01 - Los campeones no esperan.

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- Russo, preparate que ya salís, los campeones no esperan. - Me dijo Celeste, mi jefa.

Heaven&Hell es un bar no muy conocido pero con bastante prestigio y exclusividad, ubicado en alguno de los callejones desconocidos de la mágica ciudad de Buenos Aires.

La situación era la siguiente, Argentina después de 36 años se consagró campeón mundial nuevamente, lo cual como era de esperarse revolucionó el país entero. Hasta lo que sé, los jugadores o gran parte de ellos, vinieron al bar a pasar un buen rato sin ser agobiados por las multitudes, y yo formaba parte de ese buen rato.

Salí al escenario y pude visualizarlos, en la barra, todos riendo y sacándose fotos, realmente admiraba su trabajo y como pudieron movilizar todo un país, pero no los molestaría, no esa noche, claramente debía enfocarme en mi presentación.

Big Boy - SZA.

Mí cuerpo se movía al compás de la música, al rededor del caño, podía distinguir la mirada atenta de Enzo Fernández sobre mí, lo cuál me causó un poco de gracia, siendo el menor del plantel claramente su reacción sería la más cercana a la de un adolescente con este tipo de bailes. A su lado, El "Licha" Martínez, o Lisandro. Parecían estar jodiendose entre sí, seguramente Licha se estaría riendo de la baba que se le caía al menor, y este lo estaría negando rotundamente, ese era un escenario habitual en el bar.

Seguía bailando delicadamente, cuando mí número llegaba a la cúspide de la sensualidad.

" 𝐈 𝐧𝐞𝐞𝐝 𝐚 𝐛𝐢𝐠 𝐛𝐨𝐲
𝐈 𝐰𝐚𝐧𝐭 𝐚 𝐛𝐢𝐠 𝐛𝐨𝐲
𝐆𝐢𝐦𝐦𝐞 𝐚 𝐛𝐢𝐠 𝐛𝐨𝐲 "

Mí objetivo todas las noches era encontrar un hombre que encajara con la descripción, y rápidamente pude encontrarlo.
Al lado del famoso centrocampista, Rodrigo de Paul, se encontraba él, Emiliano Martínez, arquero de la selección.

Hicimos contacto visual y pude notar como sus ojos marrones recorrían mí brillante vestuario rosa a medida que me iba acercando, la selección empezó a reírse y a joderlo, pero el mantenía su mirada fija en mí, con una sonrisa de costado, lo cual debo admitir que era bastante intimidante hasta para mí, que estoy acostumbrada a tratar con hombres famosos, y no solo a tratar, sino que a bailarles, pero él era un caso diferente.

Realicé un baile libre, como lo hago con cualquier cliente, y antes de irme aproveché la oportunidad y le guiñe un ojo, ignorando los alaridos que salieron por las bocas de sus compañeros.

Mi presentación terminó y me fui directamente a los vestuarios, el traje rosa con piedras no era un outfit que usaría para andar por la vida, y mi pelo empezaba a doler de tanto gel que usaba para mantenerlo fijo.

- BOLUDA NO PUEDO CREERLO - Gritó Mora cuando me vió, ella era una de mis amigas más cercanas que trabajaba allí. -
- Estás re perra, no puede ser, viste como te miraba Enzo? Desearía que ese turrito lindo me mire así alguna vez a mí -.

- Gracias amiga, probá, hacete la boluda y date una vuelta por ahí, si no te acercas mucho no creo que Celes te diga nada - Respondí mientras me ponía un outfit un poco menos llamativo, mi turno terminaba y la idea de llegar a mí casa y tirarme a la cama me estaba llamando.

- Vos ya te vas? tomate algo dale, haceme la pata mientras pruebo acercarme a Enzo, porfis - Insistió mientras ponía cara de nenita para que la acompañe.

- Boluda estoy muy cansada, no creo que sea el mejor momento para que la putísima selección me vea ponerme a tomar - Respondí mientras me soltaba el pelo y me acomodaba las onditas que habían quedado tras el peinado.

- El dibu no te sacaba la vista de encima... - Dijo mientras se acercaba con cara de pilla al espejo conmigo.

- Ningún flaco me saca la vista cuando le bailo en la cara, claramente - Le respondí riéndome, la idea de verlo nuevamente me incentivaba un poco pero el sueño me ganaba.

- Ay dale por favor, cuándo vamos a ver a la selección de nuevo? Es ahora o nunca - Rogó por última vez y yo rodando los ojos acepté.

Salimos del vestuario directo al bar. Noté todas sus miradas.

En lo que Mora trataba de hacer su jugada maestra con Enzo, que por lo visto estaba funcionando, yo me acerqué a la barra, un poco alejada de la selección y me pedí un Gin Tonic.

Entre el sueño y cansacio, me perdía en mis pensamientos mientras tomaba, en lo que siento unos dedos tocar suavemente mi hombro, era el mismísimo Kun Aguero.

- Hola loquita, todo bien? - Preguntó con su sonrisa tan característica, soltando olor a alcohol en su aliento.

- Hola Kun, todo bien por suerte, te puedo ayudar en algo? - Dije con una sonrisa en mi cara pero tratando de mantener mí profesionalidad.

- Mira voy a ser directo, seguro parezco un pendejo de secundaria haciendo esto, pero no me queda otra, si no lo hago tengo que garpar los tragos y sinceramente ni ganas, coso, eee, me pidieron que te pida tu Instagram, si no soy irrespetuoso, claramente -.

No me pude contener la risa, lo miré y seguido de él miré a la selección, estaban atentos a ver mi reacción, en cuanto notaron mi vista todos giraron la cabeza de nuevo en seguidilla.

- Eeh, creo que no puedo hacerlo, si se enteran me pueden despedir - Dije y solté otra risa leve - Pero me da curiosidad saber quién te lo pidió - Interrogué levantando una ceja, juguetona.

- Uhh mal ahí perro, pero no te puedo decir eso, sabés qué, se llegan a enterar que te dije y soy pollo, pero bueno está bien, gracias igual capa -. Dijo y antes de poder despedirme alguien nos interrumpió.

- Mía, vení por favor - Era Celeste, creo que cagué un poquito.

El Kun levantó una ceja, me sonrió y se fue nuevamente con el grupo, yo me alejé de la barra y me acerqué a mi jefa.

- Sabés que no podes interactuar con los clientes, menos con figuras tan importantes como la selección, vienen acá para que no los agobien, que pasó ahí con el Kun? - Pidió explicaciones, yo traté de actuar lo más normal posible y le comenté la situación.

- Nada en realidad, solo vino a decirme que había hecho una buena presentación, hasta a mí me pareció raro pero bueno, algunos hacen eso cuando termino de bailar - Mentí, para mi agrado Celeste me creyó y después de echar un vistazo a la selección cuestionó de nuevo.

- Bueno está bien, de casualidad no viste a Mora? Sabes algo o si ya se fue? Que raro que no me avisó nada -.

Qué pendeja ésta dios mío, tuve que mentirle de nuevo, claramente no iba a decirle que a esta altura ella ya estaría encamada con el futbolista joven destacado del mundial 2022.

Terminé de hablar con Celes y me dirigí a la barra de nuevo para terminar mi Gin Tonic, lo hice y me dispuse a irme, claramente Mora no seguía ahí así que no tenía razones para quedarme.

Cuando agarré mi bolso y pasé por al lado de la selección para dirigirme a la salida, crucé miradas con Emiliano, mi paso se detuvo por unos segundos para mirarlo, pero luego me percaté de mí acción y simplemente me fui del bar.

Esa fue la primer noche que crucé miradas con Emiliano Martínez.

𝗕𝗶𝗴 𝗕𝗼𝘆 - Emiliano Martínez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora