Otro día mas.....ya había perdido la cuenta de cuanto tiempo habia pasado en ese lugar,solo sabia que su cuerpo habia cambiado.Sus brazos y piernas se habian estirado,su pelo habia crecido a sobremanera y se encontraba tan sucio.
Habia olvidado la última vez q habia hablado con alguien,de su vida anterior solo le quedaban vagos recuerdos de unos cálidos brazos dandole cobijo y la sonrisa de una mujer que ni siquiera recordaba quien era.Y como no olvidar todo aquello si se habia pasado encerrado en esas cuatro paredes húmedas y llenas de oscuridad durante demasiado tiempo,habia sido tratado como un animal.....y en eso se habia convertido.
Se encontraba todo sucio y desprendía un olor tan fuerte que ni el mismo lo soportaba.Su pelo era tan largo como el de la mujer que lo alimentaba cada día,si es que se le podia llamar alimento a eso que le daban.
Cada dia que pasaba en ese lugar perdia un poco mas de su humanidad y no era para menos,despues de haber tenido que defecar en el mismo lugar donde dormia y recibir maltratos y torturas de todo tipo aun siendo un niño.Su cuerpo se encontraba practicamente lleno de cicatrices y cada una de ellas estaba llena del llanto de un niño pequeño que solo necesitaba alguien que lo salvara de aquello.Pero de aquel niño ya no quedaba nada.
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—¡Sújetalo,que no escape!—decia la mujer de labios perfectamente pintados de rojo y cabello oscuro tan largo que casi llegaba a la parte baja de su espalda.
—¿Como pudiste obtener a tal bestia?—preguntó curioso un señor muy elegante de sombrero de copa y bastón.
—Un mago nunca rebela sus secretos mi querido Nicolás—respondió la dama de labios carmesí con un tono coqueto y moviendo su afilada uña pintada de rojo por el fino saco del señor.
—Tan perpicaz como siempre mi querida Verena—exclamó Nicolás guiñandole el ojo derecho a la coqueta.
—Ya ves no hemos cambiado nada,pero en esta ocasión solo venimos a hacer negocios—dijo la mujer sacando una pequeña llave dorada de entre sus pechos.
—Mmm,tienes razón.¿Cuánto me costará adquirir tal espécimen?—dijo el hombre mientras le hacia una seña con la mano para que se acercara a uno de sus guardaespaldas que se encontraba con un pequeño maletin cuadrado de color negro.
—Pues por nuestra amistad de tantos años serán quininetas bolsitas—dijo Verena relamiéndose los labios de solo pensar en que por fin podria mudarse de ese lugar inmundo.
—De acuerdo querida mia,como acordamos,el precio lo pones tú—dijo mientras abría y le entregaba el maletin que contenia diminutas bolsas de sal.
—Esto lo voy a gastar como no tienes ni idea—exclamó sonriendo y entregandole la pequeña llave dorada que contenía los cerrojos de los grilletes de la bestia.
—Verena,Verena,Verena.Tantos años de amistad y parece que aún no me conoces—dijo el caballero de sombrero de copa mientras balanceaba su bastón de un lado a otro.
—¿A que te refieres?—dijo Verena asustada.
—Querida deberias saber que yo nunca te dejaria ir andando con tal fortuna por ahi—Sonrió y nuevamente hizo una seña con su mano pero esta vez a sus dos guardaespaldas,los cuales sacaron sus pistolas y de un segundo a otro balearon a la dama de labios carmesí.
—Buen trabajo muchachos—les dijo Nicolás lanzandoles dos de las diminutas bolsas de sal.
—Ahora síganme que vamos a llevarnos a la bestia—dijo mientras se alejaba caminando a través de un oscuro pasillo que al parecer conducía hacia pequeños cubículos llenos de suciedad y humedad formados por paredes y barrotes de hierro.
Al llegar al final del pasillo a las ultimas mazmorras se encontraba un joven desnutrido,desnudo,lleno de cicatrices,con el pelo muy largo y repleto de suciedad,practicamente parecia un animal.
