Jaja, ¿les cuento algo gracioso?
Hoy fui a la tienda con el atuendo más horrible que me haya puesto en la semana; y de repente salió un joven guapísimo, una belleza.
Y tenía la ropa que yo más he anhelado ponerme.
Era delgado, cabello castaño oscuro con rubio, lentes muy bonitos, y la ropa le quedaba como anillo al dedo.
Y me puse muy triste, jaja.
Yo no soy delgado, ni siquiera parezco un hombre, y ni en mi perra vida me podría ver bien con esa ropa.
Soy un asco.