patines y chocolate caliente ও jimsu

🍮!! ' capítulo O5

—No quiero ser más insistente, ¿¡pero eso es lo más alto que puedes saltar, Yoongi!? —gritó Changbin enojado.

Yoongi estaba exhausto.

Hoy no había sido un buen día.

No pudo dormir nada anoche porque tenía que terminar un proyecto de la universidad que claramente no terminó, se acostó a dormir a las tres de la mañana y despertó a las seis llegando tarde a su entrenamiento, con un Changbin que claramente estaba de mal humor por su tardanza.

Yoongi no había cenado nada anoche y esta mañana tampoco había desayunado, así que tenía demasiada hambre.

Cabe recalcar que los alfas del equipo de hockey estaban felices de tener toda la pista para ellos y en cuanto llegó Yoongi al centro ellos lo vieron tan mal que Yoongi sintió un poco de dolor en su interior.

Las malditas remodelaciones del centro de los alfas se retrasaron por la nieve, por lo cual tendrán que estar en el centro deportivo por otros cinco meses más.

Yoongi quería llorar al escaparse su salto estilo salchow.

Changbin gritó enojado.

—¡¿Qué te sucede hoy?! —Changbin salió del área de patinaje—. Ocho semanas trabajando en esta rutina para que no la puedas memorizar, ¡es todo por hoy! ¡mañana espero estés con la cabeza en la puta pista!

Todos los que estaban ahí se quedaron en silencio, incluso los alfas del equipo de hockey se detuvieron un segundo para ver al omega que estaba en medio de su espacio.

El omega vio cómo todos se quedaron en silencio y empezó a patinar fuera de la pista.

Jimin veía todo desde su posición.

Sin esperar salió hacia donde estaba Yoongi quitando sus patines.

El fuerte alfa se acercó y lo vio.

Yoongi se veía triste.

Estresado.

Frustrado.

Jimin pelea mucho con Yoongi, la especialidad del alfa es hacer a Yoongi perder la paciencia, pero nunca había llegado al nivel de ver a Yoongi completamente desesperado.

—¿Te encuentras bien? —el alfa acarició débilmente la espalda de Yoongi quien calmaba su respiración.

—Necesito salir de aquí —el omega tomó su mochila empezando a caminar a la salida.

Jimin se quitó los patines lo más rápido que pudo y siguió a Yoongi, quien dejaba un olor triste por donde pasaba.

Al llegar a la salida de atrás del centro vio a Yoongi.

El omega estaba recargado contra un árbol que estaba completamente seco, el frío invierno se había llevado todas sus lindas hojas.

Jimin llegó junto a él.

—Te vas a congelar el trasero.

Yoongi lo vio desde abajo.

Tenía sus ojitos rojos, su nariz estaba rojita también y parece que mordió débilmente sus labios.

—No quiero pelear justo ahora, Park —el omega se abrazó a sí mismo.

Jimin se sentó junto a él.

la fría nieve era insoportable, no tenía exactamente frío pero sí era molesto el saber que luego tendrá el trasero mojado.

Yoongi estaba tranquilo.

Su olor seguía siendo triste, pero el omega se mantuvo sereno a su lado.

—He tenido un muy mal día —la voz del omega tembló.

Jimin asintió y acarició la espalda de Yoongi dejando que Yoongi recargue su cabeza en su hombro.

—¿Quieres hablar de eso?

Yoongi asintió.

Se levantó de su lugar y empezó a caminar dando vueltas por el árbol.

—¡Mi maldito profesor de Filosofía decidió rechazar mi examen por llegar dos minutos tarde! ¡Dos minutos! ¡Así que tuve que hacer un maldito proyecto que yo sé que no me dará la mejor calificación por lo cual reprobaré esa estúpida materia! —Yoongi decía exasperado, su voz era fuerte y seguía dando vueltas al árbol y cuando pasaba frente Jimin lo veía y expresaba más su enojo—. ¡No he comido nada desde ayer en el desayuno! ¡Así que estoy hambriento! —Jimin vio preocupado a Yoongi—. Mis alumnos necesitan más lecciones para poder hacer un giro toe loop, y aun así no recibiré mi paga de esta semana porque llegué tarde a una lección —el omega se sentó junto a Jimin. —¡Y perdí el gorro de mamá!

Jimin vio a Yoongi y lo abrazó débilmente, dejando que Yoongi descansara su cabeza en su pecho.

Yoongi respiró hondo e inhaló el delicioso aroma de Jimin.

Olía a bosque.

Le gustaba.

—El otro día dejaste tu gorro en los casilleros, lo tengo yo, está resguardado en mi casillero —vio directamente a Yoongi—. Está calientito, esponjoso y esperando a su dueño, así que relájate —Yoongi asintió y limpió sus lágrimas—. Yoongi, eres un gran patinador, hoy solamente fue un mal día —Jimin acarició el cabello de Yoongi, quien respiraba tranquilo, saliendo humito blanco de su boca por el frío—. Ahora, tienes que comer —Jimin lo vio serio—, eres un atleta, tienes que nutrirte y si no lo haces tú, entonces te obligaré a comerte uno de mis platos de comida todos los días.

Jimin hablaba en serio por lo cual Yoongi asintió.

—¿Te sientes mejor?

Yoongi asintió.

—¿Podrías darme mi gorro, por favor? —Yoongi susurró.

Jimin asintió y tomó la mano de Yoongi para levantarlo de la fría nieve.

Antes de entrar al centro Jimin soltó la mano de Yoongi quien se sintió un poco triste al ya no tener la mano del alfa junto con la de él.