- your punishment -

1.4K 55 15
                                    

Tsunade me tomó de la mano y me llevó a su habitación de una manera un poco brusca.

-Así que te gusta portarte mal, ¿verdad?- Me miró con lujuria y mí cuerpo se estremeció automáticamente.

-N-no…yo no quería…-

Ella se quitó su cinturón y golpeó mis piernas con él.

-Ah~auch~m-me…dolió…- Dije aún tratando de recuperarme de ese golpe.

-Lo siento, bebé, pero mommy tendrá que castigarte por lo que hiciste, ¿acaso te parece lindo hablar con otras mujeres en mí ausencia?-

Sus ojos me miraban de una manera un poco aterradora, pero debía aceptar que amaba sus castigos, me encantaba sentir dolor.

-L-lo…siento, pero ella me habló…no es mí culpa…- Otra vez sentí un golpe en mis muslos que hizo que en su cara apareciera esa sonrisa sádica que me encantaba ver.

-Nunca es tu culpa ¿verdad, bebé?-Dijo mientras se acercaba a mí y depositaba un beso en mí cuello. – Deja de hacerte la inocente, no vas a salvarte de tu castigo ésta noche.-

Sin hablar mucho más comenzó a bajar mí ropa interior, pero sin sacar mí falda.

Sus manos delgadas y largas recorrieron mis muslos apretándolos fuertemente logrando sacarme varios gemidos de dolor.

-M-mami…ahh~…¿q-que vas a…ha-hacerme?- Mí pregunta fué respondida por otro golpe de su cinturón.

-¿Acaso te dije que podías hablar? Porque no lo recuerdo.-Su tono de voz que ahora era más grueso hacía que yo anhelara más ese castigo. -Quiero que te masturbes para mi, pequeña.~- Masturbarme para ella era demasiado vergonzoso, pero yo enserio quería obedecer.

-¿N-no…me tocará…ésta vez?- Ella se acercó a mí y con una mano me tomó del cuello y comenzó a apretarlo lo suficiente como para que yo pudiera respirar solo poco.

-Sabes como llamarme cuando jugamos, cariño, ¿por qué estás siendo tan desobediente?- Me soltó y volvió a mirarme. -Quitate la falda y empieza a tocarte, no tengo toda la noche, nena~- Obedecí a sus palabras y comencé a tocar en círculos mí intimidad.

-Mmhm~ ahh~- Mis gemidos eran cada vez más altos debido al placer que yo misma me provocaba.

-Ey, ve más lento, quiero que sea tortuoso para ti , quiero ver como ruegas por ese orgasmo~-

Continué masturbándome un poco más, pero al parecer mí ama no estaba satisfecha.

-Ya ví suficiente.- Su tono de voz frío me asustaba un poco, ya sabía lo que venía y no era nada bueno.

De su bolso sacó un pequeño vibrador, yo ya lo conocía ella siempre lo llevaba para “jugar conmigo” en público. No era de un gran tamaño, pero era realmente potente en cuanto a vibraciones.

-Jugaremos con esto, pequeña~- Dijo mientras se acercaba a mí.

Rápidamente me colocó el pequeño juguete dentro de mí y comenzó a manipular los niveles de sus vibraciones, realmente sentía que iba a venirme en cualquier momento.

-Ahh~…a-ama…creo que voy a…mmm~- Mí orgasmo estaba cada vez más cerca y no era algo que yo pudiera controlar.

-Ey~, recuerda que no tienes permiso para eso, cariño.- Otra vez subió la intensidad y yo ya no podía contenerme más- Si quieres hacerlo...tendrás que rogarme~. Vamos, no seas tímida y ruégame por lo que quieres.-

Las palpitaciones de mí corazón se aceleraban y mí espalda se arqueaba por cada vibración. Trataba de hablar, pero carajo, mis cuerdas vocales fallaban, ni siquiera podía hilar una puta palabra.

-𝐁𝐚𝐝 𝐛𝐚𝐛𝐲-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora