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Tercer día.

Quería saltar de un balcón.

No es que no quisiera declararse, de hecho, lo deseaba con todas sus fuerzas.

Sin embargo, no estaba del todo seguro, si se llegará a declarar cabía la posibilidad de ser rechazado y perder la bonita conexión que tenían ambos.

Por otro lado, todavía tenía un pequeño rayito de esperanza, pues la actitud del mayor le había hecho sospechar un poquito.

Es decir, ¿por qué motivo Dazai se molestaría por querer declararse? Lo que Atsushi pensó, celos, pero los descarto rápidamente.
No se quería hacer muchas ilusiones pero que estuviera tan atento a el, que lo abrazara de sorpresa, que pudiera estar celoso, que no le coqueteara a nadie....

Suficiente, sufriría demasiado si no resultaba ser así.

Suspiro y se miro al espejo frente a el, ya estaba peinado, con su ropa de trabajo, bien perfumado e incluso traía consigo una bella rosa roja.

Ese día sería el definitivo.
Se declararía.
Nada podía salir mal ¿Verdad?

...

¿Verdad?

💖V⁠●⁠ᴥ⁠●⁠VV⁠●⁠ᴥ⁠●⁠VV⁠●⁠ᴥ⁠●⁠VV⁠●⁠ᴥ⁠●⁠VV⁠●⁠ᴥ⁠●⁠V💖

Error.

Entro a la cafetería de la agencia buscando a su mentor, y lo encontró casi besándose a una nueva empleada del lugar.

Se congelo en su lugar, Dazai tomando de la mano y la cintura a una chica.

Había sido ingenuo de su parte pensar que tal vez podría haber algo más entre ellos.

Aún sin salir del shock dio unos pasos atrás chocando con un trabajador del lugar, causando que ambos cayeran y a su vez llamando la atención del par que volteo a ver sorprendidos llamados por el repentino ruido de un par de personas y objetos metálicos cayendo.

Sus ojos dorados se cruzaron con los cafés.
Todo se detuvo unos segundos que parecían ser horas.

Los ojos contrarios se abrieron grandes y rápidamente soltó a la fémina para acudir a la ayuda del albino, cuando noto la cortada que uno de los objetos le había hecho en el brazo.

El castaño le ofreció su mano para levantarse.
El la tomo, sabiendo que sería probablemente su única oportunidad para tocar su piel.

Se puso de pie con la cabeza gacha, reincorporandose una vez que tomo completa conciencia.

- L-lo siento debí ver por dónde iba — Se disculpo nervioso ayudando al trabajador del lugar quien le dijo amablemente que estaba bien, que tuviera más cuidado, y no había que perdonar.

Dazai Bufó.

Miro al suelo donde habían caído antes, encontrándose la rosa roja medio aplastada por la caída.

- Atsushi-kun ¿Esta rosa te pertenece? —Pregunto interrumpiendo a los contrarios y llamando la atención del ojos bicolor.

- Si, es mia, se cayó de mis manos cuando tropecé, una vez más lo lamento mucho —Disimulo exitosamente a lo que el contrario levantó una ceja incrédulo.

- ¿Y esta rosa, de dónde la sacaste?— Parecía curioso al cuestionar.
No sabía que inventar, no le podía decir que era para el, pero al encontrarlo con alguien más causo un alboroto.

- Y-yo... Alguien me la regaló, iba caminando y me encontré con alguien y pues... Me dio esta rosa, pero ya se aplastó y se llenó de café... Que mal, era tan bonita... —Mintió tristemente sabiendo que nadie nunca le había regalado una sola flor.
Todo quedó en un silencio neutral por un momento.

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⏰ Última actualización: Apr 14 ⏰

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