━━━━━━━━━━ᴇᴘɪsᴏᴅᴇ ᴏɴᴇ
❝Hay cosas que quiero decirte.❞
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¿PODRÍAS REPETIR LA HISTORIA un millón de veces y, a pesar de todo —romance, duelo interno, felicidad, traición, sufrimiento, exilio—, no cambiar nada en lo absoluto? ¿Te desgarrarías el alma, de ser necesario, de todas las maneras posibles con tal de que la línea de tiempo siga siendo la misma?
Yo sí. Y, en cierto modo, aún vivo para contarlo.
Por ahora, sólo sigo siendo yo: Eliza Palpatine, de dieciocho años y con un cargo invisible dentro de la política por parte de mi padre, Sheev Palpatine. Comencé teniendo memoria desde los cuatro años, y gracias a eso, pude reconocer qué tan escasa fue mi infancia. Con la ausencia de una figura materna y un padre casi ausente, estuve bajo el cuidado de tres niñeras, las cuales además de brindarme una educación en casa, también me indujeron a un control especial durante diez años.
Cuando cumplí quince años, mi padre dijo que veía un espíritu libre en mí. A los dieciséis, que poseía un corazón de piedra. Cuando tuve diecisiete, confesó que tanto mis ojos castaños como mi piel de porcelana me hacían ver de carácter firme. Por eso no me sorprendió que, a mis dieciocho, me dijera que veía un gran valor en mí.
Pero ¿realmente él podía imaginar lo difícil que era —para mí— ser una adolescente?, ¿acaso podría entender cuán doloroso era el sentir tantas emociones ajenas en un sólo cuerpo, o lo espantoso que era percibir miles de voces susurrando dentro de tu cabeza por medio de la fuerza?
En ese entonces, juraba que nadie podría entenderlo. Y sólo por eso, decidí ocultarlo. Sin embargo, mi más grande error fue el ignorar que mi padre definitivamente lo sabía todo.
Recuerdo mirarme en el espejo un sinfín de veces ese día. El vestido no me permitía verme los zapatos, pero su costura brillaba con cada movimiento y el color celeste en él parecía tornarse un poco más oscuro cuando la luz lo rozaba. Una tiara de diamantes me sujetaba el cabello, que yacía negro y grueso cayendo sobre mi espalda y hombros.
Posé ambas manos sobre mi regazo y avancé hacia la salida. Durante unos instantes trato de ignorar el temblor que me recorre la espalda y lucho por mantener una postura correcta con cada paso que doy, aun cuando es mi corazón el que no deja de latir con fuerza contra mis costillas.
Las puertas se abren ante mí, y yo asiento con la frente en alto. Lo primero que hago cuando finalmente me adentro en la sala es dirigirle la mirada a mi padre, quien se encuentra sentado detrás de su escritorio, con ambas manos descansando en cada lado de su silla.
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𝗕𝗘𝗔𝗨𝗧𝗜𝗙𝗨𝗟 𝗖𝗥𝗜𝗠𝗘. anakin skywalker
FanfictionB | ❝ Each step I left behind. Each road you know is mine Walking on a line ten stories high Say you'll still be by my side. ❞ Eliza Palpatine desconoce el porqué los caminos de la fuerza van en...