Acá me vez: pedazo de anciana atormentada de dolores. Con la inquietud en el cuello que no me deja posar de una vez la cabeza en la almohada y dormir. Sabía que en algún tramo de mi vida íbamos a encontrarnos. Llegaste antes que mi muerte. A ella la convoque varias veces, a vos solo te intuía. Eras necesario en mi historia, esta tenía que cambiar.
Cuando vi esta foto que acabo de publicar, pensé en vos. Mi infvierno te necesitaba. Mi cuerpo. Mi esencia había olvidado los espejos y las risas. Era un pollo desplumado que corría sin rumbo cierto. Con hambre y tapada por un velo. Hambre de amor propio, que en definitiva, ese es el verdadero amor y ciega al mundo exterior existente fuera de la caja de zapatos donde habitaba con mis huesos y mi pena. Te amé de una forma rara! Sabía! Estaba segura que debajo de esa piel velluda y esa voz grave, había una mujer escondida. Y con más ganas te amé! Porque tuve la certeza que jamás seriamos uno en el placer, ni siquiera en un beso. Pero de alguna forma me hiciste el amor y corriste el velo. Y aquí estoy: sola, borrándote de mi vida. Pedazo de vieja consumida por dolores físicos que ocultan dolores del alma pero libre. Muy libre! Gracias amor de mi vida que nunca podré olvidar!
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Miedo
Short StoryDuele recordar cuando te sueño. Si al menos te quedaras allí para siempre y no oler la soledad que me brinda tu presencia. He vuelto a mi estado de virgen, aun rogándote que me desflores debajo de sol de marzo que por algún motivo, lo veo gris. Todo...