Siempre Fuiste Tú ♡

Reencuentro

Bienvenidxs al primer capítulo de esta nueva historia, espero les guste y sea de su agrado.

Sin más disfruten de la lectura.

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El sonido de la alarma me despertó, eran las 7:30 am. A mi lado estaba mi esposo, Izuku Midoriya, aunque me gustaba más llamarlo Deku, era lindo verlo dormir, sus ojos cerrados, sus hermosas pecas en sus mellijas, su cabello rizado, transmitía un semblante pacifico, ver aquel cuerpo aferrado a la almohada era simplemente reconfortante.

Me levante de la cama haciendo el menos ruido posible, no quería despertar a Deku, todas las mañanas era lo mismo, despertaba, me daba una ducha, me vestía y arreglaba mi cabello rubio.

Aquella mañana se me apetecía una taza de café; encendí la cafetera y me serví en la primera taza que encontré en la repisa, el primer sorbo me supo a gloria, me encantaba el café amargo y cargado, sin nada de leche ni azúcar, algunos decían que tomar el café de esa manera era desagradable, decían que preferirían tomar agua de calcetín que tomar un sorbo de mi café, idiotas, no sabían apreciar lo que era bueno. El liquido que sobro en la cafetera lo calenté un poco más, tome otra taza puse un poco de extracto de vainilla, una cucharada de azúcar, un poco de leche y serví el café hirviendo, básicamente era Deku en un café, tome un trozo de papel, una pluma y escribí "Aquí esta tu café maldito nerd, lo hice como te gusta. Te veo en la noche; te amo -Kacchan". Regrese a la habitación y puse un pequeño beso en la frente de mi peliverde. Puse mi café en un termo, salí de casa y me subí a mi motocicleta para dirigirme al trabajo.

Mi día estaba transcurriendo normal, había abierto la cafetería, los empleados comenzaron a llegar y los clientes igual. Yo como siempre ayudaba donde me necesitaran, si la cocina se atrasaba ayudaba a preparar más postres, no era difícil, eran mis recetas después de todo; si había mucha gente esperando para pagar me colocaba en la caja; ser el jefe y dueño de aquel café no hacia que dejara de ser caballeroso y trabajador. No tenia mucho que hacer aquel día así que estaba ayudando a atender las mesas, ya pasaban de las 6:00 de la tarde, estaba comenzando a atardecer, una de mis empleadas me dijo que iba a retirarse más temprano, le di permiso ya que solo estaba atendiendo una mesa, me dijo lo que había ordenado el cliente, un capuchino de caramelo con crema batida y un pastel de red velvet; me tome la molestia de preparar yo mismo el pedido, cuando lo termine y lo coloque en la charola me dirigí a la mesa donde estaba el dueño de la orden.

-Aquí tiene su pedido, espero que lo disfrute.- Dije sin ver al cliente

-Muchas gra... espera... ¿Bakugou?-

Aquella voz me sonaba familiar, levante la mirada y me encontraba cara a cara con Enjirou Kirishima, un ex-compañero de la escuela secundaria y preparatoria.

- Ah... ¿pelos de mierda eres tu?-

- Jajaja si Bakugou, soy yo, veo que tu carácter no a cambiado ni un poco

-Tks...n-no es eso, solo que me sorprendió verte después de tantos años

- A mi también me sorprende verte, y más en un lugar como este

Lo tome del cuello de su camisa y tire de ella dejando nuestros rostros muy cerca

- ¿QUE CARAJOS SIGNIFICA ESO PELO DE INCENDIO?

-O-oye tranquilo Bakugou, no quería ofenderte solo que no creí que trabajaras en un lugar así por tu carácter tan fuerte y...ammm... explosivo como el tuyo

Hubo un silencio, me quede viendo aquellos ojos rojizos y profundos, tal vez habían pasado algunos años pero sus ojos seguían transmitiendo la misma calidez; después me di cuenta de la cercanía de nuestros cuerpos y solté la camisa del pelirrojo.