12 años atrás...

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19 de Noviembre, Doha, Qatar

El viaje demoró mucho más de lo que se había esperado. Salieron de México a las 6 y 50, y llegaron casi a las cinco de la mañana. Sin embargo, para Andrés el vuelo había sido un chasquido de dedos (considerando que pasó todo el viaje durmiendo con la boca abierta, y que lo primero que hicieron sus compañeros al despertar fue mostrarle una foto de lo ridículo que se veía). Fuera eso, había sido un vuelo tranquilo. Sólo para Andrés, claro está. Llegaron al hotel en un ómnibus, y casi todos los jugadores fueron... durmiendo. Estaban cansadísimos, apesar de que la mayoría de ellos durmió durante el vuelo. Lo primero que pasó en el hotel fue decidir dónde se quedarían, con quién y esas cosas. Ellos sólo querían descansar, no tener que aguantar tantas chingaderas de una sola vez. Finalmente, se encerró la discusión de los cuartos. Cómo siempre, a Andrés le tocó compartir habitación con Guillermo. Lo disfrutaba bastante, la compañía del portero le hacía sentir cómo en el propio cielo.

Llegando a la habitación, ambos jugadores se sorprendieron de gran manera al ver el lujo de aquellos cuartos. Eran millonarios, pero nunca habían visto algo tan deslumbrante.

- Whoa... - exclamó a boca abierta Memo - ... Esos árabes si que la chingaron, ¿eh?

- Sin dudas... - respondió el 'principito'

- ¿Quieres que te acomode las maletas? - preguntó el portero, mientras dejaba sus cosas en una esquina - Te ves demasiado cansado, apesar de que dormiste como la Bella Durmiente todo el viaje y con los auriculares puestos - continúo entre risas. Andrés pudo sentir cómo sus cachetes se calentaban poco a poco. Sintió un pequeño escalofrío recorrer su cuerpo, y por un momento, se imaginó cómo sería su vida si él y Memo estuvieran juntos. Fue rápido, pero maravilloso.

- ¿Chaparrito? - preguntó Memo, chasqueando sus dedos frente a la cara del centrocampista y sacándolo de su trance - ¿Estás bien?

- C... ¡Claro! - respondió un nervioso Guardado - No te preocupes, puedo acomodarlas... - dijo. Él quería que Memo las guardara, pero no quería incomodarlo. Ochoa se encogió de ombros, y saltó directo a la cama, sin cambiarse ni nada. Él sólo quería dormir. Andrés sonrió tiernamente al ver al rizado profundamente dormido. Acomodó sus maletas junto a las del portero y también se acostó con la ropa con la cuál llegó.

 Acomodó sus maletas junto a las del portero y también se acostó con la ropa con la cuál llegó

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Al día siguiente, al final de los entrenamientos.

- No siento las pinches piernas carnal... - se quejó Alexis, arrastrado sus pies y tratando de llegar a una banca para descansar un rato. Por culpa de una llamada repentina que Carlos hizo durante el horario de los entrenamientos del Tri, él y Uriel fueron castigados con dos horas extras en la cancha y también con un regaño de Andrés.

- Yo ya no siento más nada... - contestó Uriel, estirando sus piernas, intentando amenizar el dolor - ... No habíamos tenido un entrenamiento tan duro desde la Copa Oro de 2019... - dijo, entre suspiros.

"Segunda Opción" - OchEssi - OchoAndreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora