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Estaba muy euforica y en verdad esperanzada de encontrar algo que hacer por las tardes en vez de acostarme a ver televisión mientras comía dulces. Sólo tenía seis años cuando mi padre me llevo a mi primera clase de taekwon-do.

- ¿Harriet?¿Estas lista?- grito mi padre desde la planta de abajo de casa.

-Sí papito! Ya bajo! - dije yo alegre.

Baje a toda velocidad por las escaleras. Cuando estaba ya en la planta de abajo me esperaban unas ricas tostadas con una leche con chocolate caliente. Mi mama y papa estaban sentados de ambos lados de la mesa pequeña que se encontraba en medio de la cocina , mi mama estaba sonriente y mi padre hablando por teléfono con alguien. Tome mi chocolate de un solo trago y me comí dos tostadas de cuatro con manteca y mermelada de frutilla.

Mi padre salio al garage de su auto y yo fui por mi mochila al living. Mi madre me dio una mirada animadora y me fui con mi papa al vehículo en donde iría al club.

Cuando llegamos, mi padre me acompañó hasta el gimnasio en donde se situaba la clase. Al ya estas en en el gimnasio mi padre saludo al maestro con un abrazo y me presento alegre.

-¡Hola Harriet! ¡Soy tu sabonin! ¡Por si no sabes que es, es como decir maestro o instructor para nosotros! - dijo sonriendome el maestro que llevaba el nombre de Michel. - ¿Alguna vez hiciste un arte marcial? - yo me límite a negar con la cabeza- Entonces permiteme definirte lo que en verdad es. Es un estilo de vida - espere que prosiga, pero en realidad, no lo hizo, en vez de eso, me dio lugar al que entrará al gimnasio donde vi ayer niños con sus trajes correteando al rededor del salón. El maestro me pidió que e saque los zapatos y luego me uní al calentamiento con los niños.

-¿Cómo te llamas?- me pregunto un niño que al parecer también era su primer día.

-Harriet - dije tímida - ¿Y tu?

-Robin - dijo sonriendome.

-¡Formen!- grito el "sabonin" - ¡Harriet y Robin! ¡Ustedes van al ultimo!- las filas eran orizontales, y se median dependiendo de tu graduacion(que se gerarquizaba con sintos de colores) iba de mayor a menor, y si tu sínto era del mismo color con el de alguien, dependía de la edad y antiguedad quien iba adelante.

La clase para mi fue algo aburrida, ya que solo practique como pegar puños y un tul (como una coreografía de formas para defenderse).

La clase me gustó, estuve en movimiento y me preparaba para una buena noche de sueño.

Cuando volví a mi casa, mi mama, papa y tres hermanas me esperaban con una cena muy deliciosa. Al dormirme, pensé en todo lo que hice ese mismo día. Luego de un debate con mi mente me venció el sueño y mis pequeños ojos se fueron cerrando.

Al despertar a la mañana, me lavanto mi hermana mayor Vanesa, que en ese entonces tenía 10 años.

-¡¡LA CASA SE QUEMA!!- grito Vanesa demasiado cerca de mi oído para mi gusto.-¡HARRIET!

-¿A?¿Qué? -pregunté levantándome alarmada por la noticia. Al ver que no era verdad, comencé a llorar e insultar a mi hermana por la mentira cruel, mientras que ella ... pues ... se moría de risa.- ¡MALAA! ¡TONTA! ¿PORQUE HICISTE ESO?- grite enojada mientras me levantaba de mi cama algo somnolienta al baño. Mi hermana era de pelo rubio y ojos verde agua, era la unica de mi familia con esas características, las demás teníamos el pelo castaño y ojos marrones.

- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA- escuchaba a mis espaldas las carcajadas de mi hermana mayor.

Me lavé mi cara con agua y comencé a cepillar mis dientes de un lado a otro sacando la mugre. Cuándo termine, me fui a poner el uniforme de mi colegio (una chomba blanca con el escudo del colegio, una pollera azul ni muy larga ni muy corta, medias azules y zapatos negros) ese día era el primer día de escuela y estaba muy emocionada por ver a mis antiguos compañeros de jardín.

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⏰ Última actualización: Dec 24, 2016 ⏰

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