—Bueno,bueno¿que es lo que tenemos aqui?—dijo Nicolas apoyando sus dos manos en el baston.
El joven se volteó hacia él al escuchar su voz y comenzó a moverse hacia los barrotes en cuatro patas como si de un perro se tratara.Alzó su rostro hacia arriba y miró directamente a los ojos azules de aquel hombre que le parecia tan extraño.
—Hola jovencito¿como estas?—dijo Nicolas sonriendo con total sarcasmo.
El joven que aunque entendia las palabras le resultaba casi imposible pronunciar tan siquiera una letra,comenzó a producir ruidos extraños,eran como una especie de gruñidos o ladridos.
—Es un caso perdido,libérenlo,no le hará daño a nadie,ni siquiera sabe caminar—habló dirigiendose a sus guardaespaldas,los cuales rapidamente acataron la orden.
Sacaron al joven de la celda cada uno sujetandolo por los pequeños brazos largos y desnutridos ya que no se podia mantener en pie por si solo.
—No sé con que fin Verena te tenia encerrado y en estas condiciones en tal lugar,pero tampoco quiero averiguarlo—dijo Nicolás casi sintiendo lástima por la situación del joven.
—Consigan algo de ropa,alimentenlo y sáquenlo de aquí,que después se las arregle como pueda—Ordenó a sus matones—Ah,se me olvidaba,tambien denle esto le servirá más adelante—acto seguido le entregó a uno de ellos cinco pequeñas bolsas de sal.
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Mientras sentía las manos de esos dos hombres cargándolo por los brazos podia observar como ese señor extraño le entregaba a uno de ellos dos pequeñas bolsas de algo blanco.Lo transportaron por todo un pasillo lleno de oscuridad hasta llegar a una pequeña sala igual de sucia que todo el resto del lugar.
Allí pudo observar en el suelo sucio y frío el cuerpo de la mujer que lo torturó durante tanto tiempo,estaba rodeada por un charco de algo liquido que parecia agua pero era de color rojo.
Fue llevado hacia otro lugar que parecia una casa,estaba tan limpia e incluso era acogedora.Alli lo alimentaron,bañaron, vistieron y le cortaron el cabello hasta dejarlo hecho un pequeño bulto de rizos sobre su cabeza.
No estaba seguro de si alguna vez habia sentido la sensacion del agua y el jabón correr por su cuerpo o el sabor de la comida caliente y deliciosa acabada de preparar.Solo sabia que alli se sentia bien,que no queria volver a aquel lugar oscuro del que lo habian sacado y que haria todo por quedarse alli.
Pero de pronto comenzó a escuchar ruidos altos y agonizantes como los que el hacia cuando era golpeado.
Algo le hace sentir que debe correr,escapar de ahi,que ya no es un lugar seguro.Y se da cuenta de que esta en lo cierto cuando ve a los hombres que lo trajeron salir corriendo hacia la puerta delantera de la casa.
De pronto aparece frente a el una chica de pelo negro recogido en una coleta y ojos color café rasgados.
—¿Que haces ahi sentado?—dice la chica alarmada.
Él solo se le queda mirando queriendo responder pero siendo incapaz de hacerlo.
—¿Eres tonto o que?,vamos levantate y salvate mientras puedas—le dice la dulce chica agarrandolo por una mano y casi arrastrandolo.
El chico solo la mira y comienza a moverse en cuatro patas.
Ella lo mira asombrada y solo le indica que la siga hacia una puerta al fondo de la pequeña casa.Al salir comienza a caminar apresurada y sigilosamente.
El joven solo la mira e imita sin hacer ningún ruido,aunque todo está hecho un caos en lo que parece ser un pequeño pueblo.
Por todos lados se escuchan gritos y en muchos lugares puede observar de nuevo al igual que anteriormente con su torturadora a muchas personas en el suelo con los ojos cerrados,pero esta vez ninguno esta cubierto por un charco de aquel liquido rojo.Todos estan llenos de marcas que parecen dos orificios consecutivos por muchas partes del cuerpo.
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Solsticio
Short StoryÉl era un niño con sueños,lleno d paz y alegria. La ciencia lo destruyó....