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En cuanto llegó a su agencia su "jefe" no solo había empezado a parlotear sobre sus fans esperando afuera, también habló sobre una loca chica que había estado desde muy temprano, aunque realmente no le importaba, eso de las "fans" había iniciado desde que empezó a subir en el top y era una mierda.

Ya estaba por irse cuando su jefe lo llevó atado hasta la puerta de la agencia.

— Ve y agradece que estén aquí, también diles que se vallan, está lloviendo. — Esa mierda de agradecer era un jodido problema, esas mocosas estaban ahí afuera jodiendose de frío porque eran estúpidas.

De todas formas fue sacado bruscamente y no le quedaba de otra, ya se había negado antes y en verdad Best jeanist no lo dejaba entrar.

Estaba acercándose cuando vio que las mocosas estaban todas en círculo, eso era nuevo.

Entonces lo vio, estaban golpando a alguien por lo que aceleró el paso.

— ¿¡Que mierda cree que están haciendo bastardas?! Golpean a una persona frente a una agencia de héroes?! — Frente a sus gritos todas voltearon en su dirección, podía ver sus putas caras llenas de sorpresa.

— No es lo que cree, esta mujer trajo un cartel que decía algo horrible sobre usted, como su club de... — No las dejó terminar, ¿¡Quién mierda se creía?!

— Hacer esa mierda no es correcto, ahora a sus casas, ¿¡Qué no ven la puta lluvia?! — Empezaba a anochecer y aun así pudo ver sus rostros rojos, insultarlas solo hacia que lo jodieran más.

— Si señor. — En menos de 10 segundos todas habían desaparecido y pudo ver a una chica mojada aún en el piso, no era su problema.

Estaba regresando a la agencia cuando algo cayó en su cabeza, volteando con ganas de asesinar a alguien, haciendo sus ojos choquen con unos grandes ojos marrones, los conocía.

— ¿¡Tú, maldita cara redonda?! — Era esa molesta reportera que lo había dejado en ridículo dos veces, ahora si le explotaría esos mofletes grandes que tenia.

— Es tu culpa, todo es tu culpa, por tu culpa me despidieron, ¿Crees que no lo sé? Quien enviaba las quejas de la agencia de Best Jeanist eras tú, ahora niñas de secundaria me golpearon y y mi casa, mis padres... todo está mal.— Al escuchar su reclamo algo dentro de él no se sintió bien, y lo odiaba, sentía culpa, culpa que aumentó cuando esa chillona voz se cortó y vio lágrimas camufladas con lluvia, a la mierda.

No sabía que hacer, su cuerpo actuó solo depronto, tomó su brazo y empezó a caminar en dirección a la agencia, entraron y se sentía más cálido no estar bajo la helada lluvia, podía notar la mirada de todos los putos extras que tenía por "compañeros de trabajo" incluso su jefe se veía sorprendido por su actuar, estúpidos.

La llevó a su oficina y le tiró una toalla en la cara.

— Secate. — Y sin decir nada más salió, él no era un hombre amable y atento, pero sentía algo de culpa por el trabajo de la cara redonda, se veía tan jodidamente triste.

Fue al gimnasio de la agencia y en su casillero tenia ropa así que se cambió. Cuando terminó se detuvo en un espejo cercano, mentiría si dijera que no le importaban sus cicatrices, no las odiaba pero le recordaban cosas que pudo haber cambiado.

Cuando recordó a la cara redonda empezó a buscar algo de ropa, todos lo veían pero nadie le decía nada, mejor o les explotaría la cara, entonces en encontró un buzo deportivo que no usaba, definitivamente le quedaría grande pero no tenía ropa de tamaño enano, tampoco encontraba una camiseta así que se sacó la que tenia puesta y se puso una sudadera encima.

El héroe N° 5 (Kacchako)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora