La guerra terminó, la luz del sol nunca había sido tan brillanté y hermosa, ni la brisa tan refrescante e innovadora, todos sentían esa liberación, ese alivio de por fin volver a casa, de ver a sus seres queridos, teniendo el dolor en sus pechos de a los que perdieron, pero a la vez sintiéndose tan felices de vivir. La agonía de los que perdieron no se iba pero estaban ellos viviendo para que su muerte no fuera en vano.
Madara uchiha vivía. Esta tan vivo, no diría lo mismo con su compañero, que se esfumó en el aire. Pero él vivía, gracias a naruto. Lamentablemente era apresado, sus brazos estaban rodeados con cadenas selladas por la misma diosa coneja, la cual al ver las reencarnaciones de sus propios hijos hizo de su invocación nada más que un simple viaje. Y de paso ayudó a ese mundo de lo que proclamó "el engendró del mal". Para mala suerte del hombre, el cuál había arrebatado miles de millones de vidas, su caso terminó en una ejecución confidencial.
Su presencia aún hacía que miles de shinobis temblaran e incluso los 50 ambus que lo mantenía de pie, sentían el terror aunque también medio relajados, por la presencia del Salvador de la guerra, al lado del Uchiha.
Madara resopló. Sus ojos estaban tapados. Con un tipo de metal igualmente sellado, no veía la claridad, solo oscuridad y eso de tal manera le hizo erizar la piel, recordando los años que quedó encerrado y muriendo de agonía bajo aquella asfixiante cueva, claramente no lo demostró. Pero que su cuarta muerte fuera de solo ver oscuridad de alguna manera le hizo sentirse impotente. Sus manos, eran de igual manera apresadas. Por un tipo de caja, igual metal e igual sellada, a su suposición. No podía juntar sus manos. Sonrió, lo admitía, perdió por el mocoso, pero claramente no admitirá el echo de que aquel niño ganó a sí de fácil. tuvo bastante ventaja, había usado la mayoría de su chakra y dado batalla a millones de shinobis, y en ese el irregular hombre de verde y la maldita planta que lo engañó. Estupido, se insultó así mismo. Era estupido por dejarse engañar tan fácil. Él, madara uchiha.
Antes de eso luchó con los hermanos senjus, dos granos en el mismo culo. Si se lo preguntaban, y también tuvo que lidiar con al que consideraba su hermano, ese maldito cambio de bando tan rápido como cambiaba de novio. Lo dedujo por cómo ese mal nacido miraba al hatake cuando arreglaron sus diferencias. ¿Donde quedó la pequeña rin, eh?. Obito, maldita rata traicionera. Ojalá que se queme en el infierno a ver si ahí se le baja lo hormonal.
Se relamió los labios, a pesar de querer matar a todos, ya no tenía tiempo. El rubio le había dejado bastante cansado y la zorra -"falsa imitación coneja"- le había dado con todo, incluso pudo sentir la furia de esa perra básica. No se arrepentía, y estaba muy seguro que en el infierno menos. Podría sentir las llamas derritiendo su piel, pero jamás sentirá compunción antes el arrepentimiento. Lo único que lamentaba era haberse quitado la armadura. Las cadenas le estaban irritando la piel, pegadas a sus fuertes brazos y acariciando con dolor su suave y limpia piel, mientras más se movía más se apretaban las cadenas. Debía felicitar a la perra diosa algún día. Hizo un buen trabajo.
De pronto escuchó los gritos de felicidad. Las naciones festejan haberlo derrotado, que tan inútil había sido esto. ¿No podían esperar esos malditos a que se fuera?. Ningún uchiha le gusta que le restrieguen el fracaso en la cara, frunció su ceño, y sus labios se curvaron en un pequeño puchero que él no pudo notar. Una risa a su lado hizo que por instinto dirigiera la cabeza hacia esa dirección. Sin ver, solo escuchar. Escuchó como los pasos se movían atrás de él, alertados. Pero poco pudo importarle.
——— ¿qué pasó madara?. Tú orgullo no puede soportar el sonido de la victoria.——— no reconoció la voz, pudo deducir que fue un ambu. Naruto el cuál se mantenía de pie al otro extremo miró al causante, el rubio tan solo resopló en su mente. Madara podía estar atado. Pero claramente sabía muy bien como atentar. Y así fue, el uchiha no esperó ni siquiera que pudiera inhalar, uso su cabeza para golpear aquel que se burlaba de su grandeza, el cual cayó como roca al recibir el golpe. Los ambus que lo vigilaban actuaron, llevando lo filoso de sus armas a la garganta del uchiha el cual no reaccionó a miedo. Si no los deslumbro con una sonrisa burlona y sarcástica.

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Pequeña travesura. [Madanaru]
FanficNaruto siempre a sido un niño bueno. Muy bueno. No estaría mal hacer otra pequeña travesura. Como por ejemplo: liberar a madara uchiha de una forma algo inusual. _________________________ Los personajes no me pertenecen yo solos los utilizo para mi...