Después de "la presión social" ocacionado por las asiáticas, Craig y Tweek tendrán que hacen diferentes tipos de acciones para hacer su relación falsa aún más creíble. Aunque, poco a poco todo lo falso parece ser realidad para el de chullo azul y el...
"CRAIG! TODOS ESTAMOS JODIDOS! EL CAZAPUTAS 42 SIGUE HACIENDO SUS SUCIOS COMENTARIOS Y LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES, ¡ESTO DA MUCHO MIEDO! NO SE SABE QUIÉN ES EL TROLL Y NUESTRA CIUDAD IRA DE MAL A PEOR... BLABLABLABLABLABLABLABLABLA"
El chico Tucker empezó a no escuchar bien al Rubió, mientras estaba quedándose dormido hasta que el paranoico volvió a dar un grito de ansiedad por todo. Eran 7:30 de la mañana, se suponía que debería seguir durmiendo hasta la hora que quisiera, es domingo, pero obviamente su dulce sueño con cobayas gigantes había sido interrumpido por Tweek.
-Tweek, tranquilizate. No tiene sentido que gane el señor Garrison, el no lo hará. Así que no te preocupes por eso. También sobre lo de cazaputas,a ese hijo de puta lo están investigando la policia. Ve a dormir... No se cuantas horas habras dormido pero debes descansar más, es temprano.
-E-eso es imposible, ¡yo no duermo!
-¡¿Qué?! No, eso no puede ser posible Tweek. Todos necesitamos dormir.
-Es que con solo pensar en todo lo que sucederá mañana. ¡Da tanto terror que ni me gana el suelo!
Con solo analizar un poco, todo tenía sentido. Las ojeras enormes que tenía y su comportamiento muy sobresaltado. El café y su ansiedad son la causa de su terrible insomnio.
-Esta bien, pero yo nesesito dormir. Nos vemos en la tarde. -dijo mientras se acomodaba entre las sabanas- Y debes estar tranquilo, nada malo nos sucederá.
-C-Craig! ¡Pero todo esto será nuestra perdición! ¡Si las chicas toman una venganza más grande y si el señor Garrison gana la Presidencia, estamos todos jodi-
Tucker lo interrumpio
-Por lo menos si sucede todo eso ahora, yo estaré dormido. Así que, ve a tu casa.
Por fin, Tweek obedeció y se fue a su casa. Aunque el se haya ido, el chico de chullo azul aún se sentía algo preocupado y no sabía el por qué, solamente pensaba en las pocas horas que dormía el Rubió por sus preocupaciones y el café. Su mirada se perdió entre las estrellas pegadas en el techo, aquellas estrellas que lanzaban una luz fosforescente que brillaban en la oscuridad de la habitación por las noches, esas luces le hacían sentir muy tranquilo.
Derrepente, se le ocurrió una idea para que las cosas puedan cambiar, al menos de hacer un intento.
. . .
Un pequeño niño Rubió intentaba relajarse formando figuras con unos legos, pero logró desesperarse más cuando no lo podía hacer debido a sus nervios. Se desahogo por todo su estrés dando un buen sorbo de su café, aunque era obvio que eso arruinaría aún más su estabilidad mental.
Cayó rendido hacia su cama, para tapar su rostro con la almohada y dar gritos desesperados para sentirse algo aliviado. ¿Como podría sentirse mejor? Se sentía demasiado preocupado por los problemas politicos y sociales, nadie comprendía como podría llegar a sentirse, sus padres ni siquiera escuchaban sus desesperaciones aunque intentaban ayudarlo de cierto modo, dándole café.
Sus pensamientos estaban aturdiendolo tanto que no se dio cuenta que alguien había entrado a su cuarto hasta que el le tocó el hombro. Tras esa acción, se asustó tanto que aventó la almohada a la cara de Craig.
-¡AY, ERES CRAIG!
-¡Tweek!, ¡¿Por que hiciste eso?!
-Pensaba que eras un secuestrador de niños. ¿Que haces aquí?, va a anochecer, tu no eres de venir en la noche.
Su mirada bajo hacia una caja que tenía Tucker en sus manos. El se dio cuenta de lo que Tweak estaba viendo, así que se acercó a el, puso la Caja en la cama y la abrio.
Eran aquellas estrellas como las que tenía en su cuarto.
-Son como las que tienes en el techo...
Solo las miraba, encantado por lo que estaba en la caja. Después de mirarlas por un largo tiempo, miro a Craig.
-Ayudame a pegarlas, así como tu las tienes. Quiero verlas brillando arriba esta noche.
-Si, te ayudaré.
Observó como sacaba todas las estrellas de la caja, emocionado y sin acordarse de lo demás que le causaba estrés. Craig logró sacar una pequeña sonrisa por verlo a el correr feliz a traer una escalera que tenía en el sótano. Su vida a lado de Tweek era como una montaña rusa, había momentos en donde puedes estar compartiendo momentos agradables o incomprensibles con el, calmar sus paranoias era muy difícil. Pero, ahora Tweek estaba bien, estaba relajado trayendo la escalera y pidiendo al pelinegro que sostuviera la escalera mientras el ponía las estrellas. Pasaron unos 28 minutos exactos poniendo todas las estrellas por la habitación y solo quedaba una cosa por hacer, apagar las luces y ver las hermosas luces de las estrellas. Tweek se acostó en la cama, mientras Craig fue a apagar las luces, cuando lo hizo, miraron ese hermoso espectáculo de luces.
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Los dos quedaron tan hipnotizados con esa hermosa vista. Un niño se sentía totalmente maravillado, mirando las estrellas, y el otro niño disfrutaba eso, esa tranquilidad que estaba en medio de los dos. Tweek siempre intentaba imaginarse un paisaje hermoso a la hora de intentar mantener la calma, pero ahora lo tenía frente a sus ojos, lo tendría todas las noches y de cierta manera, siempre le recordaría a Craig.
