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CHANYEOL


Poco después de que BaekHyun saliera de mi habitación, me sentí a la deriva. Tuve dificultades para concentrarme todo el día, pero nada tan malo como eso. En algún momento de la tarde, ya no podía decir si estaba soñando o si estaba despierto.

Todo se sentía como algo borroso alrededor. Un tipo de irrealidad. La enfermera entró... ¿o no? Para decirme que tenía fiebre. Creo. Realmente no puedo recordar mucho de ese tiempo, excepto por el hecho de que estaba preocupado. Un poco de mí, pero sobre todo de mis bebés. Si había algo mal conmigo, tampoco podría ser bueno para ellos. Si estuviera enfermo, podrían estarlo también ellos.

Traté de recostarme y tomarlo con calma, pero las visiones de un horrible futuro se entremezclaban con mi realidad y me asustaban. Así que presioné mi cara en la almohada y me negué a mirar de nuevo, atrapado en mi propia cabeza.

Va a estar bien, va a estar bien, va a estar bien.

Oí voces a mí alrededor, de vez en cuando, pero no podía entender lo que estaban diciendo por lo que decidí que no eran tan importantes como la conversación que estaba teniendo conmigo mismo.

Hasta que una voz que sonaba casi como la mía, pero que no quebró el estribillo en mi cabeza dijo.

—Mira hacia arriba.

Me sentí extrañamente obligado a seguir esa orden, mi corazón latiendo más rápido antes de que mi cerebro procesara lo que estaba sucediendo.

BaekHyun.

Estaba tan feliz de verlo que casi estallé en lágrimas. No sabía cómo, pero él haría que esto se fuera. Se sentó en el borde de la cama, una mano en mi cabello, y pude registrar ese toque, también. Me incliné hacia él, necesitando la conexión para anclarme a la realidad.

—Voy a llevarte afuera, ¿de acuerdo?

Quise asentir, pero no, porque el movimiento me hubiera hecho sentir mareado. Sin embargo, me las arreglé para gruñir algo que sonaba vagamente como un “sí”.

BaekHyun me premió con una sonrisa tranquilizadora, aunque no podía ocultar por completo la preocupación de su rostro.

Se puso de pie, y tiró de mis cobertores y desconectó algo de mi brazo, ¿una solución? No estaba muy seguro. Lo borroso no había desaparecido por completo. La única cosa que estaba enfocada era BaekHyun, levantándome en sus brazos como si no pesara nada a pesar de que me sentía como una ballena.

Había algunos beneficios de salir con un dragón.

Me presioné contra su pecho, cerré los ojos y casi me quedé dormido hasta que sentí una ligera brisa pasando por mi piel, donde no estaba cubierto por la delgada ropa del hospital.

¿Estábamos afuera?

Abrí mis ojos. El sol empezaba a ponerse sobre el horizonte, pintando el cielo en tonos de rojo y naranja y por un momento, eso era todo en lo que podía enfocarme.

—Voy a ponerte abajo —dijo BaekHyun — Y luego voy a cambiar. No tengas miedo.

Me dejó en el suelo y me senté en la hierba, mirándolo, no totalmente seguro de sus planes o por qué estábamos aquí, pero dispuesto a hacer lo que él decía.

—Voy a tener que... —Hizo una pausa. Sacudió su cabeza —Puede que te duela un poco.

Podía decir que necesitaba una respuesta, así que me hice hablar.

—Está bien.

Se inclinó para besar mi frente.

—Te amo —susurró, como si fuera un secreto, aunque no lo fuera… podía sentirlo en su mirada cuando me miraba, y no tenía miedo de nada que pudiera hacerme.

Ante mis ojos, cambió a su forma de dragón, lo cual fue tan increíble como lo había sido la primera vez, incluso cuando todo estaba un poco borroso. Se sentó detrás de mí y extendió sus alas alrededor de los dos, como para protegerme de la vista de otros, para protegerme. Fue este gesto, más que cualquier cosa, lo que me hizo saber que este dragón todavía era BaekHyun, aún era el hombre que amaba.

