"THE WONDER OF YOU"

Chapter II

•Jacaerys•

Anhelo... Eso he de sentir en momentos como este, puede parecer una exageración, ya que, apenas hace un par de días de separaron me separaron de la alegría de mi vida.
Y es que pasar los doce años de mi vida a lado de él, hace que me sienta incompleto... Hace que me sienta vacío, no me gusta ese sensación; me desespera no tenerlo cerca, la espera de hace interminable. Para sopresa mía me doy cuenta que la clase ha terminado, tan rápido como puedo me despido y salgo a toda prisa.

-¡Ae!- Grito cuando logro visualizarlo.

Puedo verlo, puedo sentirlo, y un ligero olor a... ¿Tartas de mora?
Eso hace que me quede a medio camino, puedo apreciar la confusión en sus ojos. No ha de ser importante, seguro se debe a qué estamos cerca de las instalaciones de la cocina.

-Jace...- Me emociona más saber que estás igual de feliz de verme.
Me regalaste una hermosa sonrisa, yo podría jurar que tanto desgaste en aquellas clases valen la pena ahora que te tengo frente a mí.

No lo resisto y me lanzó a tus brazos, pero antes de ser atrapado tropiezo con una piedra, por lo que caigo encima tuyo...

Bendita piedra...

Nuestras respiraciones chocan, y puedo notar el tono carmesí que llena de color tu piel nivea...
Claro que es más notorio en mí, ojalá este momento dure más.

Lástima... Me quitaste de encima con cuidado, y al verte a los ojos saliste corriendo.

¿Qué acaba de pasar?

•••

Aegon

No puedo creerlo, no... No, simplemente no, esto está mal, el apenas es un niño, solo se tropezó y no puede evitar sentirme tan desesperado por algún roce en nuestro belfos.

Aún así el olor a vino sigue presente en mi mente, lo cuál es imposible, Jace aún no se ha presentado. A no ser qué...

Debo dejar de pensar en cosas erróneas, lo mejor será ir directo a mis lecciones.

•Dos semanas después•

No puedo conciliar correctamente desde lo ocurrido con Jace... No he podido ni mirarlo a la cara; se ve herido... Duele ser el causante. Pero no puedo verlo sin saber que decirle, así que lo decidí, se lo diré hoy, apenas es un crío... Pero temo que mi lobo aún sin presentarse, lo escogió.

No únicamente mi lobo... Siempre pensé que el afán por protegerlo y tenerlo cerca se debía a qué es mi sobrino; me avergüenza el sentir que me estoy aprovechando de un niño, pero es algo que no puedo evitar y prefiero aclarar este enigma de una vez.

Voy camino a su habitación, recorro con cautela los pasajes, pues estoy consciente de que ya pasó poco de la hora de dormir.
Dobló una esquina, y estoy tan cerca, pero... Me siento