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Las luces rojas adornaban la oscura habitación.
-Pa~ra- pide Sunoo
Sunghoon hizo una sonrisa ladina y después le volvió a golpear en el estómago
-No dije que hablaras perra sucia- digo sunghoon
Después ató las manos de Sunoo con una cuerda  y las coloco en su espalda
-ponte en cuatro- dijo sunghoon y con el látigo le dió en las nalgas
-Que te quede claro que conmigo no se juega puta- dijo sunghoon
Volvió a golpear con el látigo en su espalda y en los muslos.
Le encantaba ver llorar a Sunoo y más si es por su culpa, también le gustaba como sangraba por los latigazos y como se marcaba en su pálida piel.
-Prometes obedecer a tu hyung- dijo sunghoon
-Si-dijo Sunoo con voz quedita
-No te escucho-dijo sunghoon y le dió una nalgada en su desnudo glúteos
-SI, LO PROMETO- grito Sunoo por el dolor
- No me grites perra- dijo Sunghoon y agarró su cabeza para arrastrarlo a la esquina.
Llegando ahí, se bajó sus pantalones y su boxer, Sunoo se dió cuenta y dijo
- No por favor no-
Sin embargo Sunghoon no le hizo caso y acercó su grande y gordo pene a la entrada del menor y penetró a Sunoo
Empezó a embestir con rapidez mientras esté disfrutaba el pequeño Sunoo estaba llorando porque no soportaba el dolor pero también disfrutaba del momento.
El silencioso cuarto se llenó de gemidos por parte de los dos.
-¿Te gusta esto hijo de puta?- dijo sunghoon con voz ronca
- Da~me más- pidió Sunoo
Lo voltio y empezó a morder los pezones del menor mientras sostenía su cadera entre sus brazos.
-Mmm, oh sí, sigue así hyung- dijo Sunoo
Las penetraciones se volvieran profundas llegando al punto dulce del menor, este tenía las mejillas rosas y su respiración agitada
-No te puedes venir, primero yo,- dijo sunghoon con voz ronca- mira como me aprietas puta.
Así estuvieron por diez minutos hasta que sunghoon se vino dentro de Sunoo.
Despues de volver su respiración agitada a la normal sunghoon le pregunta
- ¿Te dolió bebé?-
El menor movió la cabeza en negación y le dió un beso tierno en la nariz, así que sunghoon puso a Sunoo en sus piernas y empezó a lamer sus labios, sus mejillas y su cuello a dónde dejo marca.
A Sunoo le encantaba jugar con su hyung. De ese modo era suyo

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