención".
-No es necesario que lo crea- me dijo.
Ron me contó todo lo que había pasado.
Al llegar la noche, escuchamos unos pasos subir las escaleras. Harry entró a la habitación.
-¡Harry!- lo abracé.
Estuvimos hablando por un rato, sobre lo que estaba pasando.
Y, de pronto, Harry comenzó a gritarnos. Sobre el porqué no le habíamos dicho nada, por qué estuvimos todo el tiempo aquí mientras él estaba con sus tíos. Y me hizo casi ponerme a llorar, por la forma en que lo dijo.
-Harry, yo llegué hoy. Estuve con mis padres y mi hermano todas las vacaciones- le dije.
-Pero estuviste feliz. Yo estuve siendo atacado por mi primo y unos Dementores. ¿No es irónico?
-Harry...
-Pero bueno, ¿qué es la Orden del Fénix?- dijo, aún enojado de no saberlo.
-Una sociedad secreta, la fundó y la dirige Dumbledore. Lo forman quienes lucharon contra El Señor Tenebroso la última vez.
Harry nos siguió haciendo preguntas, algunas difíciles de responder. Al menos para mí.
Un rato después, cuando hubo terminado la reunión, bajamos todos. Vi a papá salir de una puerta. Éste me miró disimuladamente y se fue.
Por la forma en que me vio, no creo que las cosas hayan salido tan bien.

Así pasaron los siguientes días. Papá entraba al cuartel, y se iba al finalizar el día. Nosotros escuchábamos las reuniones de la Orden por medio de las orejas extensibles de Fred y George, los hermanos de Ron. Luego nosotros bajábamos a cenar, y Sirius, primo de mamá y padrino de Harry, le decía a éste un poco de lo que habían hablado.
Harry fue al Ministerio uno de los días con el señor Weasley, a una vista con el ministro para discutir lo de los dementores.
El último día, me devolví a casa por la Red Flu, a recoger mis pertenencias y a despedirme de mamá y de Marius.
-¿Llevas todo?- me preguntó mamá.
-Eso espero.
-Que te vaya bien- me dio un beso en la frente y se fue a su habitación.
Yo me devolví a Grimmauld Place, para al día siguiente irnos a Hogwarts.

Severus y Bellatrix Snape... Son mis padres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora