Sábado 11 de Febrero. 5:06 PM.
Casa de Ismael.Ismael dejó su teléfono en su escritorio, cansado de mandar mensajes sin parar a su amado, Ezra. Llevaba varios días intentando contactar con él, pero no conseguía una respuesta. Sabía que no podía estar enfadado con él, todo iba normal hasta hace unos pocos días. Los mensajes ni siquiera llegaban al teléfono de su novio, era realmente preocupante. Claro que había intentado ir a la casa de Ezra, pero no había respuesta, así que lo único que consiguió era aumentar su miedo.
Todo esto lo tenía de los nervios, y el estrés no era bueno para la belleza, así que decidió intentar distraerse. Empezó a abrir los cajones de su escritorio, en busca de algo en que desviar su atención y centrar sus pensamientos.
Unas llaves... Su cartera vieja... Un álbum de fotos... Espera. ¡Un álbum de fotos! Mirar todas las fotos tomaría tiempo y lo haría pensar en esos recuerdos en vez del paradero de Ezra. Abrió la primera página para encontrar las fotos de cuando era tan sólo un bebé. Siempre había resaltado por su vitiligo y ojos azules, ya comenzaba a ponerse nostálgico. Siguió pasando las páginas y por primera vez vio una foto de él y su hermano juntos. Entonces se dio cuenta de que no había una sola foto protagonizada por su hermano, Gabriel. Le dio mucha pena, se sintió horriblemente mal por su hermano. De pequeños, nunca entendía por qué siempre debía ser el protagonista de todo, ¿Por qué Gabriel no es igual a mí? ¿Por qué no le dan el mismo cariño? — Se preguntaba el pequeño Ismael. Y la verdad es que ahora lo entendía, la belleza te da el amor. Y no es que le gustara este hecho, porque gracias a ello su hermano lo odiaba. Siempre se mostraba distante y, aunque Isma se esforzaba en intentar llevarse bien, él rechazaba su afecto. A los 17 años de edad, Gabriel se escapó de casa, se fue. Pero a nadie le importó. La noche de su partida, Ismael lo atrapó mientras salía por la puerta, pero Gabriel le dejó claro que no se dejaría convencer, y que ya había tomado la decisión de estudiar medicina por su propia cuenta. ¿Lo habría logrado? Claro que nuestro protagonista nunca lo supo, pues su familia ignoró la existencia de Gabriel y ni siquiera notaron su ausencia, por lo tanto, sólo le quedaba imaginar qué había sido de él.
Pero Isma no es una persona que se rinde fácilmente, al menos no ahora. Se propuso un objetivo. Encontrar a su hermano.
Sábado 11 de Febrero. 6:45 PM.
Casa de Ismael.Después de una intensiva búsqueda en internet, consiguió la dirección de la casa de su hermano. Algunos lo llamarían doxxeo, pero para él solo es un poco de investigación detectivesca. De todas maneras, era la única solución viable.
Ahora, nuestro querido modelo se preparaba para salir, cubriendo su rostro con una mascarilla y una gorra para no ser reconocido. Esto era lo normal para él, prefería mil veces la incomodidad de tantas capas de ropa a ser reconocido y perseguido por sus fans y la prensa. En su mano, llevaba una bolsa con bombones de chocolate para regalar a su hermano, era lo correcto después de casi 10 años sin verse.
Ismael salió de su casa y se dirigió a la estación de metro más cercana.
Sábado 11 de Febrero. 7:21 PM.
Afuera de la casa de Gabriel.¡Qué emoción! Un reencuentro de hermanos tan esperado por fin estaba a punto de suceder. Ismael se colocó su camisa blanca que solía llevar por debajo de esa chaqueta larga negra que lo protegía del frío, pero que siempre llevaba abierta porque le gustaba más como quedaba. Respiró hondo y dio un paso hacia adelante, a punto de tocar el timbre de la casa hasta que, antes de poder levantar la mano para hacerlo, la puerta se abrió.
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Ley de Murphy.
KurzgeschichtenTodo lo que pueda salir mal, saldrá mal. - Personajes: ( Todos son OCs míos excepto Ezra, que es de una amiga. ) Ismael Ortega Silva - Un modelo exitoso en España, con una personalidad carismática y una reputación que conservar. Gabriel Ortega Caro...