La Sapienza

1

Chapter One: La despedida

El sonido del despertador retumbaba por toda la habitación -maldito lunes -¿puedo hacer caso omiso? sí, ¿debo hacerlo? No es lo debido, la voz de mi madre hace su entrada estelar, ah sí, me voy de la pocilga privilegiada a la que llamo casa.

-inútil asqueroso entra a la ducha -dice mi madre con impaciencia.

-NO -grita James, ¿Desde cuándo tengo a un puerco de hermano? bueno pues desde que nació.

-No quieres que revise tu cuarto o si -amenaza.

-¿Dónde queda el baño?

Lo siguiente que escucho es como mi madre le suelta una cachetada a mi hermano -jajajajajaja me hecho a reír a carcajadas.

-Creo que este día no va a estar nada mal, volviendo a la pesadez del día me levanto y tomo rumbo hacia al baño el cual agradecido con el de arriba que se ubique en mi habitación.

-No habíamos acordado que... -mi padre se queda en silencio recibiendo una respuesta de su probable discusión por teléfono, me siento entre Kate y abril-mis 2 aparentes y maniáticas hermanas menores,

-¿me dejas tu habitación? -Dice Nicole, mi hermana más pequeña.

-NO -le respondí, escucho los pasos de mi mamá bajando las escaleras, para luego sentarse con nosotros en la mesa.

-¿y tú moto? –dice Abril con un ápice de burla en su tono de voz.

-Te la vendo-respondo con una sonrisita triunfal mientras su expresión cambia a una de aburrimiento.

-Ya que estamos yo quiero tus jerséis, tu estantería y de paso quemar tus libros, son un asco -imita y procede a pestañear como angelito, casi nada pide esta aprovechada de Kate.

-¿Y tú que me das a cambio, eh?

-Pues Todo mi amor y cariño, que te hace mucha falta-replica con inocencia, luego cambia su mueca por una de asco, cuando nos damos cuenta de que es dirigida a James, que disimulada -¿Podrías alejar tus mocos de todo este espacio?

-Ese es el Flow, ¿Quieren un poco? -coloca una cara provocativa SEGÚN él, como siempre procedemos a ignorarlo y a seguir con nuestro desayuno más asqueados de lo que era antes.

-Vámonos -Dice mi padre.

Y lo primero que hago es despedirme de la señora de limpieza llamada Marie que es como mi otra madre, está en la casa desde que nací.

-Cuídate mucho mi niño- me dice Marie mientras me abraza fuerte, -escucho ladridos -cuando ya estoy en la puerta llegan mis dos perros, Tormenta y Nieve antes de irme se aseguran de lanzarse sobre mi para despedirse con unos merecidos lametones de su parte.

-Ya todos están aquí -mi padre dice mientras entra al auto, y para mi sorpresa van a dejar a mis hermanos en el colegio y luego me van a llevar a aeropuerto.

-Mamá dice que te avergüenzas de nosotros, por lo tanto nosotros vamos a la escuela, ya sabemos que nos amas tanto -dice Nicole como la cosa más alegre del mundo.

-Pues no te equivocas en lo primero -murmuro mientras que mis padres me dedican una mirada fulminante por el retrovisor por lo tanto solo me limito a devolverles una sonrisa.

-Recuerda que nos tienes que llamar los 7 días a la semana mínimo 1 hora -dice mi madre con muestra gentil y preocupada.

-No es como que lo vayamos a extrañar tan... -James deja la frase en el aire al ver que nuestro padre arquea una ceja lista para reprenderlo- Por supuesto que te amamos tanto, como no tienes idea Aiden.