Y llegó el día siguiente, a las 12 de la mañana para ser concretos.
Tuve que ponerme a recoger toda la clase de cosas que me podrían hacer falta en un internado, como la ropa, productos de higiene, champús y todas esas cosas.
Creía que iba sobrado de tiempo, contando con que ya tenía toda mi maleta preparada o al menos digamos que gran parte de ella, ultimé detalles y por fin pude cerrar esa gran y pesada maleta azul.
Me pareció oír a mi madre preparar el típico café mañanero, más que oír fue que el olor penetró hasta el último punto de mis fosas nasales, ese café fuerte y agrio con un ligero toque de dulzura, lo amaba.
Intenté distraer la mente todo lo posible, hasta que un golpe de realidad se abalanzó sobre mi.
-!YA ERA LA 13:45¡-dije en un repentino grito-
Debo irme, el conductor ya está esperándome.
Di un cálido y fingido beso a mis padres, los cuales me lo devolvieron con "dulzura", miré hacia atrás mientras montaba en ese coche negro, viejo, desgastado y chirriante para ver a mis padres abanicar las manos despidiéndose de mi, mi madre con un pañuelo de seda blanco limpiándose las lágrimas es lo último que vi hasta que sus siluetas desaparecieron en la distancia.
Pufff vaya teatreros.
El asiento del coche era frío, tenía varios rasguños aquellos asientos de cuero antiguo, a decir verdad no eran nada cómodos.
El viaje hasta allí fue una de las cosas más largas por las que he pasado, no sabría deciros si fue un viaje de unas 4-5 horas, las cuales pasé o mirando las redes sociales hasta que mi móvil se quedó sin batería, ver las montañas y los campos constantemente o intentar sacarle algo de conversación al conductor.
Al levantarme por fin de esa tortura camuflada como asiento de coche, sentí que mi cuerpo se iba a desquebrajar, me dolía la cabeza. el cuello, la espalda. en resumen, hasta los pelos de las cejas, pero bueno ¿Qué podría salir peor?
Ante mi se dejaba ver un hermoso y frondoso jardín, lleno de árboles, arbustos y muchísimas flores.
Por no mencionar un horrible edificio antiguo, negro, que se caía a trozos en el centro del jardín, la verdad a cada paso que dabas para acceder a la gran puerta de entrada al edificio, se me revolvía el estómago.
¿Qué esto iba a ser lo mejor para todos? las palabras de mis padres no paraban de repetirse en mi cabeza, una y otra vez, sin cesar.
Apareció una figura ante mi, era una mujer, de unos 50 años podría atreverme a decir, con un moño desarreglado, unas sombras de ojos mal hechas, y unas llaves tintineantes en su mano.
-Hola soy Miriam, la dueña de llaves del internado, puedo mostrarte la habitación si deseas directamente, o puedes recorrerte un poco el internado primero y luego volver a mi a por las llaves-dijo mientras giraba las llaves en su dedo índice-
-Claro, creo que prefiero inspeccionar un poco el lugar antes de ver mi habitación, tengo curiosidad de ver lo que puede llegar a esconderse detrás de esa gran puerta-dije con un tono suave-
Dejé atrás a la ama de llaves y abrí el gran portón que se encontraba ante mis ojos, creo que nunca escuché un ruido tan desagradable, si no es molestia me gustaría añadir que tal vez, solo tal vez, le hace falta un poco de aceite.
El interior era incluso más decepcionante que el exterior, una larga alfombra roja recorría todo el recibidor, digo roja por no decir negra, ya que el polvo que había en esa alfombra... no os lo queréis ni imaginar, unas largas escaleras de caracol al fondo, una cafetería bastante anticuada a la derecha, la salida al patio principal donde imagino que se harán clases como gimnasia etc y una fea y cutre recepción con una campana en el mostrador.
Varios alumnos divagaban por mi visión, a cada cual más raro que el anterior y no digo raros por decir, cuando digo raros me refiero a alumnos con la ropa rasgada, varios golpes en algunas partes del cuerpo, en especial la mayoría en la cara, podría atreverme a decir que eran puñetazos, ya que tenían moratones en el ojo derecho.
¿Qué clase de loco daría puñetazos en el ojo tan meticulosamente a la gente en el ojo derecho?
Esto solo iba de mal en peor
Me atreví a preguntarle sobre los golpes a una alumna que estaba tímidamente escondida detrás de un pilar, la verdad soy una persona bastante curiosa.
La chica no dudó en huir corriendo al ver que me acercaba a ella, no sé la razón tal vez tengo cara de miedo o más bien disgusto de estar aquí, solo pude escuchar un balbuceo en la distancia por su parte que gritaba un nombre de un tal Ángel
"Ha sido Ángel"
¿Ángel?
La duda me volvió a nacer y odio dejar las cosas a medias pero bueno, debería darle menos importancia a las cosas y centrarme en donde estoy, en un interno, sin contacto con el mundo exterior
Me dirigí hacia mi habitación, si os soy sincero no era tan horrible como el resto del internado, tenía una cama con unas mantas blancas bien cuidadas, apenas había polvo por la habitación. Un bonito escritorio color carmín, una lampara de araña en el techo y un gran ventanal con vistas al horrible jardín del internado.
La emoción de la habitación me duró poco, ya que tocó el primer timbre de la clase, ni siquiera me había dado tiempo a instalarme, que clase de internado es este.
Me dispuse a ir a la clase, una clase con unos 18 pupitres de madera tallada y con unas finas sillas de acero en las que por desgracia estoy obligado a sentarme y a asistir a las clases.
El profesor entró por la puerta indicando a los alumnos cuales sería su nuevo asiento, me tocó un sitio en la penúltima fila de la derecha al lado de una ventana llena de telarañas y con la persiana medio a trozos, pero bueno, peores cosas se han visto ¿no?.
Estaba apunto de comenzar la clase cuando un alumno entró, tarde, o eso pude imaginar ya que el profesor lo estaba regañando, era alto, bastante más alto que yo, ojos azules, pelo castaño, lucía una tez blanca y una cara de pocos amigos, se sentó detrás mía ya que ese era su asiento.
Poco después de comenzar la clase mi nuevo compañero pronunció una palabra
-Eres nuevo ¿no? nunca te había visto por aquí antes ¿Cuál es tu nombre?-dijo con un tono fuerte y desagradable
La verdad se me paralizó hasta el último nervio de mi cuerpo, pero respondí de manera agradable, no quiero crear enemigos el primer día de este infierno.
-Ah yo soy Ángel, encantado
Nota del Autor:
Espero os haya gustado el episodio en el siguiente explico la temática de la historia <3💖☘️
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Frágil~ (En proceso)
Romantik¿Por qué fue el? ¿Por qué destruyó mi vida de esa manera? ¿Por qué me dejé manipular? Tantos "por qué" y ni yo mismo encontré la respuesta ~~~~~~~~~ Avisos: Contiene +18 Contiene maltrato/abusos/amor tóxico