Tan protector como era esta criatura, no me haría daño. Estiré una mano para tocar una de sus alas de cuero y la encontré caliente.

Quítate la ropa.

Hice lo que me pidió.

Inclínate un poco hacia delante. Esta parte puede doler. Lo siento.

Apoyé la cabeza sobre mis rodillas, exponiendo la piel desnuda de mi espalda a él sin vacilar. Apreté mis dientes cuando sentí una de sus garras hundirse en mi piel, esperando el mordisco de dolor mientras la arrastraba hacia abajo, pero no llegó. En cambio, sentí un hormigueo extraño en todo mi cuerpo, no sólo en la parte en la que me estaba marcando. Se movió rápidamente, escribiendo algo desde mi hombro izquierdo hasta el derecho, justo debajo de mi cuello. Cuando terminó, vaciló.

Los bebés me dieron patadas en el estómago, como si la tensión los estuviera matando también.

—No duele —murmuré, adivinando que esto podría estimularlo a actuar.

Y adiviné correctamente.

Poco después de haber hablado, lo oí respirar hondo, y luego una llama caliente envolvió mi cuerpo. La sensación era completamente diferente a todo lo que había sentido. Podía ver por qué él se había mostrado reacio a hacerlo, pero no había dolor, ni ardor. En cambio, mi piel hormigueó, especialmente en el punto debajo de la parte posterior de mi cuello, donde había puesto su escritura.

Después de un momento, me sentí como si estuviera brillando. No tenía otra palabra para describirlo. De repente mi cuerpo empezó a zumbar con una energía que no había estado allí antes, y una vez finalizado, lentamente mi visión volvió a ser clara.

Detrás de mí, BaekHyun volvió a su forma humana.

—¿Qué hiciste? —pregunté.

Me empujó contra su pecho.

—Te he atado a mí. O más bien, yo a ti —Acarició la nuca de mi cuello —Te dije que te dejaría marcas que no se desvanecerían, ¿no? — Una risa débil siguió sus palabras —¿Estás bien?

Me froté la cara.

—Creo que sí. ¿Es esta cosa del vínculo de parejas de la que hablaste antes? —Me apreté más cerca de él. Algo era diferente en el aire entre nosotros ahora. Era como si pudiera sentir lo que estaba sintiendo solo escuchando lo suficiente. En este momento, las emociones que irradiaban de él eran de alivio, amor y agotamiento, en ese orden.

—Sí, lo es. No estaba seguro de que funcionara, pero tenía que hacer algo.

—Lo siento si te asusté.

—No sabes lo mucho que ansío que nazcan estos bebés —Frotó mi vientre. Uno de los bebés aprovechó la ocasión para darle una patada.

Una pequeña risa se me escapó.

—Estarán con nosotros pronto —Me incliné hacia él —¿Tenemos que volver adentro?

—Sí, tenemos. No me arriesgaré más. Te vas a quedar en la cama del hospital hasta que malditamente dejes de estar embarazado.

Me reí más fuerte porque todavía era muy raro oírle maldecir. El día realmente debió haber sido mucho para él.

—Bien —Me di la vuelta y lo besé en la nariz —Iré antes de que tengas un aneurisma.

—De acuerdo. Pero antes de hacer eso... — Me acercó y me besó en la boca. No sé si fue porque acababa de ser embebido en su fuego o no, pero me derretí contra él casi instantáneamente. Después de un día de descender lentamente hacia la locura, mi mundo estaba de nuevo finalmente en la dirección correcta, y nada se había sentido tan bien como besarlo.

ʙ.ᴇ.ʜ.ᴅ.ᴅ || 𝑏𝑎𝑒𝑘𝑦𝑒𝑜𝑙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora