✧⠀ ── 𝐒am

495 44 10
                                    

—¡Desgraciado!—Maulló al verlo.

SungChan al escuchar los tan conocidos maullidos levantó su vista encontrándose con el gatito de sus ojos, casi sin poder creerlo correspondió sus maullidos con entusiasmo y emocionado trató de subir a donde su amado se encontraba, mientras los humanos no le prestaban atención, escaló por las sillas llegando finalmente al lugar dónde Shotaro estaba recostado.

—¡Shotaro!—Exclamó con emoción al estar a su lado, más Shotaro hizo como si no lo hubiera escuchado. —Estaba loco por verte, te extrañé mucho, muchísimo.

—Ja, si claro. —Dijo este mirando hacia sus garritas, gato cínico, ¿Pensaba que le creería así sin más? Ya lo había decepcionado una vez.

SungChan observó su actitud, sabía que no estaba creyendole, y tenía sus razones.

—¡Es verdad! Sólo que papá Lucas no me dejaba salir de casa, y Jisung estaba sobre mi todos los días vigilando que no me fuera. —Intentó explicarse el gatito. —Pero no creas que papá Lucas es cruel, todo es por mi patita, por eso no podía ir a verte.

Hizo referencia a su patita vendada, que Shotaro miró, sintiéndose un poco culpable por sus pensamientos anteriores, ¿Algo grave había pasado con SungChan? Y él deseando tantas veces que comiera una rata intoxicada.

—¿Qué te ocurrió?—Preguntó con algo de preocupación, pero intentando no demostrarlo demasiado, poco a poco, no podía ser tan evidente.

—Un humano en bicicleta me pisó mi esponjosa patita. —Cerró sus ojitos gatunos al recordar aquél dolor, no se lo deseaba a nadie.

Shotaro pudo imaginarse el dolor, una vez Yuta lo había pisado sin querer y había dolido mucho, seguramente una bicicleta era peor de todas las maneras posibles.

—Ouch, hay tantos humanos insensibles. —Expresó Shotaro con pesar colocando su patita sobre la de SungChan, comprendiendo al otro gatito. —Pensé que sólo había sido un gato de una noche para ti.

—¡Por supuesto que no Taro!—Exclamó bastante seguro. —Me gustas de verdad.

—¿De verdad?—Preguntó con algo de desconfianza.

El amor en el reino animal era mucho más simple que en el de los humanos, había química y era todo lo que se necesitaba, la atracción era innegable y el deseo de estar juntos importaba mucho más, esperar para formar una relación no era del todo una opción.

—¡Si!—Respondió con emoción.

Quiso sonreír por la emoción del otro, le pareció adorable, pero lo era aún más por el hecho de que la causa de esta era nada más ni nada menos que él.

—C-creo que a mi también, Channie. —Confesó el gato, con un poco de vergüenza.

Lucas volvió su atención hacía la camilla, encontrándose con la adorable escena de estos dos, levantó su ceja expectante, para que SungChan tuviera es afinidad con otro gato podía implicar otra cosa...

—Hey, parece que SungChan y Shotaro se hicieron amiguitos. —Dijo Lucas con una sonrisa tomando a su gatito apartandolo del paciente para proseguir con su trabajo.

Si, amiguitos, muy amiguitos. —Pensó Shotaro.

Sobre todo aquella noche hace semanas, hum, no se trataba de algo muy amistoso que digamos.

Tomó los aparatos listos y procedió a por fin revisar a Shotaro con el aparato, bajo la mirada extrañada de Mark, pasaba el transductor sobre el vientre del gato, que se encontraba mucho más dócil luego de la conversación con el otro.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 31, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

꒰ 𝘀𝘂𝗻𝗴𝘁𝗮𝗿𝗼     /Mɪɴɪɴᴏs        ꒱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora