1.- El comienzo de todo

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Todos blandían sus armas, el metal sonaba al ser embestido una con otra arma sin cesar hasta la muerte de alguno de los dos rivales, sombras de ángeles, arcángeles, querubines, serafines y criaturas infernales vagaban por todos lados desolados y tratando de frenar lo que segundos antes hubiera causado su muerte, cuerpos derramados en el suelo desintegrándose poco a poco sin vida, sin magia, mutilados, alas de ángeles rotas adornaban las espaldas de aquellos que defendieron la luz y el bien, el sol se había oculto tras unas oscuras y lúgubres nubes que llenaban todo de oscuridad, todos peleaban por la creación de las dimensiones, y por la hegemonía del poder, la sed de conquista y dominio de la oscuridad llevo a aquellos seres a atacar las dimensiones celestiales. Fue una gran perdida, la gran rebelión, donde Dios perdió más de la mitad de sus hijos, los ángeles, pero ganó a otros más a los humanos.

Las criaturas demoniacas peleaban por acabar con todo bien que existiese, los ángeles porque prevaleciera el orden y la luz.

Los exorcistas peleaban con todas sus fuerzas ayudando a los ángeles a proteger su divina labor, paladines rompían sus espadas luchando con el ejército de Taumnos, magicians muertos, secos y sin poder, los magicians sobrevivientes estaban exhaustos y a punto de morir, las ninfas y los veladores mucho no podían hacer, ya que ellos no tenían quien los protegiera, como a las criaturas infernales Taumnos, o a los ángeles, Géminis.

Pero en un momento de desesperación nacido un poder dentro de un hombre, tan grande y brillante que cegaba a todo a su paso, Orión, el magician exorcista en pie que quedaba con la suficiente fuerza y nobleza para acabar con los que amenazaban con acabar con todo, Dios le había concedido el poder de defender a sus hermanos caídos, ya que por más que quisiera no podía ayudar a matar o a asesinar, así fuese una criatura del mal, para defender el bien; todos los exorcistas estaban cansados pero Orión no, iba pasando a través del ejército de Taumnos abriendo paso a todos los aliados, destrozando a cualquier criatura que osara atravesársele, ayudando y rescatando a sus compañeros caídos, las ninfas y los veladores al ver tal poder tan grande y destructivo para cualquier criatura infernal, cantaron y oraron con todas sus fuerzas a los cuatro vientos, suplicando por el ultimo rayo de esperanza para la luz.

Orión logro elevar su poder tanto como Taumnos y Géminis, al nivel de un creador, convirtiéndose en un inmortal; Dios le había concedido el poder de serlo.
Levanto su báculo forjado con su misma sangre y sus manos, emitiendo un rayo de luz que todo lo cegó, lo único que se logró ver fue la armadura verde seco que portaba, hecha de ónice, rubíes y sangre de Géminis

Nadie se explicaba nada, entre el ejército de ángeles se preguntaban que había sucedido para que Orión recibiera tal poder, lo que si era seguro era que el ejército de Taumnos estaba destruido.

El sol volvió a brillar, esas oscuras nubes que lo cubrían se dispersaron y los rayos del sol volvieron a revolotear y jugar como solían hacer.

Géminis expulso a todo y a todos los oscurantistas de las dimensiones celestiales y creo las "las barreras angelicales" o "las barreras de Géminis", impidiendo el paso a cualquier ser oscuro que quiera entrar de nuevo y de hacerlo sería inmediatamente destruido por su misma fuerza.
Taumnos huyo a las dimensiones infernales, al ver que una legión de ángeles y los mismos 7 arcángeles sobrevivientes los perseguían, repitió lo que su hermano gemelo Géminis hizo, creo las "barreras del tártaro" o " las barreras de Taumnos" para protegerse de ellos.

Los exorcistas se quedaron en una dimensión intermedia, ya que, aunque eran aliados de la dimensión celestial no podían permanecer ahí ya que son mortales y fáciles de corromper por el mal, viendo esto Orión ahora convertido en inmortal creo "La Dimensión Terrenal" donde todos los mortales vivirían y se olvidarían la gran guerra de la creación y de todos los conocimientos que a esta llevaran, a excepción de aquellos que decidieran convertirse en exorcistas y seguir los pasos de quienes una vez los liberaron y pelearon por el bien.

Orión era inmortal pero para forjar una dimensión se necesita una enorme cantidad de poder, la cual Orión poseía, pero al hacerlo moriría, ya que él era nuevo y no poseía más poder que ese, y como acto final antes de desaparecer se convirtió en estrellas, para vigilarnos y descansar para recuperar su poder, y el día que despierte, reinara la luz, por lo mientras la balanza entre el bien y el mal esta equilibrada, pero la vigilancia de Orión no nos serviría de mucho ya que no fueron creadas barreras de protección, dejando a los humanos descubiertos y vulnerables a cualquier ente o ángel que desee entrar. De ahí nacieron las religiones para implorar ayuda y protección ante estas criaturas que acechan y tientan a hacer cosas que nos impedirían regresar a las dimensiones celestiales.
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-Sony- oí a lo lejos que me llamaban, como un susurro en mi oído que me llamaba con una dulce voz- !!!SEÑOR SECRETT DE NUEVO SE QUEDO DORMIDO EN MI CLASE¡¡¡- esta vez me gritaron en el oído y me desperté de mi sueño cayéndome de mi pupitre donde estaba.

Todos comenzaron a reírse y a burlarse de mi por haberme dormido de nuevo en la clase de la señorita Fitzpatrick.

El ExorcistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora