Been Here All Along [KTH - JJK]

Extra: "Cumpleaños Taehyung"

Como todos los años, durante esta fecha, Jungkook estaba entrando en un pequeño colapso.

¿La razón?

Estaba a dos días del cumpleaños de su ahora prometido, y no sabía que carajos regalarle.

—Llevas años con él Jungkook, ¿cómo no vas a saber?

El nombrado se quejó en frustración a la vez que golpeaba su frente con la superficie de la mesa.

—Es difícil ¿si? Siento que me quedo sin ideas.

—Y yo siento que estas haciendo una tormenta de un grano de arena—Jimin habló mientras se sentaba frente a él y llevaba una mano hacia su pelo para poder acariciarlo—. Taehyung va a estar feliz con cualquier cosa que le des.

Jungkook se quejó a la vez que se acomodaba en el asiento para mirar al pelirosa.

—No estas siendo de ayuda.

Jimin rio entre dientes

—Jungkookie, lo conoces más que todos nosotros.

—¿Tú tienes el regalo? —Indagó, haciendo jimin cruzara sus brazos y alzara una ceja

—Claro que si, soy su alma gemela ¿por quien me tomas?

Jungkook lloriqueó a la vez que volvía a golpear su frente contra la mesa, repetidas veces.

Hasta que algo en su mente hizo clic.

Se levantó de golpe y se quejó por el dolor en su pierna.

Y es que luego de que le hubieran sacado el yeso que tuvo que tener puesto por un mes y medio ha estado llendo al kinesiologo para hacer el proceso de recuperación más rápido.

—Eres un idiota—Jimin habló mientras iba por la muleta del menor para dársela, ya que este se veía algo desesperado—. ¿Ya tienes una idea?

El menor asintió efusivamente mientras acomodaba la muleta y se dirigía a la entrada de la casa de Jimin con algo de rapidez.

—¡Ten cuidado con el escalón de la entrada,  Jungkook!—Jimin gritó de la cocina al verlo casi correr.

—¡Estoy bi-

Un estruendo se escuchó y Jimin corrió hacia la entrada para luego carcajear al ver al menor en el piso con un puchero en sus labios.

Podía ser un militar destacado dentro del recinto militar, pero frente a sus ojos, siempre seguirá siendo el torpe y tímido niño de ojitos brillosos que logró conquistar a su mejor amigo.

Luego de un par de horas, Jungkook volvió a la comodidad de su hogar con una pequeña y suave sonrisa plasmada en su rostro, la cual creció al oír el suave ritmo del jazz venir del cuarto en donde pintaba Taehyung.

Con la ayuda de su muleta, se acercó a la habitación y sin emitir ningún sonido, abrió la puerta, encontrándose con Taehyung frente a un gran lienzo blanco usando un overol de mezclilla junto a una camisa blanca, una bandana la cual usaba como cintillo para mantener sus rizos en su lugar, una paleta en su mano izquierda y un pincel en la derecha.