La vida de Eijiro había dado un giro de 180° el día en que recibió la noticia de que había sido aceptado en la prestigiosa escuela para héroes U.A. Por supuesto que le faltaba muchísima experiencia para obtener ese título, pero las puertas estaban abiertas y esperándolo; y él no iba a desaprovechar la oportunidad. Cualquiera que lo conociera de antes no habría creído que aquel muchachito temeroso e inseguro era el mismo que ahora se mostraba dispuesto a todo y andaba con la frente en alto y, además, un nuevo estilo de cabello que le sentaba muy bien.
Tal fue el caso de Mina, su ex compañera, quien no lo reconoció cuando lo vio el primer día, de camino a la U.A.
—¡Pero qué te has hecho en la cabeza!
—¿Qué tiene? ¿No te gusta?—preguntó pasando una mano por sus mechones, otrora de un profundo negro, y actualmente de un rojo brillante.
—Claro que sí, te queda increíble, ¡y ahora tienes cuernos como yo! Me gusta, me gusta; sólo me tomó por sorpresa, te ves tan...diferente.
—¿Qué puedo decir? Nuevo año, nuevo Eijiro— bromeó, con una amplia sonrisa, contagiando a la muchacha.
—No puedo esperar a conocer a este nuevo Eijiro entonces, y no te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo—y sin más, lo tomó del brazo para juntos terminar el trayecto hasta la entrada, con cierta prisa.
Para cuando llegaron al salón 1A, varios de sus compañeros ya estaban allí, hablando entre ellos y conociéndose. Mina decidió arrastrar a Kirishima hasta donde estaba un pequeño grupo, compuesto por un pelinegro con lo que parecían ser dispensadores de cinta en sus codos, un chico rubio que tenía un rayo negro en un costado de su cabeza, una chica alta con una cola de caballo y finalmente, una más baja a su lado, con cables en la punta de sus orejas. Por alguna razón todos estaban alrededor de un escritorio, y al acercarse Eijiro notó a un rubio con una expresión gruñona, como si la sola existencia de los demás le molestara.
—¡Te vi en el examen de ingreso! Tu Quirk es increíble, amigo.
—Como sea.
—¡Hola! Soy Mina Ashido, y él es Eijiro Kirishima —saludó, luego de notar todas las miradas sobre los dos.
—¿Qué hay? Sero Hanta, Denki Kaminari, Momo Yaoyorozu, Kyoka Jiro, y este gruñón de aquí es Katsuki Bakugo.
—¡Un gusto conocerlos a todos!
—Igualmente, chicos —respondió Momo, con una sonrisa amable. Pronto el tema de conversación pasó a los Quirks de cada uno, pero Kirishima notó que Katsuki no quería ser parte de esa conversación. No alcanzó a preguntarle si estaba bien, pues un hombre entró y se sentó en el escritorio del profesor; aunque no lucía como uno. Su nombre era Shota Aizawa, era un héroe de apoyo y desde hacía algunos años se dedicaba a la docencia.
Las primeras clases pasaron bastante rápido, y a pesar de que Eijiro tenía algunos problemas para comprender las matemáticas, no tardó en percatarse de dos cosas: que no era el único, y que al tal Katsuki parecía irle bastante bien. Poca atención le dio a su semblante que gritaba "aléjense", apenas el timbre anunció el fin de la clase, se acercó al rubio para decirle:
—Hey, Bakugo, ¿cierto?—recibió solo un desganado movimiento de cabeza —, eh, yo...Uh, lo siento, esta clase se me hizo difícil, ¿crees que podríamos juntarnos a estudiar más tarde?
—¿Apenas es la primera clase y ya tienes problemas? Vaya.
—Sí, sé que es tonto, pero...Ah, olvídalo, no importa.
—¿Me oíste decir que no?
La mirada de confusión que le dedicó al contrario hizo a este sonreír con autosuficiencia antes de levantarse. Era unos centímetros más bajo que Eijiro, no sabía exactamente cuánto mas sin duda no era demasiado. El pelirrojo notó un collar sumamente fino colgando de su cuello expuesto (ya que Katsuki parecía ignorar adrede la existencia de los botones superiores de su uniforme). Pero eso no era todo: contaba con un dije transparente con lo que parecía ser una flor verde seca en su interior. Era una joya pequeña, de no más de cuatro centímetros de diámetro, y su delicadeza contrastaba con la apariencia tosca de su dueño. Se preguntó qué flor era, pero sabía tanto de botánica como de ingeniería aeroespacial.
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Nocturne in c sharp minor
FanfictionMuere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente estas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones destrozados -Pablo Neruda.