02 ❱ secrets

571 43 4
                                    

「 CAPÍTULO DOS 」【SECRETOS】

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




CAPÍTULO DOS
SECRETOS

18 de septiembre de 1994.

Empezaba a extrañar la vida gloriosa en Suecia.

Estar en Hogwarts significaba estudiar, leer, seguir las órdenes de los profesores, prestar atención en clase en vez de maquillarse y estudiar otra vez.

La rubia se había cansado de la vida en Hogwarts.

Unos decían que Hogwarts era su hogar, otros hablaban sobre cómo escaparse sin ser descubiertos por Snape.

En la última semana, Elías le envió a Venus un total de cinco cartas, pero ninguna fue contestada por Venus. Andy le hacía el favor comunicándome que estaba muy revuelta, y que seguía igual que siempre.

Pameron le aconsejó a su hija, Andy, llevarse bien con Venus, y que intentara por lo que más quisiera cuando estuviera sola hablar con ella sobre temas que le gustaran a Venus, solo para tener tema de conversación.

Andy no quería rendirse con su media hermana, ya que, verdaderamente, anhelaba tener una buena relación con ella.

Sin embargo, Venus se llevaría mejor con sus dos mejores amigas antes que con su media hermana de sangre.

Un pajarito pelirrojo llamado Xenia le chivó a Venus que Jacob le dijo a la chica que si podía hacerle el favor de hablarle bien de él a Venus.

Por mala suerte, Xenia odiaba las cursiladas y fue por esa razón que le contó a Venus que seguía colado por ella.

Harta, la rubia tomó a Jacob un día en el patio, estando él con sus amigos, y le dejó muy claro enfrente de todos que se olvidara de ella, pero el chico no tenía intenciones de rendirse por su gran amor hacia ella, o mejor dicho, obsesión, como decía Nicole.

Por los pasillos o clases, estando en el mismo curso, Cedric y Venus intercambiaron algunas palabras y miradas.

Cuando Cedric quería hablar con ella sobre algo, lo que fuera, Venus lo echaba o se inventaba excusas para que la dejara tranquila.

La chica no lo tendría tan fácil si se creía que Cedric la dejaría en paz, pues el chico siempre la mantenía cerca de él desde que se reconocieron en el tren.

Aunque la rubita no lo supiera, Cedric sabía quién era desde el principio, solamente le preguntó su nombre para poder decir el suyo y así tener la oportunidad de reconocerlo.

CLUTTEN | CEDRIC DIGGORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora